domingo, 13 de diciembre de 2009

* Fotos variadas

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                   Porque no te callas !!!

Boda de los padres del Rey,Don Juan de Borbón y Battenberg y Maria de las Mercedes 12 de ocubre de 1935des

Boda de los padres del rey, Juan Carlos de Borbón y Battenberg y María de las Mercedes 12 de octubre de 1935.

Don Juan de Borbón y Battenberg y Doña María de las Mercedes de Borbón

Don Juan de Borbón y Battenberg y doña María de las Mercedes.

Don Juan y doña María de las Mercedes.

Don Juan y María de las Mercedes.

Durante la cena

El rey juan Carlos desde pequeño ya vestia de militar

El rey Juan Carlos desde pequeño ya vestía de militar.

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Si alguien reconoce alguna persona que acompañan a los Duques de Cádiz y me quiere escribir, se lo agradezco.

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Juan Carlos estaba muy unido a su hermano Alfonso.

Juan Carlos estaba muy unido a su hermano Alfonso.

Los dos hermanos jugando,con una pistola de su padre, se les disparó y Alfonso murió entrándole la bala por la nariz  con salida al otro lado del cráneo.

 

Su hermano  muere en un desgraciado accidente cuando ambos jugaban con una pistola de  Don juan

Entierro de Alfonso de Borbón, Hermano de Juan Carlos I de Borbón.

Jaime Enrique VI su primera esposa Emanuela de Dampierre y la segunda Charlote Tiedemann

Jaime Enrique VI y su primera esposa Emanuela de Dampierre y la segunda Charlotte Tiedemann.

Emanuela de Danpirre es la madre de Alfonso de Borbón.

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Enmanuela Danpierre , con su hijo Alfonso y sus nietos.

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Alfonso de Borbón con sus Hijos.

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Enmanuela Danpirre,su hijo Alfonso y nieto Luis Alfonso.

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Don Alfonso de Borbón y Maricarmen Martínez Bordiú

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La gran Duquesa Maria de Rusia  y  Alfonso de borbón

La gran Duquesa María de Rusia y Alfonso de Borbón

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Foto familiar, los padres del rey y sus hermanos

Foto familiar,los padres del rey y sus hermanos.

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El rey y su hermano menor.

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sábado, 12 de diciembre de 2009

* Luis Alfonso de Borbón

 

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Luis Alfonso de Borbón (en francés: Louis-Alphonse de Bourbon) (Madrid, 25 de abril de 1974), pretendiente legitimista al trono de Francia.  
Armas de Luis Alfonso de Borbón como pretendiente a la Corona de Francia Nacido Luis Alfonso Gonzalo Víctor Manuel Marco de Borbón Martínez-Bordiú, es hijo de don Alfonso de Borbón y Dampierre, duque de Cádiz y de María del Carmen Martínez-Bordiú y Franco, nieta del dictador Francisco Franco.

Su padre Alfonso fue considerado por los monárquicos legitimistas franceses, jefe de la Casa Real de Francia, heredero por tanto de sus últimos reyes de la dinastía Borbón desde la muerte de su padre, el infante Jaime de Borbón en 1975.

Los padres de Luis Alfonso se divorciaron en 1982 y obtuvieron la nulidad eclesiástica en 1986. Su madre se ha vuelto a casar dos veces y Luis Alfonso tiene una hermana, Cynthia Rossi, por parte de su madre.

El 7 de febrero de 1984, el único hermano de Luis Alfonso, Francisco de Borbón y Martínez-Bordiú, murió en Navarra, a consecuencia de un accidente de tráfico y desde aquel momento Luis Alfonso fue considerado por los legitimistas sucesor de su padre.

En 1987, el gobierno español estableció que el título de duque de Cádiz no era hereditario al estar vinculado tradicionalmente a la Corona y Luis Alfonso no podría heredarlo, ya que no había sido otorgado por el jefe de la Casa Real. Tampoco le reconoce ningún otro título de los que usa, como duque de Anjou, duque de Touraine o duque de Borbón , ni el tratamiento de Alteza Real ya que tampoco le han sido concedidos por el Rey y no tienen validez en España.

El 30 de enero de 1989, Alfonso de Borbón Dampierre murió accidentalmente esquiando en Beaver Creek, Colorado y Luis Alfonso se convirtió para los legitimistas en Jefe de la Casa Real de Francia y pretendiente al trono. De llegar a reinar, sería Luis XX de Francia. Luis Alfonso rehusó irse a vivir con su madre a Francia, prefiriendo permanecer en Madrid con su abuela materna, Carmen Franco.

Luis Alfonso estudió Administración y Dirección de Empresas en Cunef y trabajó varios años para el banco BNP Paribas en Madrid.

Matrimonio  En 2004 contrajo matrimonio con la venezolana María Margarita Vargas Santaella. Ningún miembro de la Familia Real Española asistió al enlace. La pareja vive en Venezuela, donde él trabaja en el Banco Occidental de Descuento.

El primer descendiente de Luis Alfonso de Borbón y María Margarita Vargas nació el 5 de marzo de 2007, una niña llamada Eugenia.

Actualmente la pareja está esperando mellizos.

      
 

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Luis Alfonso y su abuela paterna

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Luis Alfonso con Margarita Vargas en el bautizo

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Luis Borbón en su boda con su madre Maricarmen Martínez Bordiú

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Padres de Luis Alfonso.

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Abuela materna de Luis Alfonso.

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luis-alfonso-3b Luis Alfonso y Margarita con la pequeña Eugenia. en Venecia.en una Boda

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miércoles, 9 de diciembre de 2009

* Alfonso de Borbón y Dampierre.

                             Casa real de Borbón.

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Alfonso de Borbón y de Dampierre, duque de Anjou y duque de Cádiz.

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Don Alfonso de Borbón, Duque de Cádiz, con la Gran Cruz de la Real y Distinguida Orden Civil Americana de Isabel la Católica.

100px-Coat_of_Arms_of_the_Duke_of_Anjou_and_Cadix_svgAlfonso Jaime Marcelino Manuel Víctor María de Borbón y Dampierre, duque de Cádiz (Roma, 20 de abril de 1936 - Beaver Creek, Colorado, 30 de enero de 1989), hijo de Jaime de Borbón y Battenberg, y de Emmanuella de Dampierre; fue nieto de Alfonso XIII de España. Fue pretendiente legitimista al trono de Francia entre el 14 de marzo de 1975, (fecha de la muerte de su padre) y su muerte.

  Su padre, Jaime de Borbón, renunció en 1933 a los derechos de sucesión al trono de España para él y sus descendientes por su limitación física, ya que era sordomudo,( se dice también, que solo era sordo por una operación chapuza) y por expresa orden del rey Alfonso XIII de España, su padre, que en aquel entonces ya se encontraba en el exilio debido a la proclamación en 1931 de la Segunda República Española. Además, Jaime de Borbón contrajo matrimonio, algunos años después, con Emmanuelle de Dampierre, hija de Roger de Dampierre, duque de San Lorenzo y vizconde de Dampierre (1892-1975) y de la princesa italiana Donna Vittoria Ruspoli, de los príncipes de Poggio-Suasa (1892-1982), una mujer que, aunque de familia noble, no pertenecía a la realeza, un requisito para no quedar excluido de la línea de sucesión, que estuvo vigente en la monarquía española desde el reinado de Carlos III.

 

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Jaime Enrique VI su primera esposa Emanuela de Dampierre,( sus padres.)

Alfonso de Borbón sólo tuvo un hermano, Gonzalo de Borbón y Dampierre (1937- 2000), con quien tuvo muy buena relación. Sus padres se separaron muy pronto, y el infante Jaime se volvió a casar, esta vez con una cantante prusiana; mientras tanto, Emmanuella de Dampierre se casó con un empresario milanés. Los dos hermanos Borbón y Dampierre estudiaron en un internado suizo. Solían ir a Lausana para visitar a su abuela, la reina Victoria Eugenia de Battenberg, que les profesaba verdadero afecto. Alfonso, que hasta los 17 años no hablaba español y solamente entendía italiano y francés, contrató a un profesor particular que le daba clases de español en las horas de refrigerio de su internado.

Alfonso XIII nunca consideró a sus nietos Alfonso y Gonzalo miembros de la línea sucesoria debido a la renuncia de su padre. En 1954, tras el permiso del general Franco, volvieron los hermanos a España. Para el joven Alfonso no era la primera vez que pisaba suelo español, ya que unos años antes mientras navegaba con sus amigos por el Mediterráneo desde la costa francesa, una tormenta les obligó a anclarse en una isla cercana, que por casualidad resultó ser Palma de Mallorca, donde él nunca había estado debido al exilio. Alfonso comentó posteriormente que, comparado con Italia y Francia, España le pareció un país muy pobre.

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Primero residió en Bilbao, donde estudió Derecho en la Universidad de Deusto. Luego continuó cursando en Valladolid y en Madrid. En plena carrera universitaria, pudo cumplir el servicio militar en un Colegio Militar de Valladolid y como anécdota, cierto general de dicho colegio protestó esa inscripción del joven Alfonso, aduciendo que era italiano y debía volver al país de su nacimiento, Italia.

Vida Pública  Francisco Franco designó en 1969 al primo de Alfonso, Juan Carlos de Borbón y Borbón como sucesor en la Jefatura de Estado. Años antes, Alfonso de Borbón había especulado en la televisión francesa con la posibilidad de ser rey de España. -"Hay tres condiciones: tener sangre real, tener 30 años y ser español, y obviamente yo cumplo esos requisitos", dijo entonces. Estas especulaciones tuvieron su origen posiblemente cuando su padre, Jaime de Borbón y Battenberg, se retractó de su renuncia al trono y se autoproclamó Jefe de la Casa Real de los Borbones en sus ramas española y francesa, así como duque de Anjou. Cuando Franco designó al futuro Juan Carlos I como su sucesor, nombró a Alfonso de Borbón y Dampierre embajador de España en Suecia.

Fue allí donde se encontró con su futura esposa, María del Carmen Martínez-Bordiú y Franco. Su suegro, el marqués de Villaverde, Cristóbal Martínez-Bordiú, la llevó a un acto al que Alfonso de Borbón le había invitado.

Entre otros cargos, fue Presidente del Instituto de Cultura Hispánica (actual AECID), realizando diferentes viajes oficiales por Latinoamérica. Igualmente fue Presidente de la Federación Española de Esquí y del Comité Olímpico Español y Consejero de CAMPSA y Asesa.

Matrimonio e hijos En 1971, Alfonso de Borbón y Dampierre hizo formal pedido de mano a los padres de Carmen Martínez-Bordiú en Palacio del Pardo, Madrid. En mayo de 1972 se casaron en una capilla de dicho palacio madrileño.

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Para asistir a este acontecimiento, llegó el padre de Alfonso, Jaime de Borbón y Battenberg a Madrid por primera vez en 40 años desde su salida al exilio y rompió en llanto, según cuenta su otro hijo, Gonzalo, quien lo recibió en el Aeropuerto de Barajas. Después de que Alfonso de Borbón y Dampierre contrajese matrimonio con Carmen Martínez-Bordiú en mayo de 1972, los rumores de una posible alteración de la línea sucesoria reaparecieron. El matrimonio recibió el ducado de Cádiz. Algunos familiares y personas del entorno de Francisco Franco y Jaime de Borbón querían que esta unión significase que Alfonso fuese designado sucesor de Franco a título de rey, en lugar de su primo Juan Carlos. Franco sentía verdadera aversión hacia el padre de Juan Carlos, Juan de Borbón y Battenberg, y desde algunos sectores se especulaba que dicho cambio tendría lugar.

Sin embargo, el Generalísimo no alteró los planes de sucesión de la Jefatura del Estado previstos desde 1969 y Juan Carlos de Borbón fue proclamado Rey de España, tras su muerte, el 20 de noviembre de 1975.

Tras la boda Borbón-Martínez-Bordíu, los recién casados se trasladaron a Estocolmo, donde Alfonso siguió desempeñando las labores de embajador durante todo su mandato. Estando en Suecia, el matrimonio anunció que estaban esperando su primer hijo: Francisco de Borbón y Martínez-Bordíu que nació en Madrid en noviembre de 1972. Tuvo como padrinos a su bisabuelo Francisco Franco, y a su bisabuela, Vittoria Ruspoli. Casi dos años después, en 1974 nació Luis Alfonso de Borbón y Martínez-Bordiú.

Jaime de Borbón y Battenberg

                   Jaime de Borbón y Battenberg ( SU padre ).

En marzo de 1975 muere en Suiza Jaime de Borbón y Battenberg, quien pudo estar dos veces en su patria en los últimos años de su vida y solamente conoció a su primer nieto, Francisco, cuando éste fue bautizado poco después de su nacimiento. El duque de Cádiz y su hermano pudieron llegar a tiempo a un hospital suizo, donde se encontraba internado su padre, que aún estaba consciente, luego cayó en coma y moriría pocos días después.

En 1979 Alfonso y Carmen se separaron. En 1982 Alfonso de Borbón y Carmen Martínez-Bordiú se divorciaron.

Dos años después de su divorcio, el domingo 5 de febrero de 1984, cinco minutos antes de las ocho de la tarde, conduciendo un turismo Citroën CX 25 GTI, sufrió un terrible accidente automovilístico al chocar, rebasada una señal de STOP, contra un camión Pegaso en el cruce del ramal de salida de la autopista A15 (hoy AP15) con la carretera comarcal C-101 (hoy N-113) en el término de Corella (Navarra) cerca de Cintruénigo, cuando volvía de esquiar en la estación de Astún y, como consecuencia, su hijo mayor, Francisco de Asís, falleció en el hospital en Pamplona, el 7 de febrero de 1984 a los 11 años de edad, al no poder recuperarse de las gravísimas heridas sufridas. En el automóvil viajaba también su hijo menor, Luis Alfonso, y la institutriz de los niños, doña Manuela Sánchez Prat. Fueron trasladados al Hospital de Navarra, en Pamplona. Alfonso de Borbón y Dampierre no pudo estar en el entierro de su hijo al estar su propia vida en peligro. El nieto de Alfonso XIII sufrió un gran impacto psicológico a consecuencia de estos hechos.

En sus últimos tiempos, tuvo una relación con la actriz argentina Mirta Miller, que publicó posteriormente un libro acerca de su relación con Alfonso de Borbón. La profesión de ella, así como su participación en diversos filmes en la época de la transición, causaron cierta polémica entre los legitimistas, que veían la relación como inadecuada.                          

Alfonso de Borbón y Dampierre         mirta .

Alfonso  Alfonso de Borbón y Dampierre  murió trágicamente el 30 de enero de 1989 en un misterioso accidente de esquí en Beaver Creek, Colorado. Había viajado a Estados Unidos para disfrutar de su deporte favorito, el esquí, durante la celebración de los Campeonatos del Mundo. Los hechos transcurrieron de esta manera: Alfonso de Borbón se encontraba inspeccionando las pistas de Beaver Creek después de la celebración de unas pruebas de esquí femenino. Se encontró a su amigo Tony Sailer, campeón de esquí austriaco y bajaron juntos por las pistas. Al llegar a la meta, Sailer se paró al ver un cable demasiado bajo y fue a avisar del peligro a los esquiadores. Sin embargo, Alfonso de Borbón pasó por la izquierda de Sailer y resultó guillotinado por el cable. La muerte de Alfonso fue instantánea. El cadáver fu repatriado y enterrado en el las Descalzas Reales, donde descansan también los restos de su hijo Francisco. Desde el 2000, también descansan en dicha capilla los restos del hermano de Alfonso, Gonzalo de Borbón, fallecido en Lausana, Suiza.

Nota del autor: Como se ve hay Varias opiniones de como fue el accidente,pero yo personalmente me inclino a pensar que la segunda versión es la verdadera. si se fijan bien en las dos versiones, que son contradictorias, supuestamente a alguien le interesaba que pasara la segunda parte.

Alfonso de Borbón en la Entrega de Medallas de la Final de la Copa del Mundo del año 1977, en Sierra Nevada, Granada, España.

 

Alfonso de Borbón era un veterano y experto esquiador. Sin embargo, falleció mientras se deslizaba por una pista de la estación invernal de Beaver Creek, en las Montañas Rocosas, Colorado, Estados Unidos, el 30 de enero de 1989. Desde entonces, muchos se preguntan si al duque de Cádiz le llegó la hora o bien alguien adelantó su reloj con intención de quitárselo de en medio.
En aquellos días se estaban realizando los preparativos para los Campeonatos Mundiales de esquí, en La estación invernal de Beaver Creek, en Colorado.


El diseñador de la carrera, Bernhard Russi, acababa de descender por la misma pista delante de Alfonso de Borbón, y ningún obstáculo se interpuso en su camino; nada le ocurrió.
Pero cuando el duque de Cádiz se lanzó a la pista de slalom, pendiente abajo, al llegar al final de la pista de descenso, de repente su cuerpo chocó contra un cable de acero de 4 milímetros de grosor, justamente a la altura precisa y exacta de su cuello.


El terrible impacto segó su arteria carótida, le produjo graves heridas en su cuello y le causó una fractura en la base del cráneo.
Incomprensiblemente, a pesar de la presencia de autoridades y responsables en la zona de la pista, el cuerpo de Alfonso de Borbón permaneció 40 minutos tirado en el suelo, con vida, pero sin atención médica ni socorro de ningún tipo, que hubiera sido determinante.


Antes de ser recogido de la nieve, se le hicieron 18 fotografías, mientras permanecía tirado en el suelo. Sorprendentemente, le fueron sustraídos su reloj Rolex y 1000 dólares que tenía en su cartera.


A las 15:56 h, Alfonso de Borbón fue recogido de la pista. Después de 2 horas de ocurrido el trágico "accidente", fue ingresado en el Centro Médico del Valle del Vail, que tan solo se encontraba a 16 kilómetros de las pistas de esquí.
Cuando el duque de Cádiz fue ingresado en la Clínica, todavía tenía pulso cardiaco. Pero a las 16:48 h, de aquél fatídico lunes, 30 de enero de 1989, los médicos certificaron la muerte del heredero legítimo al trono de Francia.

 

Trasladado el cuerpo a la funeraria de la localidad de Idaho Spring, que está situada a unos 40 kilómetros de Vail, los médicos que practicaron la autopsia, declararon que el duque de Cádiz presentaba una herida muy cortante, con un corte en el cuello de 180º, en forma de semicírculo, pero que el cable no llegó a decapitarle completamente.


Existe una extraña contradicción, porque por un lado la investigación oficial señaló que la muerte de Alfonso se debió a un "accidente involuntario". Sin embargo, el informe policial del sheriff de Beaver Creek, en Eagle County, especifica que la muerte de Alfonso está calificada como "homicidio".

El esquiador español Francisco Fernández Ochoa, que se encontraba aquellos días en Colorado, acompañando al equipo de esquí español, manifestó su sorpresa y conmoción, comentando que el duque de Cádiz no se arriesgaba tontamente, sino que era un esquiador muy bueno.
Misteriosamente, el empleado de la estación de esquí que retiró el cable del cuerpo de Alfonso de Borbón, Daniel Conway, desapareció de Beaver Creek y nunca más volvió a ser visto en aquella localidad.


Y extrañamente, al parecer, la policía destruyó todas las fotografías que fueron realizadas al duque de Cádiz mientras permaneció en el suelo de la pista. Un extraño comportamiento policial que, cuando menos, llama la atención.
La prensa de Denver publicó al día siguiente las fotografías de Alfonso de Borbón en primera página, recordando al "Príncipe sin Suerte", al que le fueron negadas dos coronas, que fue abandonado por su mujer, perdió a uno de sus hijos en un accidente de automóvil, y que sufrió una muerte trágica.


Se ha especulado en algunos medios con que la muerte de Alfonso de Borbón coincidió en una época en la que éste estaba reafirmando los derechos dinásticos de su familia, se entiende que hacia España. Sin embargo, la cuestión dinástica se resolvió por completo en España en 1969, y en 1989 no había ya ningún tipo de tiranteces ni disputas borbónicas por el Trono de España.


Sin embargo, es evidente que la firma de la muerte del desdichado Borbón, mediante guillotina, tiene forma francesa, o al menos trae el recuerdo de los métodos expeditivos que las sociedades secretas inspiraron en la Revolución Francesa de 1789, con los que los monarcas, autoridades y muchos otros personajes relevantes de la Francia del momento fueron cruelmente guillotinados.

El socialista Francois Mitterrand, un individuo de oscuro perfil que por cierto estuvo involucrado en infinidad de asuntos sucios relacionados con los servicios secretos.
Tradicionalmente la población de Francia ha estado dividida entre los que añoran la monarquía y entre los que defienden la República. Pero en los últimos años cada vez más franceses reclaman la vuelta de la Monarquía. Por eso todas las miradas francesas están puestas últimamente en un hombre: el hijo de Alfonso de Borbón, Luis Alfonso de Borbón.

Alfonso de Borbón y de Dampierre fue considerado por algunos sectores (muy minoritarios) del legitimismo francés como cabeza de la Casa real francesa con el nombre de Alfonso II de Francia, al ser el supuesto descendiente más directo por línea paterna de Hugo Capeto y, por tanto, heredero de los antiguos reyes franceses según el derecho del Antiguo Régimen. Sin embargo, estas pretensiones jamás han obtenido ningún reconocimiento ni validez oficial, e incluso su misma base ha sido cuestionada debido a la explícita renuncia de derechos del padre de Alfonso, para sí y para sus descendientes.

Desde la muerte de Alfonso, su hijo Luis Alfonso, es considerado por algunos monárquicos franceses como Luis XX de Francia, virtual rey de dicho país, y titular de los ducados de Anjou, Borbón y Touraine, aunque oficialmente no se le reconocen tales distinciones, ni ninguna otra ya que en España tampoco posee ningún título nobiliario.

            

Enmanuela Danpirre,su hijo Alfonso y nieto Luis Alfonso

           Enmanuela Dampierre,Gonzalo y Alfonso de Borbón.          

Mirta Miler, haciendo un anuncio de navidad

                                          Mirta Miller.

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                           Enmanuela Dempirre ( su madre)

 

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martes, 1 de diciembre de 2009

* Carlos I de España.

                                Casa real de Austria.

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Carlos de Austria (o Habsburgo) (Gante, 24 de febrero de 1500 – Monasterio de Yuste, 21 de septiembre de 1558) fue rey de España con el nombre de Carlos I (1516 –1556), el primero que unió en su persona las coronas de Castilla y Aragón, y Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico como Carlos V (1519–1558).

Hijo de Juana I de Castilla, conocida como Juana la Loca, y Felipe el Hermoso, y nieto por vía paterna de Maximiliano I de Austria (Habsburgo) y María de Borgoña (de quienes heredó los Países Bajos, los territorios austríacos y derecho al trono imperial) y de los Reyes Católicos, de quienes heredó el Reino de Castilla, Nápoles, Sicilia, las Indias, Aragón y Canarias, por vía materna.

El joven príncipe
Durante la celebración de un baile en el palacio Casa del Príncipe (Prinsenhof) de Gante, Flandes, la embarazada archiduquesa Juana (la loca)comenzó a sentir fuertes dolores en el vientre. Creyendo que se debían a una mala digestión, acudió al baño y allí, sin ayuda de nadie, dio a luz a su segundo hijo a las 3:30 de la madrugada del martes 24 de febrero de 1500. Ella quería ponerle el nombre de Juan en recuerdo de su fallecido hermano, pero finalmente fue bautizado como Carlos por deseo de su padre y en recuerdo de su bisabuelo, Carlos el Temerario, quien murió en la Batalla de Nancy en 1477. El bautizo, celebrado el 7 de marzo, fue oficiado por el obispo de Tournai, Pierre Quick, en la iglesia de San Babón. A él acudieron como madrinas Margarita de Austria, esposa del fallecido príncipe Juan, y Margarita de York, esposa de Carlos el Temerario, y como padrinos Carlos de Croy, príncipe de Chimay, y el señor de Vergás.

Antes de que cumpliera un año, Felipe nombró a Carlos duque de Luxemburgo y caballero de la orden borgoñona del Toisón de Oro. El 16 de noviembre de 1501 Felipe y Juana partieron hacia España para ser jurados en las Cortes como sucesores de los Reyes Católicos y dejaron a Carlos al cuidado de Margarita de York. Durante su paso por Francia, Felipe se reunió con el rey Luis XII y acordó el matrimonio entre su hija Claudia y Carlos, trato que se renovó con la firma del Tratado de Blois años después. Tras el regreso de Felipe a Flandes y debido a la avanzada edad de Margarita de York, dejó a Carlos al cuidado de la señora de Ravenstein, Ana de Borgoña; además nombró gentilhombre de la cámara de Carlos a su padrino, Carlos de Croy, y encomendó su educación a maestros borgoñones que le enseñaron la historia del ducado. Fernando el Católico, consciente de que Carlos podría ocupar algún día su trono, envió a Luis de Vaca a Flandes para que le enseñara castellano y las costumbres españolas, aunque cuando el príncipe llegó a España años después aún no dominaba esta lengua.

Retrato de Carlos con su familia paterna, por Bernhard Strigel.A principios de 1506 Felipe y Juana parten de nuevo hacia España para reclamar la corona de Castilla tras la muerte de Isabel la Católica, pero su reinado duró poco, ya que él murió de forma prematura en septiembre y ella, presa de la locura, fue encerrada por Fernando en un convento de Tordesillas. Debido a la minoría de edad de Carlos, su abuelo Maximiliano I asumió la regencia de los Países Bajos, aunque poco después le cedió el puesto a su hija Margarita de Austria, junto con la tutela de Carlos y sus hermanos. Toda la educación del joven príncipe se desarrolló en Flandes y fue colmada de cultura flamenca. En 1509 el emperador dispuso que Guillermo de Croy, señor de Chiévres, sustituyese a su primo Carlos de Croy como gentilhombre de cámara del príncipe y Adriano de Utrecht, déan de la Universidad de Lovaina y futuro papa Adriano VI, fue nombrado su maestro.

El 5 de enero de 1515, después de que Guillermo de Croy consiguiera que el emperador declarara la mayoría de edad de Carlos, los Estados Generales nombraron a éste Señor de los Países Bajos. De esta forma finalizó la regencia de su tía Margarita, pero el joven soberano aún no tenía voluntad propia para gobernar y el señor de Chiévres, al ser de su total confianza, manejaba todo el poder. Ese mismo año, Adriano de Utrech viajó a España para asegurarse de que Fernando el Católico no quitaba a Carlos la herencia de Castilla y Aragón en favor de su hermano Fernando, quien se había criado junto a él y era su nieto favorito. Si bien se comprometió a nombrar a Carlos como sucesor, los consejeros del rey tuvieron que convencerle poco antes de su muerte para que no designara a Fernando.

El Imperio Carolino Don Carlos por la gracia de Dios Rey de Romanos Emperador Semper Augusto.
Doña Juana su madre y el mismo Don Carlos por la misma gracia Reyes de Castilla, de León, de Aragón, de las dos Sicilias, de Jerusalén, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de Mallorca, de Sevilla, de Cerdeña, de Córdova, de Córcega, de Murcia, de Jaén, de los Algarbe, de Algezira, de Gibraltar, de las Islas de Canaria, de las Indias islas y tierra firme del Mar Océano,

Condes de Barcelona,

señores de Vizcaya e de Molina,

Duques de Atenas e de Neo patria,

Condes de Ruysellon e de Cerdenia,

Marques de Oristan e de Gorciano,

Archiduques de Austria,

Duques de Borgoña de Bravante.


Firma del Rey Carlos I.El 22 de enero de 1516, su abuelo Fernando II de Aragón redactaba su último testamento. En él, nombraba a Carlos Gobernador y Administrador de los Reinos de Castilla y León, en nombre de la reina Juana I, incapacitada por su enfermedad. En lo concerniente a la Corona de Aragón, el rey Fernando dejaba todos sus estados a su hija Juana, nombrando, también en este caso, Gobernador General a Carlos en nombre de su madre. Hasta que Carlos llegara, en Castilla gobernaría el cardenal Cisneros y en Aragón el arzobispo Alonso de Aragón.

El 23 de enero moría el rey Fernando en Madrigalejo (actual provincia de Cáceres). A partir de entonces, Carlos comenzó a pensar en tomar el título de "Rey", aconsejado por sus consejeros flamencos. Esta decisión no era bien vista en la Península. El Consejo de Castilla le envió una carta el 4 de marzo en la que le pedía que respetase los títulos de su madre, ya que «aquello sería quitar el hijo al padre en vida el honor». Pero, diez días después las honras fúnebres por el rey Fernando terminaron con gritos de:

Vivan los católicos reyes doña Juana y don Carlos su hijo. Vivo es el rey, vivo es el rey, vivo es el rey.
El 21 de marzo Carlos envió una carta a Castilla en el que informaba de su decisión de titularse Rey. Tras largas deliberaciones del Consejo, el 3 de abril el cardenal Cisneros informó al Reino de la decisión de Carlos. El 13 del mismo mes se informó de la nueva intitulación real:

Doña Juana y don Carlos su hijo, reina y rey de Castilla, de León, de Aragón, de las Dos Sicilias, de Jerusalén, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de Mallorca, de Sevilla, de Cerdeña, de Córdoba, de Córcega, de Murcia, de Jaén, de los Algarves, de Algeciras, de Gibraltar, de las islas de Canaria, de las Islas, Indias y Tierra Firme del mar Océano, condes de Barcelona, señores de Vizcaya y de Molina, duques de Atenas y Neopatria, condes de Ruisellón y de Cerdaña, marqueses de Oristán y de Gociano, archiduques de Austria, duques de Borgoña y de Bravante, condes de Flandes, de Tirol, etc...
En mayo, los tres estamentos del Reino de Navarra, reunidos a petición del virrey Antonio Manrique de Lara, juraron fidelidad a Carlos como su rey y señor natural.

Mientras tanto, en la Corona de Aragón la situación era caótica. El Justicia de Aragón impidió gobernar al arzobispo Alonso de Aragón alegando que, según las leyes aragonesas, el cargo de gobernador sólo podía ser ejercido por el heredero al Trono. La Audiencia Real de Aragón dio la razón al Justicia, pero sentenció que el arzobispo podía gobernar en calidad de curador de la reina Juana. Pero el Justicia tampoco lo permitió entonces, alegando que Juana ya no era la heredera, ya que cuando se la juró como tal, se incluyó que si el rey tenía un hijo varón, éste pasaría a convertirse en el heredero. Y, por tanto, como en 1509 Fernando había tenido un hijo con Germana de Foix, el juramento de Juana quedaba anulado (a pesar de que el niño había muerto a las pocas horas). El 13 de mayo Carlos reconoció los poderes del arzobispo, como curador de la reina Juana, pero, aun así, se rechazó prestarle juramento. Por otro lado, la Diputación del Reino de Aragón reconoció a Juana como heredera de la Corona, pero como por su enfermedad no podía reinar, debía ser apartada del gobierno para que reinara su hijo. A todo ello se añadía el que ninguna institución de la Corona de Aragón le reconocía a Carlos el título de Rey hasta que no jurara los fueros y libertades de los Reinos.

Entre el verano de 1516 y principios de 1517, Carlos aseguró su posición gracias a la firma de una serie de acuerdos diplomáticos, como el Tratado de Noyón con Francia. Además, los Estados Generales acordaron concederle 800.000 coronas para los gastos del viaje. Tras los preparativos para la travesía, el 8 de septiembre de 1517 Carlos embarcó hacia España. Aunque estaba previsto que desembarcara en Santander, la armada llegó a Tazones, en Asturias, por el mal tiempo, lo que retrasó aún más el viaje.

El 9 de febrero de 1518 las Cortes de Castilla, reunidas en Valladolid, juraron como Rey a Carlos. También le concedieron 600.000 ducados. Además, las Cortes hicieron una serie de peticiones al rey, entre ellas:

Aprender a hablar castellano.
El cese de nombramientos a extranjeros.
La prohibición de la salida de metales preciosos y caballos de Castilla.
Trato más respetuoso a su madre Juana, recluida en Tordesillas.
En Aragón la situación seguía siendo complicada. Carlos llegó a Zaragoza el 9 de mayo. Las sesiones de las Cortes de Aragón comenzaron el 20 de mayo y tras largas discusiones, el 29 de julio Carlos era jurado como Rey de Aragón. Juana era reconocida como Reina, pero por su incapacidad para gobernar, sus títulos quedaban sólo como "nominales". Además le fueron entregadas 200.000 libras.

El 15 de febrero de 1519 Carlos entraba en Barcelona, convocando a las Cortes el día siguiente. Tras un discurso muy parecido al que dio en Aragón, y las correspondientes deliberaciones, Carlos fue jurado junto a Juana el 16 de abril. La cuestión del dinero que debían aportar las Cortes se alargó hasta principios de enero de 1520, cuando finalmente le otorgaron 300.000 libras.

Mientras, el emperador Maximiliano I moría el 12 de enero de 1519. El 28 de junio Carlos era elegido como nuevo Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico en Fráncfort, y por ello decidió suspender el viaje hacia Valencia para ir a Alemania, convocando previamente Cortes castellanas en Santiago de Compostela para el 20 de marzo de 1520. De esta manera, Carlos envió a Adriano de Utrecht para que a través de él le juraran como rey y pudiera convocar Cortes en Valencia, pese a la ilegalidad, lo que provocó malestar entre los estamentos privilegiados; sin embargo debido a la querellas entre el brazo nobiliario (militar) y eclesiástico contra las Germanías, las Cortes no llegaron a celebrarse, y ante los disturbios, el rey envió un documento el 30 de abril de 1520 ofreciéndose guardar sus fueros y privilegios. Finalmente, el rey cumplió la legalidad foral y antes de ir a las Cortes Generales de Monzón, convocadas el 1 de junio de 1528, pasó por Valencia y juró sus fueros el 16 de mayo de dicho año.

Tras este largo proceso que duró cuatro años (sin contar la jura en Valencia), Carlos se convertía en el primer monarca en ostentar las Coronas de Castilla, Aragón y Navarra.

Conflictos en Castilla: las Comunidades (1520–21)
Artículo principal: Guerra de las Comunidades de Castilla
La llegada de Carlos a Castilla supuso la llegada de un joven inexperto que desconocía las costumbres e idioma de su reino, dado lo cual depositó su confianza en sus colaboradores borgoñones que le habían acompañado desde los Países Bajos, a los que le procuró altas dignidades y acceso a rentas y riquezas. Esto molestó a los castellanos y así se lo hicieron saber en las Cortes de Valladolid de 1518, lo cual fue ignorado por el rey. Inmediatamente pasó el rey a Aragón, y a la larga, esto molestó a los castellanos ya que en Castilla había permanecido bastante menos tiempo, así que cuando conoció en Barcelona que había sido electo Rey de romanos convocó Cortes en Santiago de Compostela para conseguir subsidios para sufragar sus gastos en el extranjero, las ciudades se opusieron puesto que no entendían la preferencia de los intereses en Alemania frente a los castellanos y requerían su presencia en el reino. Finalmente el servicio se aceptó y Carlos embarcó para Alemania, nombrando como regente al cardenal Adriano de Utrecht. El malestar se fue extendiendo por Castilla, y el incendio de Medina del Campo extendió el foco de la rebelión comunera por Castilla. Las revueltas antiseñoriales provocaron que la nobleza apoyara al emperador, y el movimiento fue perdiendo aceptación en las ciudades. Finalmente los comuneros, al mando de Juan de Padilla, fueron vencidos en la batalla de Villalar (Valladolid), y la vuelta del rey realizó cambios organizativos en el reino que se manifiestan sobre todo tras las Cortes de Valladolid de 1523.

Conflictos en Aragón: las Germanías (1519–23)
Artículo principal: Germanías
En los territorios de Levante se produjo el movimiento de las Germanías. Los artesanos de Valencia poseían el privilegio del reinado de Fernando el Católico para formar unas milicias en caso de necesidad de lucha contra las flotas berberiscas. En 1519 Carlos V permitió la formación de esas milicias y se pusieron al mando de Joan Llorenç.

En 1520 cuando se produjo una epidemia de peste en Valencia y los nobles abandonaron la zona, la milicias se hicieron con el poder y desobedecieron la orden de Adriano de Utrecht de su inmediata disolución. En pocos días el movimiento llegó a las islas Baleares en donde duró hasta 1523.

Después de la derrota de los comuneros, el ejército acabó con el conflicto de las Germanías.

La organización del Imperio Español: el sistema polisinodial
Retrato por Tiziano, 1532–1533.Con este nombre se ha dado en llamar al modo de organización interna del Imperio Español en una serie de Consejos, cuyas bases fueron puestas entre 1521 y 1523, una vez solventados los problemas de la elección imperial y de los comuneros. Parece ser fue el Gran Canciller Gattinara quien propuso a Carlos I un "Consejo Secreto de Estado", que se convirtió en el germen del que seria llamado simplemente "Consejo de Castilla", que fue el modelo de los demás.

Se ha tendido a relacionar a estos Consejos con algunos modelos colegiados parecidos de los tiempos de los Reyes Católicos, lo que es cierto en cuanto a que su composición y funcionamiento interno. No obstante, aquellos no llegaron a tener la institucionalización y el influjo del sistema establecido por Carlos I y que, con modificaciones y decadencia, perviviría prácticamente hasta Felipe V.

Los Consejos estaban compuestos por personas escogidas personalmente por el Rey (cumpliéndose una serie de reglas no escritas a la hora de escogerlos) que, bajo la presidencia del mismo Rey o de algún representante suyo (la mayoría de las veces) discutían sobre algún tema. El Rey siempre tenía la última palabra, pero no es imposible comprender el poder que acumulaban: primero, porque el Consejo era el lugar donde el Rey pulsaba las posiciones de diversas facciones nobiliarias, eclesiásticas o cortesanas. Segundo, porque en épocas en las que el monarca no estaba capacitado (enfermedad, guerra, etc.), ellos eran los verdaderos gobernantes en su área de acción. Tercero, porque, en aquella época, el poder legislativo, ejecutivo o judicial no estaban estrictamente separados, por lo que los Consejos se convirtieron en una especie de Tribunales de Apelación; cuarto, porque, como ahora veremos, ciertos Consejos tenían unidas tareas mundanales y espirituales, por lo que solían tener las llaves del prestigio social (Consejo de Órdenes, por nombrar el caso más claro), de importantes ingresos económicos (Consejo de Cruzadas) o de clave política (Consejo de la Inquisición).

En este orden destaca la importante labor de los secretarios. Los secretarios de los Consejos eran los encargados de trasladar al Rey las deliberaciones de los Consejos y de trasladar a los miembros del Consejo las decisiones y resoluciones del Rey. No obstante, su poder iba más allá de esto, pues se convirtieron en los verdaderos gestores de la voluntad Real: de sus transcripciones dependía la exactitud con que el monarca percibía las declaraciones de los miembros de los Consejos, aceleraban o retrasaban la entrega de las deliberaciones al Monarca, daban su parecer al mismo (hay que recordar que ellos eran los que trataban a diario con él) y traficaban con la información privilegiada que tenían. Muchos autores de la época denunciaron sus tejemanejes y fueron protagonistas de no pocos escándalos políticos (especialmente con Felipe II).

Consejo de Castilla:
Artículo principal: Consejo de Castilla
Indudablemente el más importante, en tanto que se ocupaban de los asuntos del Reino más importante para Carlos I. Además, era el de mayor prestigio. Se ocupó de la Regencia de Castilla durante un tiempo, y aunque su número varió con el tiempo, en él se reunían representantes de las principales casas nobiliarias de Castilla, dos o tres eclesiásticos y un número variable de licenciados. Sus principales funciones eran el gobierno del Reino de Castilla, así como la administración de justicia, siguiendo la labor de ‘tribunal de apelación’ antes comentada. De hecho, esta segunda función fue la más común, provocando la queja de algunos autores políticos de la época como Covarrubias, que señalaba que este Consejo se ocupaba más de pleitos que del gobierno, a pesar de los esfuerzos por parte de Carlos I de impedirlo.

Consejo de Estado:
Artículo principal: Consejo de Estado
Instrumento del Rey de España cuya finalidad era debatir sobre la política exterior del Reino. Presente ya en el Reinado de los Reyes Católicos, dentro del Consejo Real.

El Rey decide crear un consejo propio para los asuntos externos del Reino debido a la gran actuación exterior que marcó su reinado. Empieza a funcionar en 1526 cuando Solimán el Magnífico amenaza Austria.

Es el único Consejo que no tiene presidente, pues es el propio Rey el que asume esa función. Sus consejeros no son especialistas en leyes sino expertos en relaciones internacionales, como el Duque de Alba o Nicolás Perrenot. Los consejeros eran, por tanto, miembros de la alta nobleza y del alto clero.

En tiempos de Felipe II en ocasiones el monarca no presidía los consejos y, en su lugar, enviaba a su Secretario Antonio Pérez.

Su misión era asesorar al Rey sobre la política exterior y tenía el control de las embajadas de Roma, Viena (dinastía familiar de los Austrias), Venecia, Génova, y de las principales potencias de Europa: Francia, Inglaterra y Portugal.

A diferencia del Consejo de Castilla, en el que el Rey escuchaba a los consejeros y ejecutaba las conclusiones que le presentaban, en el Consejo de Estado era el propio Rey el que exponía los puntos a debatir, escuchaba a sus consejeros y, posteriormente, el mismo monarca tomaba las decisiones que habían de tomarse.

Consejo de Aragón:
Artículo principal: Consejo de Aragón
Hay que destacar una serie de excepciones de este Consejo: primero, que la presidencia recaía en el vicecanciller de Carlos I, debido a que se perpetuó una pragmática de tiempos de los Reyes Católicos; segundo, que la composición del Consejo se hacia por territorios, no por familias nobiliarias; tercero, que este Consejo vio recortadas sus funciones judiciales, funcionando de modo similar al de Castilla sólo para asuntos de Mallorca y Cerdeña. Cuarto, destaca el hecho que este consejo fue el más ignorado por Carlos V, esencialmente por problemas de nombramientos.

Consejo de la Santa Inquisición:
Artículo principal: Consejo de la Santa Inquisición
De existencia irregular, en un principio fue creado por Carlos I en 1535 para eliminar la jurisdicción temporal que la Inquisición gozaba. No obstante, en 1545 el entonces regente Felipe volvió a conceder la jurisdicción temporal a la Inquisición, y el Consejo se reconvirtió en un órgano mediador entre la jurisdicción ordinaria y el Santo Oficio.

Consejo de Órdenes:
Artículo principal: Consejo de Órdenes
Ya en tiempos de los Reyes Católicos, el rey Fernando eliminó la independencia de las órdenes militares convirtiéndose él mismo en maestre de las tres principales órdenes militares. Desde ese momento se detecta periódicamente una especie de reunión informal del Rey con los consejos del Maestre de dichas órdenes, a fin de administrar dichas instituciones. En 1523, el papa Adriano VI concedió las órdenes al Reino de Castilla, por lo que pasa a la jurisdicción real un importante patrimonio: dos ciudades, doscientas villas y un centenar de aldeas, repartidas en un territorio que, en el caso solamente de la Orden de Santiago, llegaba a ser el 4% del Reino de Castilla. Además se presentó el problema de que, al desaparecer la figura del Maestre, las Órdenes perdían el centro organizativo que las mantenía. Por todo ello, Carlos V decidió crear el Consejo de Órdenes, a fin de gobernar, administrar justicia y dar gracia en aquellos territorios.

Formado por los caballeros de las Órdenes, Carlos V aprovechó el Consejo para reducir gradualmente los privilegios de los que gozaban, especialmente por razones políticas pues muchos de ellos ayudaron a los Comuneros, pero escaparon del castigo en función de sus privilegios.

Al final, en tiempos de Felipe II, el Consejo de Órdenes se convertirá en una especie de Tribunal de Honor, pues el hábito pasará a ser un elemento de prestigio social y una garantía de limpieza de sangre, perdiendo todo su carácter de gobierno y justicia.

Consejo de Cruzada:
Artículo principal: Consejo de Cruzada
El Consejo de Cruzada, en un principio, fue creado para administrar las tres bulas concedidas por el Papado (Cruzadas, subsidio y excusado) con el presunto fin de ayudar al Reino a la lucha contra el infiel y al mantenimiento de la flota de galeras del Mediterráneo. Este consejo, formado normalmente por eclesiásticos, se ocupaba de la recaudación y gestión de las dichas bulas, que suponían una importante fuente de financiación del Imperio.

Consejo de Hacienda:
Artículo principal: Consejo de Hacienda
La creación de este Consejo en 1523 supuso una notable racionalización de la Hacienda castellana, que hasta aquel momento disponía de dos contadurías que continuamente se enfrentaban entre ellas (la Mayor, encargada de la recaudación de los impuestos y de su administración, y la de Cuentas, que se ocupaba de intervenir y verificar las cuentas de la anterior).

Este consejo estaba formado por tres consejeros, normalmente licenciados con experiencia en la burocracia de la Corte y cuatro asistentes (Tesorero, escribano de finanzas, contador y secretario). Así, sus competencias incluían el ejecutar los gastos, proponer nuevas fuentes de financiación, proponer presupuestos y pedir informes a los contadores (algo así como los actuales contables) de los demás Consejos. Obviamente, este Consejo se caracterizó por las continuas fricciones con los demás Consejos, agravados por el hecho que los miembros del Consejo de Hacienda raramente eran de importantes familias, al contrario que el resto de Consejos.

Consejo de Indias:
Artículo principal: Consejo de Indias
Fue fundado en 1511 y reformado más tarde por Carlos V, en 1524. Estaba compuesto, básicamente por un Presidente, un Gran Canciller, doce consejeros, el personal subalterno habitual y algunos puestos específicos de este Consejo de Indias, como el de Cronista oficial de Indias, Cosmógrafo y un oidor de la Casa de Contratación —que era también Superintendente de la Recopilación de las Leyes de Indias—, con cuatro oficiales.

En cuanto a sus competencias, tenía suprema jurisdicción en todo lo relativo a mar y tierra del Nuevo Mundo, en lo militar y lo político, en la paz y en la guerra, en lo civil y criminal; supervisaba el funcionamiento de la Casa de Contratación de Indias, en Sevilla; proponía los puestos de virreyes, generales de armadas y flotas, arzobispados y obispados en Indias; entendía también en algunos pleitos de justicia.

Su reinado en América
Durante su reinado, Hernán Cortés conquistó Nueva España (México), Francisco Pizarro conquistó el Imperio Incaico formando el Virreinato del Perú y Gonzalo Jiménez de Quesada conquistó el pueblo de los Chibcha, en la actual Colombia. Juan Sebastián Elcano dio la primera vuelta al mundo (1522), terminando el viaje que comenzó Fernando de Magallanes y sentando las primeras bases de la soberanía española en Filipinas y las Marianas.

Pedro de Mendoza, por su parte, concretó la primera fundación de Buenos Aires en la margen derecha del Río de la Plata. Poco tiempo después Juan de Salazar y Gonzalo de Mendoza fundaban Asunción que se convertiría en el centro motor de la conquista de la cuenca rioplatense y Pedro de Valdivia fundaba Santiago. Todo esto contribuiría a sentar el primer imperio global de la Historia bajo el reinado de su sucesor, Felipe II, donde se decía que «no se ponía el sol».

La guerra de Navarra
Artículo principal: Conquista de Navarra
Escudo de Carlos I de España (muralla de Viana) con las armas españolas de la Monarquía y las de Navarra en lugar preferente Aprovechando la Guerra de las Comunidades de Castilla con una parcial desmilitarización del Reino de Navarra se produjo la tercera contraofensiva de los navarros para recuperar el reino en 1521. En esta ocasión, Enrique II de Navarra con apoyo del rey francés Francisco I, y con una sublevación casi unánime de los habitantes de Navarra, que consiguió la recuperación en poco tiempo. Posteriormente los errores estratégicos del general francés André de Foix y la recomposición rápida del ejército español llevó a que tras una cruenta Batalla de Noáin fuera controlado de nuevo por parte de las tropas de Carlos I. Aun así se mantuvieron focos de resistencia en la zona del Baztán-Bidasoa produciéndose históricos enfrentamientos y asedios como en el Castillo de Maya, en la batalla del monte Aldabe o en el Asedio de la fortaleza de Fuenterrabía. Finalmente la vía diplomática, concediendo una amplia amnistía, y la renuncia de la Baja Navarra, que no llegó a controlar militarmente, llevó a conseguir el control de la Alta Navarra por el Emperador.

Rey de los romanos
Tras el fallecimiento de su abuelo el emperador Maximiliano I en enero de 1519, es elegido Rey de Romanos en octubre de ese año, en competencia con el rey de Francia Francisco I, lo que supuso un gasto enorme al que hizo frente buscando dinero en Castilla y en banqueros alemanes, como Jacobo Fugger. De este modo, reúne en su persona los territorios procedentes de la cuádruple herencia de sus abuelos: habsburguesa (Maximiliano I), borgoñona (María de Borgoña), aragonesa (Fernando el Católico) y castellana (Isabel la Católica).

Regresó a Alemania para ser coronado rey y estuvo ausente de España hasta 1522. El 23 de octubre de 1520 fue coronado rey de romanos en Aquisgrán y tres días después fue reconocido emperador electo.

El ideal del Emperador fue el ideal humanista de la Universitas Christiana, la supremacía de la autoridad imperial sobre todos los reyes de la Cristiandad, al modo de las pretensiones de los Hohenstaufen. Frente a estos ideales universalistas mostraron su desacuerdo el rey francés Francisco I y el Papa. De ahí que estuviera constantemente en lucha con ambos durante su imperio.

Véase también: idea imperial de Carlos V
Las luchas contra los turcos
En 1516, el príncipe Selim de Argel pidió ayuda al corsario Baba Aruj, más conocido como Barbarroja, para deshacerse del sometimiento de Castilla. Aruj acudió en calidad de amigo, pero tras atacar Argel y expulsar a los españoles de la ciudad, mató a Selim y se autonombró rey. El cardenal Cisneros, regente de Castilla hasta la llegada de Carlos al reino, envió a una tropa de 8.000 hombres al mando de Diego de Vera para reconquistar la ciudad, pero su falta de instrucción militar provocó que fueran derrotados.

En 1517 Aruj se apoderó de Tremecén, ciudad tributaria del gobernador español de Orán, el marqués de Comares Diego Fernández de Córdoba. Al año siguiente, éste derrotó y mató al corsario y su hermano Jeireddín se proclamó rey de Argel. Tras enterarse de la noticia, Carlos decidió reconquistar inmediatamente la ciudad, enviando a Hugo de Moncada al mando de una expedición formada por 7.500 soldados. El consejo de guerra celebrado el 17 de agosto decidió esperar la ayuda ofrecida por el rey de Tremecén, pero una fuerte tempestad asoló la flota española siete días después y Hugo de Moncada se vio obligado a retirarse.

Retrato de Solimán el Magnífico, sultán del Imperio Otomano.Tras la muerte de Selim I en 1520, su hijo único Solimán el Magnífico se convirtió en el nuevo sultán del Imperio Otomano e inició una ofensiva en los Balcanes y en el mar Mediterráneo. En 1521 saqueó y quemó la ciudad de Belgrado y en los años siguiente continuó avanzando hacia el Reino de Hungría. El 29 de agosto de 1526 Solimán venció al rey Luis II de Hungría en la Batalla de Mohács y Fernando de Habsburgo fue nombrado como sucesor por su matrimonio con Ana, hermana del rey húngaro. Con la ayuda de los príncipes alemanes protestantes y de buena parte de la nobleza castellana, Carlos acudió en 1532 en ayuda de su hermano para defender Viena del ataque de Solimán, pero Francisco I de Francia, quien temía que el emperador derrotara a los turcos y así se centrara en la guerra contra él, aconsejó al sultán que no atacara al ejército imperial y éste acabó retirando sin ofrecer apenas batalla.

Ese mismo año Jeireddín Barbarroja logró expulsar a los españoles del Peñón de Argel y en 1533 se alió con Solimán, quien le nombró almirante de flota. Al año siguiente el corsario tomó Túnez y, ante esta situación, Carlos organizó dos operaciones de diferente fortuna. La primera fue la conocida como la Jornada de Túnez, en 1535, por la que se le arrebató Túnez a Barbarroja y la segunda, la Jornada de Argel, en 1541, que fracasó debido al mal tiempo.

Las guerras con Francia
Sostuvo cuatro guerras con Francisco I de Francia, que también aspiraba a la corona imperial, y al que Carlos exigía la devolución de Borgoña.

En la primera guerra (1521–1526), Francia, se apoderó del Milanesado y ayudó a Enrique II a recuperar el Reino de Navarra, tras su conquista en 1512. Sin embargo el monarca francés fue derrotado y hecho prisionero, junto al monarca navarro, en la batalla de Pavía. Francisco fue llevado a Madrid en donde firmó el Tratado de Madrid (1526), por el cual no volvería a ocupar ni el Milanesado ni apoyaría al rey de Navarra (pacto que renunció meses después por firmarlo bajo coacción) y entregaría Borgoña a Carlos, además de renunciar a Flandes e Italia.
En la segunda guerra (1526–1529) las tropas imperiales asaltaron y saquearon Roma (Saco de Roma), obligando al papa Clemente VII, aliado de Francisco I —tras la Liga de Cognac—, a refugiarse en el castillo de Sant´Angelo. Mediante la Paz de Cambrai, España renunció a Borgoña a cambio de que Francisco I renunciara a Italia, Flandes y el Artois, además de entregar la ciudad de Tournay. Coronado por el papa como emperador del Sacro Imperio Romano (1530), Carlos I continuó sus luchas contra Francia.
La tercera (1535–1538) se produjo por la invasión francesa del ducado de Saboya, aliado de España, con la intención de continuar hacia Milán. Acabó con la firma de la tregua de Niza debido al agotamiento de ambos contendientes.
La cuarta (1542–1544) concluyó debido a la reanudación del conflicto con los protestantes en Alemania. Agotados, los dos monarcas firmaron la Paz de Crépy, mediante la cual España perdió territorios del norte de Francia —como Verdún, etc.— y próximos a Flandes; una vez más Francia renunciaba a Italia y Países Bajos, entrando Milán en la política matrimonial mediante un previsible enlace hispano-francés.
La aparición del Protestantismo
Carlos V a caballo en Mühlberg por Tiziano.Como Soberano, después de la imposición de la Corona Imperial por mano del pontífice (1530), Carlos se sentía obligado a dedicarse completamente a la solución de los problemas que el luteranismo había creado en Europa y en Alemania en particular, con el fin de salvaguardar la unidad de la fe cristiana contra el embate de los turcos. Antes, en 1523 había cedido las islas de Malta y Gozo, así como Trípoli a la Orden de Malta.

En el mismo año 1530 convocó la Dieta de Augsburgo, en la cual se enfrentaron luteranos y católicos sobre las llamadas Confesiones de Augsburgo. Carlos confirmó el Edicto de Worms de 1521, es decir la excomunión para los luteranos, amenazando la reconstitución de la propiedad eclesiástica. Como respuesta, los luteranos, representados por las llamadas «órdenes reformadas», actuaron dando vida a la Liga de Esmalcalda (1531). Tal coalición, dotada de un ejército y de una caja común, fue llamada también la «liga de los protestantes».

Es claro que los seguidores de la doctrina de Lutero asumieron la denominación «protestantes» en cuanto ellos, reunidos en «órdenes reformadas», en el curso de la segunda Dieta de Espira de 1529, protestaron contra la decisión del Emperador de restablecer el Edicto de Worms: edicto que había sido suspendido en la precedente Dieta de Espira (1526).

Reconociendo que era necesaria una reforma y para intentar resolver el problema, el pontífice Pablo III convocó un Concilio ecuménico en la ciudad de Trento, cuyos trabajos comenzaron oficialmente el 5 de diciembre de 1545. Concilio del que ni el Rey ni el emperador vieron la conclusión, así como tampoco el papa que lo había convocado.

Tras la negativa de los protestantes a reconocer el Concilio de Trento, el emperador comenzó la guerra en el mes de junio de 1546, con un ejército armado por el pontífice, al mando de Octavio Farnesio, otro austríaco mandado por Fernando de Austria y otro de los soldados de los Países Bajos al mando del Conde de Buren. También apoyaba al Emperador, Mauricio de Sajonia que había sido hábilmente apartado de la Liga de Esmalcalda. Carlos V consiguió una contundente victoria en la batalla de Mühlberg en el 1547, poco después los príncipes alemanes se retiraron y se subordinaron al Emperador.

A pesar de su victoria no logró el anhelado deseo de unificar política y socialmente el luteranismo con el catolicismo, por lo que tan sólo ocho años después, en 1555, se vio obligado a suscribir la «Paz de Augsburgo» por medio del cual se reconocía el inalienable derecho de los alemanes de adherirse a la confesión católica o al luteranismo. Dando fin, aunque sea de manera temporal, al largo conflicto surgido por la Reforma.

Abdicación y herencia de Carlos V
Después de tantas guerras y conflictos, Carlos V entró en una fase de reflexión: sobre sí mismo, sobre la vida y sus vivencias y, además, sobre el estado de Europa. La vida terrenal de Carlos estaba llegando a su conclusión.

Los grandes protagonistas que junto con él habían trazado la escena europea en la primera mitad del siglo XVI habían fallecido: Enrique VIII de Inglaterra y Francisco I de Francia en 1547, Martín Lutero en 1546, Erasmo de Rotterdam diez años antes y el papa Pablo III en 1549.

El balance de su vida y de aquello que había completado no era del todo positivo, sobre todo en relación con los objetivos que se había fijado. Su sueño de un Imperio universal bajo los Habsburgo había fracasado; así como su objetivo de reconquistar Borgoña. Él mismo, aunque autonombrándose el primer y más ferviente defensor de la Iglesia Romana, no había conseguido impedir el asentamiento de la doctrina luterana. Sus posesiones de ultramar se habían acrecentado enormemente pero sin que sus gobernadores hubiesen podido implantar estructuras administrativas estables. Pero tenía consolidado el dominio español sobre Italia, que se aseguraría después de su muerte con la Paz de Cateau-Cambrésis en 1559 y duraría ciento cincuenta años.

Carlos V comenzaba a tener conciencia de que Europa se encaminaba a ser gobernada por nuevos príncipes, los cuales, en nombre del mantenimiento de los propios Estados, no intentaban mínimamente alterar el equilibrio político-religioso al interior de cada uno de ellos. Su concepción del Imperio había pasado y se consolidaba España como potencia hegemónica.

En las abdicaciones de Bruselas (1555–1556), Carlos I deja el gobierno imperial a su hermano, el rey de romanos Fernando (aunque los electores no aceptaron su renuncia formalmente hasta el 3 de mayo de (1558 ) y la de España y las Indias a su hijo Felipe. Regresó a España en una travesía en barco desde Flandes hasta Laredo, con el propósito de curar la enfermedad de la gota en una comarca de la que le habían hablado por su buen clima y alejada de las grandes ciudades, la comarca extremeña de La Vera. Tardó 1 mes y 3 semanas en llegar a Jarandilla de la Vera, lugar donde se hospedó gracias a la hospitalidad de los Condes de Oropesa que cedieron su castillo en dicha villa al Rey Carlos I. Allí esperó desde noviembre de 1556 hasta el día 3 de febrero de 1557, a la espera de que finalizaran las obras de la casa palacio que mandó construir junto al Monasterio de Yuste. En este plácido lugar permaneció un año y medio en retiro, alejado de las ciudades y de la vida política, y acompañado por la orden de los Jerónimos, quienes guiaron espiritualmente al monarca hasta sus últimos días. Finalmente, un 21 de septiembre de 1558 falleció de paludismo tras un mes de agonía y fiebres, causado por la picadura de un mosquito proveniente de las aguas estancadas de uno de los estanques construidos por el experto en relojes e ingeniero hidrográfico Torriani.

En su testamento reconoció a Juan de Austria como hijo suyo nacido de la relación extramatrimonial que tuvo con Bárbara Blomberg en 1545. Lo conoció por primera vez en una de las habitaciones de la casa palacio del Monasterio de Yuste.

«D. Carlos, por la divina providencia emperador semper augusto». Semblanza del César
El embajador veneciano Gaspar Contarini hacía la siguiente descripción del Emperador a los 25 años de edad:

Es de estatura mediana, mas no muy grande, ni pequeño, blanco, de color más bien pálido que rubicundo; del cuerpo, bien proporcionado, bellísima pierna, buen brazo, la nariz un poco aguileña, pero poco; los ojos ávidos, el aspecto grave, pero no cruel ni severo; ni en él otra parte del cuerpo se puede inculpar, excepto el mentón y también toda su faz interior, la cual es tan ancha y tan larga, que no parece natural de aquel cuerpo; pero parece postiza, donde ocurre que no puede, cerrando la boca, unir los dientes inferiores con los superiores; pero los separa un espacio del grosor de un diente, donde en el hablar, máxime en el acabar de la claúsula, balbucea alguna palabra, la cual por eso no se entiende muy bien.

Matrimonio e hijos
El 11 de marzo de 1526 Carlos I se casó en Sevilla con su prima Isabel de Portugal, hermana de Juan III de Portugal (quien en 1525 se había casado con la hermana de Carlos I, Catalina de Austria). Con ella tuvo 5 hijos:

Rosa rojaFelipe II de España (21 de mayo de 1527 – 13 de septiembre de 1598).
Rosa rojaMaría de Habsburgo (21 de junio de 1528 – 26 de febrero de 1603), quien en 1548 se casó con su primo hermano, el que sería más adelante el emperador Maximiliano II, con el que tendría quince hijos.
Rosa rojaFernando (1530).
Rosa rojaJuana de Austria (26 de junio de 1537 – 7 de septiembre de 1573), quien en 1552 se casó con Juan Manuel de Portugal, príncipe de Portugal.
Rosa rojaJuan (20 de abril de 1539 – 20 de abril de 1539).

 
Hijos extramatrimoniales. 
Rosa roja Isabel de Castilla (¿1518?), cuya madre parece haber sido la reina viuda Germana de Foix. 
Rosa roja Margarita de Austria o Margarita de Parma (28 de diciembre de 1522 – 18 de enero de 1586), cuya madre fue Juana Van der Gheest. 
Rosa roja Juana de Austria (1522 – 1530), cuya madre fue una dama de Nassau, al parecer de noble cuna. 
Rosa roja Tadea de Austria (¿1523? – ca. 1562), cuya madre fue Orsolina della Penna. Se casó con un tal Sinidaldo di Copeschi. 
Rosa roja Don Juan de Austria (24 de febrero de 1547 – 1 de octubre de 1578), cuya madre fue Bárbara Blomberg.

 

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https://youtu.be/vLN1rLKh85o
 
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