viernes, 30 de septiembre de 2011

María Teresa Carlota de Francia. (hija de María Antonieta).

                                      Delfina de Francia.
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                         Otros títulos, Madame Royale
                          Duquesa consorte de Angulema
Rosa rojaMaría Teresa Carlota de Francia (Palacio de Versalles; 19 de diciembre de 1778 - Viena; 19 de octubre de 1851). Hija de Francia y princesa de Francia por nacimiento; Duquesa de Angulema y Delfina de Francia por matrimonio. Hija del rey Luis XVI y la reina María Antonieta de Francia, es considerada como la única persona de la familia real francesa que sobrevivió a la Revolución.
María Teresa fue considerada por los monárquicos reina titular consorte de Francia el 2 de agosto de 1830, por tan sólo veinte minutos, desde el momento en que su suegro firmó el acta de abdicación, hasta el momento en que su marido firmó, a regañadientes, el mismo documento, unos veinte minutos después.
María Teresa fue la primogénita de Luis XVI y María Antonieta. Los monárquicos franceses anhelaban desde hacía tiempo el nacimiento de un Dauphin, debido a que la pareja real llevaba casada desde hacía 7 años. Sin embargo los reyes se mostraron encantados con el nacimiento de su hija.
La Casa de Madame Royale fue erigida casi de inmediato, de acuerdo a la etiqueta de Versalles. La primera gobernanta fue la princesa de Guémenée, quien más tarde fue reemplazada por una de las favoritas de María Antonieta, Yolande de Polastron, condesa de Polignac. Luis XVI era un padre afectuoso, que no tenía medida con su hija, a la que malcriaba concediéndole todo lo que ella pedía. María Antonieta sin embargo, era más estricta y resolvió que su hija no fuese educada de manera que acabase siendo una princesa arrogante y despótica, como lo eran las otras princesas Borbón. La reina invitaba frecuentemente a cenar con María Teresa a niños de las clases trabajadoras. En contraste con la imagen de excéntrica y despilfarradora que tenía María Antonieta, la reina no era insensible a la miseria de los pobres, siendo muy dada a las obras de caridad. De hecho en la Navidad de 1784 María Antonieta cogió varios de los mejores juguetes de María Teresa y se los dio a los niños pobres para las festividades de Año Nuevo.
María Teresa fue seguida en la familia por Luis José Javier Francisco, nacido en 1781, Luis Carlos nacido en 1785, considerado el rey Luis XVII y María Sofía Helena Beatriz nacida en 1786.
Mientras tanto, la Revolución francesa se fraguaba a las afueras de palacio. El descontento social, unido a la profunda crisis económica, la decadencia del Antiguo Régimen y la desacreditada imagen de la reina de Francia, contribuyeron a enardecer el rechazo al absolutismo. Para 1789, Francia se hallaba a las puertas de una revuelta. La popularidad de la reina estaba totalmente destruida. Se la acusaba de ser la causante de la crisis financiera, de traicionar a Francia en pos de los intereses de su Austria natal y de un irrefrenable apetito sexual que satisfacía con ambos sexos. Para entonces ya se había producido el deceso de la pequeña Sofía Beatriz en 1787, de tan solo un año de edad, a la que no tardaría en seguir su hermano el delfín Luis José, fallecido el 4 de junio de 1789 por tuberculosis, justamente en los albores de la Revolución.
El 14 de julio de 1789, la Bastilla es tomada por la multitud. La situación es crítica y varios miembros de la familia real huyen hacia el exilio, entre ellos los hermanos del rey, los condes de Provenza y Artois. El primer ministro, el conde de Breteuil, se traslada a Alemania. La gobernanta de Madame Royale huye hacia Suiza. Su puesto es ocupado por la profunda católica Luisa Isabel, marquesa de Tourzel, cuya hija Pauline, se convirtió en íntima amiga de María Teresa. En octubre el palacio de Versalles fue sitiado y la familia real fue obligada a trasladarse a París. Allí Luis XVI y su familia fueron alojados en el palacio de las Tullerías viviendo en un virtual arresto. Esto significó el final de la infancia de la princesa real.
Al constatar el deterioro de la situación política, los reyes toman conciencia de que sus vidas corren peligro. Los acontecimientos convencieron a María Antonieta de que la salvación de Francia pasaba por la familia real y que lo mejor era que la familia saliese de París. Esperaban llegar a Montmédy que era una plaza realista. Sin embargo fueron interceptados en Varennes y de nuevo llevados a la capital.
En el otoño de 1792, la familia entera fue encarcelada en la Torre del Temple, tras la supresión oficial de la monarquía. En enero de 1793, Luis XVI es juzgado y condenado a muerte en la guillotina. Esto devastó a toda la familia, especialmente a María Teresa que se sentía muy unida a su padre; por la predilección de éste hacia ella y por la semejanza de sus caracteres. En julio, los carceleros separaron a su hermano, Luis XVII del resto de la familia y lo confinaron en solitario en un celda, en la que posteriormente moriría. En la fortaleza quedaron María Teresa, María Antonieta y Madame Isabel, la hija más pequeña de Luis XVI.
En octubre de 1793, María Antonieta fue llevada a la prisión de la Conciergerie; la sometieron a juicio y fue ejecutada en la guillotina el 16 de octubre. En mayo de 1794, separaron a María Teresa de su tía, la princesa Isabel; a la cual se llevaron en mitad de la noche y fue ejecutada al día siguiente. Durante un año, María Teresa permaneció confinada en su celda, completamente aislada. Su único contacto con el exterior era la comida que le daban a través de un ventanuco por la puerta. Nadie le comunicó lo sucedido a su familia. Lo único que ella sabía era que su padre había muerto y se sentía sola en el mundo. Garabatea en las paredes de su celda en la torre del Temple :"María Teresa es la criatura más infeliz del mundo, no puede obtener noticias de su madre ni juntarse con ella, aunque lo ha pedido mil veces", "¡Vive mi buena madre!.A la que adoro pero a la que no puedo escuchar su voz", "¡Oh padre! Mírame desde el cielo, ¡la vida es tan cruel!", "¡Oh Dios mío, perdona a los que han hecho que perezca mi familia".

María Teresa de Francia como una joven refugiada en Viena en 1795, después de su pronta partida de la Francia Revolucionaria.
Hay rumores de que Maximilien Robespierre visitó una vez a María Teresa en prisión, pero esto es muy poco probable. Sólo después de la caída del Reinado del Terror, le fue permitido a María Teresa abandonar Francia. Fue llevada a Viena donde vivió en la corte de su primo el emperador Francisco II.
Pronto María Teresa dejó Viena para trasladarse a Lituania, donde vivía su tío el conde de Provenza, huésped del Zar Pablo I de Rusia. Su tío, que se había proclamado rey de Francia como Luis XVIII, no tenía hijos y quería que María Teresa se casase con su primo Luis Antonio, Duque de Angulema, eventual heredero del trono. María Teresa aceptó inmediatamente, feliz de volver a formar parte de una familia. Luis Antonio, era el primogénito del duque de Artois, futuro Carlos X. No se parecía en nada a su atractivo padre, célebre por su sensualidad, el cual lo veía como una vergüenza. Tímido, tartamudo, era una persona difícil y se cree que era impotente. Aún así la boda se celebró en 1799 y a pesar de los defectos de su marido, María Teresa lo amaba tiernamente.
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Diadema de la duquesa de Angulema María Teresa de Francia. Oro, plata dorada, 40 esmeraldas y 1031 diamantes. Realizada en París en 1819-1820. Esta diadema se completa con dos esmeraldas realizadas 1814 por Paul-Nicolas Menière.

En su reinado, Luis XVIII procuró mediar entre liberales y ultra monárquicos, dirigidos por su hermano Carlos. También procuró reprimir a todos aquellos jóvenes que demandaban ser Luis XVII. Luis XVIII, fallecido el 16 de septiembre de 1824 fue sucedido por su hermano como Carlos X. Ahora María Teresa y Luis Antonio eran los herederos al trono y la princesa tenía derecho a que se la tratase como Madame la Dauphine. Sin embargo el sentimiento antimonárquico crecía otra vez. El ultramonarquismo de Carlos X alienó a la clase media y a la clase trabajadora. En 1830 se desató una sublevación en la que la familia real fue traicionada por su primo Luis Felipe, duque de Orleans. Éste sostenía que Carlos X había abdicado totalmente; en realidad había nombrado a su nieto, Enrique, conde de Chambord, (Enrique V) como rey. La abdicación de Carlos X fue seguida veinte minutos más tarde por la del duque de Angulema, de ahí que se considere que María Teresa llegó a ser reina de Francia. Esta traición prosperó y Luis Felipe se convirtió en rey.
Después de la Revolución de 1830, la familia real vivió en Edimburgo hasta 1833, cuando Carlos decidió trasladarse a Praga como huésped del emperador austríaco. En 1836, el tío de María Teresa, murió de cólera. Para entonces ya se habían trasladado de Praga al condado de Coronini, cerca de Gorica, Eslovenia. El marido de María Teresa murió en 1844. Fue enterrado junto a su padre.
María Teresa se trasladó a una mansión llamada Frohsdorf, muy cerca de Viena. Pasó sus días paseando, leyendo, rezando (era una devota católica) y cosiendo. Los hijos de su primo asesinado, el duque de Berry, hijo de Carlos X, se fueron a vivir con ella, Luisa de Borbón y Enrique de Borbón, pretendiente al trono francés como Enrique V. En 1848, Francia se convirtió en una república, después de que el reinado de Luis Felipe terminara en otra revolución.
María Teresa de Francia murió el 19 de octubre de 1851, tres días después del 58º aniversario de la ejecución de su madre. La causa de la muerte fue neumonía. Actualmente, se encuentra enterrada en la cripta de la iglesia del monasterio franciscano de Kostanjevica (Nova Gorica, Eslovenia).

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1 comentarios:

MarianGardi 5 de diciembre de 2011, 15:18  

es un arduo trabajo buscar toda esta información y recopilarla en tu blog.
Gracias y un abrazo

https://youtu.be/vLN1rLKh85o
 
Plantilla creada por maria basada en la minima de blogger.