lunes, 21 de marzo de 2016

María Antonia Fernanda de Borbón

 

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Hija de Felipe V e Isabel de Farnesio, la joven se convirtió en soberana de las tierras sardas tras su matrimonio con Victor Amadeo III

Entre las reinas de origen español, María Antonia Fernanda de Borbón (1729-1785), Soberana de Cerdeña, ocupa un lugar discreto, quizás debido a su escaso interés por los asuntos de estado y la prácticamente nula influencia que ejerció sobre las decisiones políticas de su marido, el rey Víctor Amadeo III (1726-1796), con el que, no obstante, protagonizó un matrimonio a todas luces feliz. Mujer de indiscutible belleza, su vida estuvo marcada principalmente por el rechazo que recibiría del Delfín de Francia Don Luis  a casar con ella, prefiriendo para ello a su hermana María Teresa. Pese a que su destino bien hubiera podido ser otro, la biografía de María Antonia Fernanda merece en cualquiera de los casos nuestra atención.

Nace María Antonia Fernanda – su último nombre de pila hacía referencia a su hermanastro y en aquellos momentos Príncipe de Asturias y futuro Rey Fernando el 17 de noviembre de 1729 en el Real Alcázar de Sevilla la Corte española tuvo por circunstancias políticas su sede en Sevilla entre 1729 y 1733 -,siendo la benjamina del matrimonio formado por el rey Felipe V de España (1683-1746) y la segunda esposa de éste, Isabel de Farnesio (1692-1766). Las crónicas relatan cómo la capital andaluza se echó a las calles para celebrar el nacimiento de la infanta María Antonia y cómo se celebraron espectáculos de fuegos artificiales y corridas de toros en homenaje a la pequeña hija de los Reyes. Pese a que los pocos días de nacer la hija de los Reyes sufriría un fortísimo catarro que haría incluso temer por su vida, afortunadamente la pequeña lo superaría curándose con celeridad. Los primeros años de vida de la Infanta transcurren pues en Sevilla, donde la niña pasa los que, son primeros años de vida de la Infanta transcurren pues en Sevilla, donde la niña pasa los que, como ella misma siempre recordará, fueron los mejores instantes de su vida, como un memorable viaje que la Familia Real realizó a Granada – residieron en La Alhambra – o sus días en el coto de Doñana o en el Soto de Roma.

El rey Felipe V de España (1683-1746) y la segunda esposa de éste, Isabel de Farnesio (1692-1766), padres de María Antonia Fernanda de Borbón

No sería hasta 1733 que la Familia Real regresara a Madrid. Varios factores obligaron a esta mudanza, entre ellas la profunda depresión en la que estaba sumido el Rey, que, según el testimonio del embajador francés en España en esa época, ni siquiera tenía fuerzas para abandonar la cama por las mañanas.  Su esposa, la de Farnesio, mujer de acción, decidió pues volver a la capital del Reino, donde la Soberana intentaría por todos los medios alegrar a su marido, ya fuera con música – hizo traer por ejemplo al mítico castrato italiano Farinelli (1705-1782) -, con la adquisición de carísimas obras de arte o a través de la gastronomía, al contratar a los mejores chefs de Europa. Si bien, la salud del Rey mejoraría en algunos momentos, su carácter se mantendría apesadumbrado hasta el momento de su muerte, el 9 de julio de 1746, al lado de su amantísima esposa.

Si bien la gran obsesión de Isabel de Farnesio fue el bienestar de su marido, sería injusto obviar que la gran Reina parmesana fue asimismo una madre notable, siempre preocupada por la educación de sus hijos – aunque algunos cortesanos la acusaban de malcriarlos, al concederles no pocos caprichos – y atenta a que su futuro fuera el mejor posible tanto para ellos como para la dinastía a la que representaban. Éste sería el caso de la pequeña María Antonia Fernanda, cuyo destino dependería en buena medida de la toma de decisiones de su progenitora.

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El hecho de que el Delfín de Francia, don Luis Fernando de Borbón, hubiera nacido apenas unas semanas antes que la Infanta, parecía indicar, al menos para los consejeros más cercanos a los Reyes de España y desde luego para la propia Isabel de Farnesio, que ambos estaban condenados a unirse en el futuro. Llegada a la juventud María Antonia el plan se puso en marcha, alcanzándose a un acuerdo entre Francia y España para que se produjera un doble matrimonio: por un lado, María Antonia casaría con el príncipe Luis y, por otro, el infante Felipe (1720-1765), Duque de Parma, contraería matrimonio con Luisa Isabel de Francia (1727-1759). La madre de María Antonia accedió al plan, si bien se mostró partidaria de que María Antonia cumpliera algunos años más antes de llevarla al altar.

EL 'RECHAZO' DE LUIS DE FRANCIA
Mucho se ha discutido sobre la sucesión de acontecimientos que llevarían a que el matrimonio de María Antonia con el Heredero galo no se produjera. La teoría más plausible es, no obstante, que los consejeros del Rey francés se inquietaran por la tardanza de María Antonia en dar el sí quiero y que, incluso, se decantara por Federico Cristián de Sajonia (1722-1763), quien ya había manifestado su interés en casar con la española, posibilidad que, por otro lado, no desagradaba a Isabel de Farnesio, siempre reacia a llegar a alianzas con los franceses. Sea como fuere, don Luis de Francia renunciaría a casar con María Antonia, optando finalmente por una hermana mayor, María Teresa Rafaela. María Antonia queda pues en una situación comprometida, poco menos que repudiada por el Heredero francés y sin candidatos para esposar.

Las ironías del destino llevarían a que la infanta María Teresa, que había casado con Don Luis en febrero de 1745, muriera apenas año y medio después del matrimonio, después de dar a luz a la pequeña María Teresa, quien a su vez fallecería, apenas una niña, en 1748. El varapalo para el Delfín fue mayúsculo – se cuenta que se abrazó al cadáver de su esposa durante horas y que solo su padre, el Rey, consiguió apartarle del lecho de muerte de la Infanta -. Una vez viudo el Delfín, volvió a surgir la idea de que casara en segundas nupcias con María Antonia, pero el Luis XV (1710-1774) se negó a aceptar ese arreglo, alegando que se trataría de poco menos que un incesto. El Heredero terminaría casándose con María Josefa de Sajonia (1731-1767), con la que tendría numerosos retoños, entre ellos el futuro Luis XVI (1754-1793).

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Evidentemente, Isabel de Farnesio había comenzado ya la búsqueda de un candidato idóneo para su hija pequeña. El elegido no sería otro que Víctor Amadeo, Duque de Saboya, primogénito de Carlos Manuel III de Cerdeña (1701-1773) y de Polixena Cristina de Hesse-Rotenburg (1706-1735). El matrimonio, celebrado el 31 de mayo de 1750, además de solucionar el problema de la soltería de María Antonia, venía a fortalecer los lazos entre los Reinos de España y de Cerdeña, enfrentados apenas unos años antes en la llamada Guerra de Sucesión Austriaca.

UNA REINA DISTANTE E IMPOPULAR
El matrimonioa haber sido producto de acuerdos políticos, muy feliz. La Reina, aunque nunca popular entre su pueblo de adopción – fue siempre descrita como distante y poco sociable -, fue muy respetada, valorándose especialmente su importación de lde María Antonia y Víctor Amadeo, que accedería al trono sardo en 1773, fue, pese a etiqueta y protocolo españoles en tierras transalpinas, así como por su amor por la cultura más refinada, algo que había aprendido de su madre. A diferencia de ésta, María Antonia jamás mostraría interés por la política y tampoco gustó de tomar partido
en conspiraciones o intrigas palaciegas. La pareja tendría doce hijos, si bien tres de ellos morirían en la más tierna infancia.

En 1785 la Reina enfermaría, muriendo a los pocos días en el Castillo de Moncalieri, para ser enterrada en la Basílica Real de Superga, donde descansan la mayoría de los restos mortales de los Reyes italianos. Su marido, Víctor Amadeo, moriría once años después, tras un sufrir un fatal ataque de apoplejía.

El 31 de mayo de 1750, finalmente contrajo matrimonio en las cercanías de Turín con el Príncipe Víctor Amadeo III de Saboya, quien luego sería Rey de Cerdeña con el nombre de Víctor Amadeo III. La pareja tuvo doce hijos:

Red roseCarlos Manuel IV (1751-1819), Rey de Cerdeña, casado

Red rose con María Clotilde de Francia.

Red roseMaría Isabela (1752-1753), murió en la infancia.

Red roseMaría Josefina (1753-1810), casada con el conde de Provenza, futuro Luis XVIII de Francia. Sin descendencia.

Red roseAmadeo Alejandro, Duque de Montferrato (1754-1755), murió en la infancia.

Red roseMaría Teresa (1756-1805), casada con el Conde de Artois, futuro Carlos X de Francia. Tuvo descendencia.

Red roseMaría Ana Carlota (1757-1824), casada con su tío Benedicto de Saboya, Duque de Chablais. Sin descendencia.

Red roseVíctor Manuel I (1759 1824), Rey de Cerdeña, casado con la Archiduquesa María Teresa de Austria-Este. Tuvo descendencia.

Red roseMaría Cristina Fernanda (1760-1768), murió en la infancia.

Red roseMauricio José María (1762-1799), soltero. Murió de malaria.

Red roseMaría Carolina Antonieta (1764-1782), casada con el Rey Antonio I de Sajonia. Sin descendencia.

Red roseCarlos Félix (1765–1831), Rey de Cerdeña, casado con María Cristina de Borbón-Dos Sicilias. Sin descendencia.

Red roseJosé María Benedicto (1766-1802), Conde de Moriana y Asti. Murió de malaria. Sin descendencia.

La reina falleció en el Castillo de Moncalieri, en las afueras de Turín, y sus restos reposan en la Basílica de Superga junto a su esposo y al resto de los monarcas de la Casa de Saboya.

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sábado, 19 de marzo de 2016

Isabel de Francia, la reina loba.

Isabel de Francia

Reina consorte de Inglaterra, Regente, Princesa de Francia y Navarra.

Isabel de Francia nació en 1292. Fue la tercera y última de las hijas del Rey Felipe IV de Francia y de la Reina Juana I de Navarra. Además, fue hermana de los reyes Luis X, Felipe V y Carlos IV. Sus contemporáneos ingleses la llamaban la Loba de Francia (Louve de France).

Isabel de Francia fue sin duda una mujer desgraciada, hasta el punto que terminó sus días amargada y odiada por todos, la inicial pena que por ella sintieron sus súbditos, terminó transformándose en odio y rencor. Su propio hijo renegó de ella y ordenó su reclusión perpetua. Su pecado fue posiblemente el desear aquello que le fue negado por nacimiento: amor.
Isabel nace en el año 1292, su padre el Rey de Francia había preparado su boda con el heredero de la corona inglesa cuando ella tenía tan solo seis años, por lo que al cumplir los 16, los deseos de su padre se cumplieron y ella se casó con el Príncipe de Gales, El futuro Enrique II de Inglaterra. Hasta aquí todo era normal en la época, lo que torció todo fue la evidente homosexualidad de Enrique, manteniéndose siempre alejado de Isabel en lo que a cuestiones amorosas se refiere.

De este matrimonio nacieron 4 hijos:

Red roseEduardo III (castillo de Windsor, 13 de noviembre de 1312 - palacio Sheen, Surrey, 21 de junio de 1377), sucesor de su padre en el trono.

Red roseJuan (palacio de Eltham, 15 de agosto de 1316 - Perth, Escocia, 14 de setiembre de 1336), creado conde de Cornualles en 1328.

Red roseLeonor (palacio de Woodstock, 8 de junio de 1318 - abadía de Deventer, 22 de abril de 1355), casada con Reinaldo II, duque de Gueldres y conde de Züthpen.

Red roseJuana (Torre de Londres, 5 de julio de 1321 - castillo de Hertford, 7 de setiembre de 1362), casada con David II, rey de Escocia.

Así pasaron muchos años, totalmente frustrada en su matrimonio, hasta que tras el asesinato del amante de Enrique, este pareció cambiar de actitud hacia ella y durante un breve periodo de tiempo se dedicó a la tarea de traer al mundo un heredero. El caso es que lo consiguieron, dando así un respiro a Isabel que se refugió en su hijo una vez que su esposo volvió a su conducta “disoluta”. La situación en el país empeoró, puesto que la familia del nuevo amante del rey eran unos auténticos aprovechados. Enemistados con la reina, consiguieron que esta no aguantara más y decidiera huir a Francia, a casa de su padre. Allí consiguió que su hijo se reuniera con ella, permaneciendo el tiempo suficiente para reunir un ejercito de partidarios que pudiera oponerse a Enrique.
En Francia además, Isabel conoció al amor de su vida, un noble perseguido por oponerse a su esposo, llamado Mórtimer, con el que tendría una relación en secreto, puesto que aunque su marido podía hacer lo que quisiera con quien quisiera, si lo hacía ella podían condenarla  por adulterio... cosas de otras épocas¡¡.
Finalmente, en 1326 zarpan con un ejercito desde Francia, que al llegar a Inglaterra, destrona a Enrique II y le encarcela. Nombraron heredero al hijo de Isabel, con el nombre de Enrique III, pero como todavía era menor de edad, la reina quedó como regente.
En la práctica, era el amante de la reina quien tenía el poder, nombrándose “Guardián de Inglaterra”. También esto era común entonces, pero por desgracia, la pareja cometió los mismos errores que tanto habían criticado. Se rodearon de favoritos y cometieron todo tipo de arbitrariedades, Isabel solo hacía caso a su amor y su relación se hacía cada vez más evidente.  Por esto, su esposo estorbaba pues ella era oficialmente una regente adúltera y su amante no era oficialmente nada.
Así, Enrique II fue eliminado en su prisión, de una forma extremadamente cruel y sádica, tanto, que su  alarido de dolor fue tan grande que se oyó en toda la comarca. Lo que no debía haberse sabido se hizo evidente: el rey había sido asesinado. Todavía es un misterio quien lo ordenó....

Desde entonces Isabel pasó de ser una pobre reina maltratada por su marido, a ser una ramera extranjera, apodada como “la reina loba”, odiada por el pueblo y por su propio hijo, cansado de su actitud impúdica. Por ello un año más tarde, encabezando a un grupo de fieles, entró en sus estancias apresando a Mórtimer y ordenando encerrar a su madre en un castillo.

Una vez al año acudía a verla, pues seguía siendo su madre, pero no quedaba entre ambos ningún rastro de amor materno-filial. Isabel moría sola, humillada y abandonada por todos en el año 1358.  Además tuvo que contemplar como su hijo desencadenó una guerra contra Francia por los derechos dinásticos que ella representaba, fue la llamada Guerra de los 100 años.

 

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lunes, 7 de marzo de 2016

Muertes trágicas de reinas y princesas que han impactado al mundo

                                         Muerta en accidente automovilístico

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Diana, princesa de Gales (de soltera Diana Frances Spencer, Sandringham, Norfolk, 1 de julio de 1961 – París, 31 de agosto de 1997) fue la primera esposa del príncipe Carlos de Gales.
Es conocida internacionalmente como Lady Di. Durante su matrimonio con el príncipe Carlos de Gales, heredero de la Corona Británica, tuvo dos hijos, los príncipes Guillermo y Enrique
El 31 de agosto de 1997 falleció como consecuencia de un accidente automovilístico en el interior del Túnel de l'Alma, en la margen norte del río Sena en la ciudad de París, Francia. Junto a ella fallecieron también, su compañero Dodi Al-Fayed y el conductor del automóvil Henry Paul. El único sobreviviente del terrible accidente fue el guardaespaldas de Al-Fayed, Trevor Rees-Jones, el único que tenía puesto el cinturón de seguridad.
Dos años después de su trágica muerte, en 1999, un juez francés basándose en informes oficiales, llegó a la conclusión de que el accidente fue provocado por el conductor del vehículo, Henry Paul quien, tras haber consumido alcohol y antidepresivos, perdió el control del vehículo tras acelerar para evadir a unos paparazzis.

                       Grace de Mónaco *Muerta en accidente automovilístico*

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Gracia, Princesa de Mónaco, nacida Grace Patricia Kelly (12 de noviembre de 1929 - 14 de septiembre de 1982) fue una actriz estadounidense quien al contraer matrimonio con el Príncipe Raniero III de Mónaco, se convirtió en Su Alteza Serenísima la Princesa Gracia de Mónaco.
El 13 de septiembre de 1982 la princesa Gracia sufrió un accidente cuando conducía su coche por una carretera cercana a Mónaco, la misma que aparece en la película Atrapa a un ladrón, donde la Princesa y Cary Grant hacen un picnic. Llevaba a su hija Estefanía como acompañante, quien salió ilesa y de quien se rumoreó que era la que conducía el coche en el momento del accidente. Al día siguiente, la Princesa murió sin recobrar el conocimiento en el Centro Hospitalario Princesa Gracia. Tenía 52 años.
Grace está enterrada en la Catedral de San Nicolás junto con su esposo Raniero III, que nunca pudo superar la pérdida de su esposa.

                                                Ana Bolena *Decapitada*

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Fue reina de Inglaterra y conocida por su carácter fuerte, así como por su gran belleza según algunos. Hija de sir Thomas Boleyn que la llevó a Francia en 1519, para que se desenvolviera en la corte, como dama de honor de la reina Claudia. Regresó a Gran Bretaña. Dama de honor de la esposa de Enrique VIII Catalina de Aragón, llegó a inspirar tal pasión en el monarca que este se divorció de Catalina. El 25 de enero de 1532 la pareja contrajo matrimonio en secreto, y en mayo el arzobispo Cranmer declaró nulo el matrimonio con Catalina y legitimó la unión con Ana Bolena. En junio de 1533, Ana Bolena fue coronada como la legítima reina de Inglaterra. Con el tiempo, Ana quedó embarazada. Pero el gran sueño del Rey que era tener un hijo varón fue defraudado cuando nació su hija a la que llamaron Isabel. Esta niña fue posteriormente la Gran Isabel I, reina de Inglaterra y única heredera de Enrique VIII. En enero de 1536, Ana dio a luz a un niño muerto el mismo día en que Catalina de Aragón fallecia. Esta circunstancia unida al mal carácter de Ana y a que el Rey ya se había encaprichado con Jane Symour, dama de honor de Ana, hicieron que la reina perdiera el favor de Enrique. Acusada de traición y de adulterios. Fue condenada a muerte y decapitada en la Torre de Londres. Los amores entre Ana Bolena y Enrique VIII, y el consiguiente divorcio de Catalina de Aragón, fueron la causa directa del cisma de Inglaterra.

                         Isabel de Baviera (Sissi) *Asesinada*

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Fue una princesa bávara de la Casa de Wittelsbach conocida como Sissí. Nacida con la dignidad de duquesa en Baviera y con tratamiento de Alteza Real, fue hija del duque Maximiliano de Baviera y de la Princesa Real Ludovica de Baviera. Por matrimonio se convirtió en Emperatriz de Austria (1854-1898) y Reina Consorte de Hungría (1867-1898), entre otros muchos títulos inherentes a la Casa de Habsburgo-Lorena.
El 10 de septiembre de 1898, mientras paseaba por el Lago Lemán de Ginebra con una de sus damas de compañía, la condesa Irma Sztaray, fue atacada por un anarquista italiano, Luigi Lucheni, que fingió tropezarse con ellas, aprovechando el desconcierto para deslizar un fino estilete en el corazón de la Emperatriz. Al principio, Isabel no fue consciente de lo que había sucedido. Solamente al subir al barco que las estaba esperando, comenzó a sentirse mal y a marearse. Cuando se desvaneció, su dama de compañía avisó al capitán del barco de la identidad de la dama y regresaron al puerto. Ella misma desabrochó el vestido de la Emperatriz para que respirara mejor y, al hacerlo, vio una pequeña mancha de sangre sobre el pecho, causada por el estilete, que había provocado una mínima pérdida de sangre sobre el miocardio, suficiente para causar la muerte. Luigi Lucheni estaba en realidad planeando un atentado contra el pretendiente al trono francés, un príncipe de la Casa de Orléans, pero, al leer en un periódico que la visita del príncipe francés había sido anulada y que la Emperatriz se encontraba en la ciudad, decidió buscar en ella a la víctima perfecta para pasar a la posteridad. El cuerpo de la Emperatriz fue trasladado a Viena entre el gran cortejo fúnebre que el protocolo dictaba, siendo sepultada en la Cripta Imperial o Kaisergruft, en la Iglesia de los Capuchinos, en vez de en su palacio en la isla griega de Corfú, el Achilleion, donde deseaba recibir sepultura realmente, tal como indicó en su testamento.

                    Alejandra de Rusia *Asesinada a tiros*

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Aleksandra Fiódorovna Románova. Última emperatriz de Rusia antes de la Revolución de Octubre.
Al producirse la Revolución rusa en febrero de 1917, la Duma indujó a Nicolás II a su abdicación a despecho de Alix y fue confinada con su esposo y sus hijos en el palacio Alejandro, en Tsárskoye Seló, de donde salieron todos en agosto de ese año, con destino a Tobolsk, Siberia.
En la primavera del año siguiente fueron trasladados a la ciudad de Ekaterinburgo, donde fueron ejecutados en el sótano de la casa Ipátiev, en la madrugada del 17 de julio de 1918.
Después de la caída del régimen soviético, en la década del 90, sus restos fueron exhumados y sepultados con los de su esposo y tres de sus hijas en la catedral de San Pedro y San Pablo en San Petersburgo. Fue canonizada como mártir por la Iglesia Ortodoxa.

               María Antonieta de Austria *Muerta en la Guillotina*

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Princesa real de Hungría y de Bohemia, archiduquesa de Austria, reina consorte de Francia y de Navarra (1774–1789) y más tarde, de los franceses (1789-1792) por su matrimonio con Luis XVI.
En 1789 la situación de la Reina es insostenible. El 4 de mayo de 1789 se abren los Estados Generales. Después de la misa de apertura sube al púlpito monseñor de la Fare que, con duras palabras, ataca a María Antonieta denunciando el lujo desenfrenado de la Corte.
El 4 de junio muere el pequeño Luis José. Para evitar gastos se sacrifica el ceremonial en la basílica de Saint-Denis. La actualidad política no permite a la familia real un sepelio solemne. Conmocionada por este acontecimiento y desorientada por el cariz que toman los Estados Generales, María Antonieta se deja convencer por la idea de una contrarrevolución. En julio, Luis XVI destituye a Necker. La Reina quema sus papeles y recoge sus diamantes, trata de convencer al Rey para dejar Versalles e ir a un lugar seguro, lejos de París. Desde el 14 de julio un registro de proscripción circula por París. Los favoritos de la Reina están en primer lugar y la cabeza de la Reina tiene fijado el precio. Se la acusa de querer terminar con el Parlamento con una bomba y de mandar a las tropas sobre París.
El 1 de octubre se produce un nuevo escándalo: tras un banquete ofrecido a los guardias de corps de la Casa militar. París está indignado por estas manifestaciones monárquicas y por el banquete dado cuando hasta el pan le falta al pueblo. El 5 de octubre una manifestación de mujeres se dirige a Versalles pidiendo pan y diciendo que van en busca del "panadero" (el Rey), la "panadera" (la Reina) y el "pequeño aprendiz" (el Delfín). Al día siguiente, por la mañana, los amotinados, armados con picos y cuchillos, entran en el palacio, matan a dos guardias de corps y amenazan a la familia real, que se ve obligada a regresar a París escoltada por las tropas del Marqués de La Fayette y los amotinados.
Durante el trayecto se lanzan amenazas contra la Reina e incluso le enseñan una cuerda prometiéndole una farola en la capital para colgarla.
El 10 de octubre Luis XVI está de nuevo en París. Con María Antonieta deciden solicitar la ayuda de los monarcas extranjeros, el rey de España Carlos IV y José II, hermano de la Reina. Pero el Rey de España responde con evasivas y el 20 de febrero de 1790 José II fallece. La Fayette le sugiere a la Reina, con toda frialdad, que se divorcie.
La Reina está cada vez más sola. Su hermano el monarca Leopoldo II, le aconseja a su que acepte los dictados de la nueva Constitución.
El 20 de junio se produce la evasión y la desafortunada expedición a Varennes por la familia real.
Rápidamente París se da cuenta de la fuga, aunque La Fayette intenta hacer creer que el rey ha sido raptado por unos contrarrevolucionarios. La familia real, cerca de París, no se siente muy segura.
Desdichadamente, su coche lleva un retraso de más de tres horas, y así, cuando llegan al primer lugar de encuentro, el relevo de Pont-de-Somme-Vesle, las tropas prometidas se han retirado pensando que el rey ha cambiado de idea. Poco antes del mediodía el coche es detenido en Varennes-en-Argonne. El conductor del relevo precedente, en Sainte-Menechould, ha reconocido al Rey. Se producen unos momentos de nerviosismo, nadie sabe qué hacer y, durante este lapsus, la muchedumbre llega a Varennes. Por último, la familia real amenazada y en medio de una situación muy violenta, es devuelta a París.
Interrogado en París por una delegación de la Asamblea Constituyente, Luis XVI contesta con evasivas. Sus respuestas, hechas públicas, suscitan la ira del pueblo, que reclama el derrocamiento del Rey.
María Antonieta se entrevista secretamente con Antoine Barnave, que quiere convencer al rey para que acepte su papel de monarca constitucional. El 13 de septiembre, Luis XVI acepta la Constitución. El día 30, la Asamblea constitucional se disuelve y es reemplazada por la Asamblea legislativa, aunque se hacen patentes los rumores de guerra con las monarquías próximas, en primer término, Austria. El pueblo se revuelve contra María Antonieta, a la que califican de "monstruo femenina".
El 10 de agosto se produce la insurrección. Las Tullerías son asaltadas, el Rey se refugia en la Convención, que vota su suspensión provisional, y ambos son internados en el convento de los Feuillants. Al día siguiente, la familia real es transferida a la prisión del Temple. Allí moriría, casi dos años más tarde, su segundo hijo varón, a los 10 años de edad, conocido como Luis XVII, aunque por supuesto nunca reinó.
El 26 de diciembre la Convención vota a favor de la muerte de Luis XVI, que es ejecutado el 21 de enero de 1793. El 27 de marzo, Robespierre pregunta, por primera vez, delante de la Convención por la suerte de la Reina. El 13 de julio el Delfín es separado de su madre y confiado al zapatero Antoine Simon. El 2 de agosto es María Antonieta la que es separada de sus hijos y conducida a la Conciergerie para su reclusión. Su interrogatorio empezará al día siguiente.
El 14 de agosto de 1793, María Antonieta es puesta a disposición judicial ante el Tribunal revolucionario, presentándose como acusador público Fouquier-Tinville. Si en el juicio de Luis XVI se había intentado guardar las apariencias de una cierta equidad, no se hizo así con el proceso a María Antonieta. Se la acusa, de entenderse con las potencias extranjeras.
Fouquier-Tinville pide la pena de muerte y declara a la acusada: "enemiga declarada de la nación francesa". Los dos abogados de María Antonieta, Tronçon-Ducoudray y Chauveau-Lagarde, jóvenes e inexpertos, no logran contrarrestar el veredicto.
María Antonieta es condenada a la pena capital el 16 de octubre, dos días después del inicio del juicio, acusada de alta traición.
Al mediodía del día siguiente María Antonieta muere en la guillotina, sin haber querido confesarse con el sacerdote constitucional que le habían propuesto. Fue enterrada en el cementerio de la Madeleine, calle de Anjou-Saint-Honoré, con la cabeza entre las piernas. Su cuerpo fue exhumado posteriormente el 18 de enero de 1815 y transportado el 21 a Saint-Denis.
Tras la ejecución de María Antonieta se declaró la guerra entre Francia y Austria, poniendo fin a la alianza que había resistido hasta ese momento.

                          Cleopatra VII *¿Suicidio o asesinato?*

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Cleopatra Filopator Nea Thea, Cleopatra VII (en griego: Κλεοπάτρα Φιλοπάτωρ), fue la última reina del Antiguo Egipto de la dinastía Ptolemaica, también llamada Lágida, dinastía creada por Ptolomeo I Sóter, general de Alejandro Magno. Fue la última del llamado Periodo helenístico de Egipto.
Cleopatra nació hacia el 69 a. C. y murió en el 30 a. C. Era hija de Cleopatra V Trifena y de Ptolomeo XII Auletes, de quien heredó el trono en el 51 a. C., cuando tenía 18 años, junto con su hermano Ptolomeo XIII, de sólo 12, quien sería además su esposo (hecho frecuente en los matrimonios regios ptolemaicos).
Muerte de Cleopatra
Los planes de Octavio eran tomar a la reina como prisionera y exhibirla en Roma durante la tradicional ceremonia conocida como Triunfo, simbolizando con ello la superioridad y la victoria sobre la humillada enemiga a la que el pueblo de Roma tanto odiaba. Esto aumentaría más si cabe su respaldo popular e impulsaría decisivamente sus aspiraciones políticas.
Cleopatra se percató del final que le esperaba tras entrevistarse con Octavio, un hombre frío y calculador que a diferencia de César y Antonio no podría seducir o sugestionar de ningún modo. Viendo pues su futuro como esclava, tal vez en el reino del que había sido soberana (convertido ahora en la provincia romana de Egipto), Cleopatra eligió morir y tomó la decisión de suicidarse. Según la versión más extendida, pidió a sus criadas Iras y Charmion que le trajeran una cesta con frutas y que metieran dentro una cobra egipcia (el famoso áspid), responsable de su muerte, a finales de agosto del año 30 a. C. Otras versiones relatan que se quitó la vida al conocer el suicidio de su esposo. Antes de fallecer escribió una misiva a Octavio en la que le comunicaba su deseo de ser enterrada junto a Marco Antonio, y así se hizo. Se desconoce el lugar de su sepultura. Zahi Hawass la ubica en Taposiris Magna, a 30 Km de Alejandría, aunque las excavaciones realizadas en junio de 2008 descartaron esta hipótesis

           Astrid de Suecia *Muerta en accidente automovilístico*

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Astrid de Suecia (Astrid Sofia Louisa Thyra de Suecia) nació el 17 de noviembre de 1905 en Estocolmo y falleció en Schwyz, (Suiza), el 29 de agosto de 1935 a consecuencia de un accidente automovilístico. Fue reina consorte de Leopoldo III de Bélgica (desde 1934). Hija del Príncipe Carlos de Suecia (hijo de Óscar II) y la princesa Ingeborg de Dinamarca (hija de Federico VIII de Dinamarca).
Contrajo matrimonio con Leopoldo el 10 de noviembre de 1926. Instruida en la corte de Suecia, considerada poco formalista, la princesa recibió una educación burguesa, debido quizás a que sus padres habían perdido una gran parte de su fortuna en la quiebra de un banco danés. La pareja se conoció en 1926 en un baile en el palacio de Amalienborg de Copenhague.
Con su belleza y sencillez, Astrid conquista a los belgas. En 1935, en el momento más agudo de la crisis económica organiza una colecta de fondos y de objetos de primera necesidad para un comité de ayuda a a los parados.
Tras un corto reinado de dieciocho meses, muere la reina de los belgas en un accidente automovilístico, cuando su marido y ella deciden hacer una excursión. Astrid coge un mapa de carreteras y pregunta algo a su marido, que está conduciendo y que se inclina sobre el mapa... En un segundo de distracción, el coche salta por el parapeto que flanquea la carretera, desciende en picado por una pendiente y se estrella contra un árbol, contra el que Astrid se fractura el cráneo al salir despedida del coche. Muere en el acto.
En los funerales, Leopoldo se niega a montar sobre la carroza, y, herido, sigue a pie y en solitario el féretro de Astrid hasta la cripta real en Laeken.

 

                       Soraya de Irán *Muerte natural, vivió exiliada y tuvo una vida triste*Soraya de Irán *Muerte natural, vivió exiliada y tuvo una vida triste*

Soraya Esfandiary Bakhtiari o S.A.I. la Princesa Soraya del Irán, fue la segunda esposa de Mohammad Reza Pahlevi, último Shah o emperador de Irán.
Primero se estableció en Roma, Italia en su exilio. La Princesa Soraya intentó una breve carrera como actriz, protagonizando en 1965 la película I tre volti, con cuyo director, Franco Indovina (1932–1972), mantuvo una relación sentimental. Tras la muerte de Indovina en un accidente de aviación, la princesa se convirtió en un personaje asiduo de la prensa del corazón que la denominó «la princesa de los ojos tristes». A raíz de ese fallecimiento de su amigo especial, dejó para siempre Italia para radicarse en Francia.
Poco tiempo antes de su muerte, Soraya pudo al fin revelar el secreto en sus memorias privadas: ella no fue infértil como tal ha sido señalada por los médicos cercanos al Sha, sino que ellos inescrupulosamente manipularon los exámenes médicos de ella para convencer al Sha sobre la supuesta infertilidad de Soraya, perjudicada por la mentira creíble montada por aquellos galenos y de ahí vino el inesperado divorcio.
La Princesa Soraya de Irán murió en su apartamento en París, con 69 años. Está enterrada en Westfriedhof, un cementerio de Múnich, Alemania, junto a su familia. En 2002, su tumba fue profanada por los radicales musulmanes con pintadas acusándola de «parásito social»

                         Catalina de Aragón *¿Muerta por cáncer?*

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Infanta de Aragón y Castilla e hija de los Reyes Católicos, fue reina consorte de Inglaterra como la única esposa de Enrique VIII, según los católicos contemporáneos, y como la primera en una lista de un total de seis esposas para los fieles a la causa real. Enrique anuló el matrimonio, de 24 años de duración, por sus pretensiones con una cortesana de Catalina, Ana Bolena, y por la supuesta incapacidad de la Reina para engendrar un hijo varón. Fue la madre de la Reina María I de Inglaterra.
En enero de 1536, Catalina de Aragón murió de cáncer. Tras la noticia de su muerte, se dice que Enrique y Ana se engalanaron con ropas de color amarillo brillante. Algunos historiadores lo han interpretado como demostraciones públicas de alegría en cuanto a la muerte de Catalina, pero otros han indicado que el amarillo era el color nacional de España para el luto durante esa época, y lo vistieron como respeto por la difunta. Es dudoso que la pareja real hubiera celebrado en público la muerte de Catalina, puesto que Enrique la consideraba como la "Princesa viuda de Gales", la viuda de su hermano el príncipe Arturo.
Circularon rumores de que Catalina había sido envenenada (culpaban tanto a Ana como a Enrique); los rumores surgieron tras descubrir durante su embalsamamiento que su corazón estaba ennegrecido. Los expertos médicos modernos están de acuerdo en que la oscuridad del corazón de Catalina no era debido al envenenamiento, sino debido al cáncer de corazón, algo que no se conocía por entonces.

                                  María I de Escocia *Decapitada*

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María I de Escocia, llamada María Estuardo, reina de Escocia desde el 14 de diciembre de 1542 hasta 24 de julio de 1567. También denominada popularmente como María, reina de los escoceses, quizás sea la más conocida de los monarcas escoceses por su tempestuosa vida y trágica muerte.
El camino a la condena
El asesinato de su segundo marido y la boda con el conde de Bothwell fueron el inicio del fin de María. La nobleza escocesa les dio la espalda y tras varios levantamientos armados, María fue encarcelada. En 1567, obligada por las circunstancias e incapaz de reunir a su alrededor a un número suficiente de seguidores, María abdicó en favor de su hijo. Jacobo tenía entonces un año.
María sin embargo no se resignó. Intentó huir y reorganizar un ejército de seguidores pero no llegó muy lejos. Tras la derrota de su ejército en Langside, huyó a Inglaterra, donde sería capturada por los hombres de su gran enemiga Isabel I.
Condena por asesinato
El juicio que inició Isabel contra su prima tuvo como pretexto el asesinato de su segundo marido, el noble inglés, Lord Darnley. La verdadera razón radicaba en mantener a María el mayor tiemplo lejos de su país. Mientras, en Escocia, el hermano ilegítimo de María gobernaba en nombre de su pequeño sobrino.
María pasó 18 años cautiva. Tras esos largos años, Isabel decició ejecutarla. Los motivos fueron su implicación en varias conspiraciones para terminar con su vida y sentarse en el trono de una Inglaterra reconvertida al catolicismo. Acusaciones que nunca fueron del todo probadas.
Condenada por alta traición, María fue decapitada en una ejecución que ha pasado a la historia por su patetismo. Hasta tres golpes hubo de dar el verdugo para separar la cabeza de su cuerpo.

     Carolina de Brunswick *Muerte misteriosa ¿Envenenada?*

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Carolina de Brünswick-Wolfenbüttel nació en Brünswick, Alemania, el 17 de mayo de 1768, nacida Su Alteza Princesa Carolina de Brunswick, Duquesa de Brünswick-Wolfenbüttel, fue la tercera de los 7 hijos del duque Carlos II Guillermo de Brünswick-Wolfenbüttel, y de Augusta de Hannover, hermana del rey Jorge III del Reino Unido.
Se casó con su primo, el príncipe de Gales -futuro rey Jorge IV del Reino Unido- en el palacio de St. James, el 8 de abril de 1795. El príncipe, al conocerla, le pareció nada atractiva y sucia; además, sospechaba que ella no era virgen al momento de su matrimonio. Por su parte, Carolina también lo encontró a él poco atractivo, y en la correspondencia del príncipe se revela que sólo tuvieron 3 contactos íntimos durante su vida en común. La única hija legítima de Jorge, Carlota Augusta, nació de uno de esos contactos, el 7 de enero de 1796. El príncipe y la princesa de Gales nunca vuelven a vivir juntos después del nacimiento de su hija, y sus apariciones públicas las hicieron desde entonces por separado.
Se evita entonces que Carolina tenga participación alguna en la vida cotidiana de su hija, y eventualmente es desterrada -en 1799- a una residencia privada en Blackheath, conocida como "La Pagoda", en donde ella alegó haber tenido relaciones adúlteras con el político Jorge Canning y el almirante Sir Sidney Smith. Después de una investigación de su vida privada ordenada por su marido, Carolina abandona el país rumbo a Europa, dejando a su paso por el continente grandes deudas y varios amantes, siendo el más notorio de ellos el italiano Bartolomeo Pergami. Durante aquella época, la única hija de Jorge y Carolina, Carlota, casada con el príncipe Leopoldo de Sajonia-Coburgo-Saalfeld, muere al dar a luz a su único hijo, un niño nacido muerto.
La ascensión de su esposo al trono del Reino Unido en 1820 hizo que Carolina volviera a Inglaterra, iniciándose entonces los procedimientos legales para el divorcio. La Ley de Dolores y Penas fue introducida entonces en el Parlamento con el propósito de despojar a Carolina de su título de reina y disolver su matrimonio con el rey. La Ley no llegó a ser aprobada; sin embargo, Carolina permaneció en el exilio y le fue negada la entrada a la abadía de Westminster para ser coronada junto a su marido (19 de julio de 1821). Pese a los esfuerzos del rey por desprestigiarla, Carolina conservaba una gran popularidad entre las masas.
Aquella misma noche de la coronación, Carolina cayo enferma, vomitando y con el pulso débil. Falleció 2 semanas más tarde, el 7 de agosto de 1821, en Brandeburg House, en Hammersmith, Londres, a los 53 años de edad.
La causa exacta de su muerte nunca no se ha podido comprobar, a causa de la misma Carolina; sabiendo que estaba muriéndose, había pedido que no se le realizara una autopsia.
Incluso durante sus últimos momentos, ella era aseguró estar siendo custodiada por un hombre llamado Esteban Lushington, que entregaba sus reportes de la salud de Carolina al leal partidario del rey, Lord Liverpool. Exactamente el porqué de esta vigilancia de su lecho de muerte es aún de un total misterio, y la documentación correspondiente a su deceso fue tachada en uno de los extremos.
Aunque ella era legalmente reina del Reino Unido, fue sepultada -a petición suya- en su natal Brünswick.

                                    Catalina Howard *Decapitada*

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Al ser una adolescente atractiva, Catalina captó la atención del rey. Enrique anuló su matrimonio con Ana el 9 de julio de 1540 y se casó con Catalina -que había sido su amante durante dos meses- el 28 de julio del mismo año en el palacio de Oatlands, en Surrey. Enrique tenía casi 50 años mientras que Catalina estaba aún en la adolescencia.
Enrique, viejo y obeso, llenó a su joven esposa de joyas y otros regalos extremadamente caros. El rey desconocía el pasado de Catalina a la que consideraba una reina joven y virtuosa.
A pesar de todas estas riquezas, Catalina encontró que su matrimonio no le satisfacía. Le desagradaba el cuerpo de su esposo y buscaba entretenimientos amorosos en cualquier parte. Inició un romance con uno de los cortesanos favoritos del rey, Thomas Culpeper. Mientras su relación con Culpeper avanzaba, antiguos huéspedes de la casa de su abuela contactaron con Catalina. Para conseguir su silencio, contrató a algunos de ellos. Sus antiguos amantes Henry Mannox y Francis Dereham estaban entre ellos.
En 1541 aumentaron los rumores sobre la conducta de la reina. Uno de los antiguos compañeros de Catalina reveló la relación que la reina había mantenido con Francis Dereham. En un principio, el rey no quiso creerlo hasta que las evidencias fueron demasiado claras para negar el hecho.
Catalina fue puesta bajo vigilancia en sus aposentos, acompañada tan sólo de una de sus damas de compañía. Fue interrogada por los consejeros del rey en numerosas ocasiones. Se habló de divorcio y de exiliar a Catalina, hasta que se descubrió una carta de amor que le había escrito a Culpeper. Fue acusada de adulterio que, en el caso de la reina, significaba traición.
La reina fue encerrada en la abadía de Middlesex en invierno de 1541. Thomas Culpeper y Francis Dereham fueron ejecutados el 8 de diciembre de 1541. La viuda de su primo, lady Jane Rochford (cuñada de la reina Ana Bolena) fue ejecutada por haber sido auspiciadora de las relaciones de Catalina Howard con Thomas Culpeper. El caso de la reina llegó al parlamento en enero.
Fue llevada a la Torre de Londres el 10 de febrero de 1542. La noche anterior a su ejecución, Catalina pasó horas practicando como colocar su cabeza sobre el cadalso. Fue ejecutada el 13 de febrero de 1542. Llegó al cadalso con dignidad, aunque se la veía pálida y aterrorizada. Antes de morir, pidió perdón a su familia y rezó por la salvación de su alma. Su muerte fue rápida. Catalina fue enterrada en la capilla de San Pedro-ad-Vincula, junto a su prima Ana Bolena.

 

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martes, 1 de marzo de 2016

Ingrid de Suecia.

                             Casa de Bernadotte
                                           (por nacimiento)

                        Reina consorte de Dinamarca
     Casa de Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glücksburg
                                         (por matrimonio)

Princesa Ingrid de Suecia (hija de Margaret), más tarde reina de Dinamarca

Nacida en el seno de la Casa de Bernadotte, era la hija del rey Gustavo VI Adolfo de Suecia y de su primera esposa la princesa Margarita de Connaught.

La familia vivía en apartamentos en el palacio real de Estocolmo, en un edificio en Ulriksdal, cerca de la capital, y en una residencia de verano, castillo de Sofiero en Escania, en el sur de Suecia.

En 1920, cuando Ingrid  tenía tan sólo diez años, su madre murió de meningitis, durante el octavo mes de su sexto embarazo., el 1 de mayo de 1920, un acontecimiento que conmocionó a Suecia. Margarita tenía 38 años.

Fue la tercera de cinco hermanos y la única mujer y, quizás por ello, mantuvo una relación muy estrecha con quien, tres años después de fallecer su madre, se convertiría en su madrastra, la princesa Alexandra María Mountbatten.

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Ingrid fue educada en el sentido del deber y la seriedad. Ella era inteligente y estaba interesada en los deportes, en especial la equitación, esquiar y el tenis. También obtuvo muy pronto su licencia de conducir.

Fue bautizada como Ingrid Victoria Sofía Luisa Margarita en la Capilla Real del Palacio Real el 5 de mayo de 1910. Sus padrinos fueron: sus abuelos paternos, el rey Gustavo V y reina Victoria de Suecia; su bisabuela paterna, reina viuda Sofía; sus abuelos maternos, el duque y la duquesa de Connaught y Strathearn; su bisabuela paterna, la gran duquesa viuda de Baden; la gran duquesa Hilda de Baden; la duquesa viuda Teresa de Dalarna; la emperatriz Alejandra de Rusia; la princesa Alicia, condesa de Athlone; el príncipe Adalberto de Prusia; y el príncipe Jorge de Gales

La novia caminó hasta el altar del brazo de su padre

Su velo era el mismo que llevó su madre la princesa heredera Margarita en su boda con el príncipe heredero Gustavo Adolfo, quien se lo había pasado a su hija.

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Al traje de la novia se le agregaron muchos recuerdos de su madre,
la princesa llevaba una corona nupcial de ramitas de mirto de la planta que su madre plantó cuando Ingrid era niña. Los encajes y el velo que lució eran de su madre
El vestido en sí era refinadamente sencillo, de raso blanco con largas mangas estrechas, cintura ligeramente drapeada y una cola de seis metros con encajes.
En un hombro llevaba un broche en forma de Margarita que su padre le regaló en recuerdo de su madre y que Ingrid a su vez le regaló a su hija, la reina Margarita, por su sesenta cumpleaños. El ramo también llevaba mirtos y flores del de su madre, azucenas y mirto en las cintas.
El día de la boda, por la mañana, los príncipes realizaron una visita al Cementerio Real y depositaron flores en la lápida de la princesa heredera Margarita. A su enlace, oficiado por el arzobispo Erling Eidem, asistieron invitados reales de todas partes de Europa, siendo los más notables y admirados la reina Astrid de Bélgica y el príncipe Carlos. La catedral se decoró para la ocasión con lirios, hortensias y espuelas.
De su tío, el Duque de Connaught, la novia había recibido joyas y herencias familiares pertenecientes que su madre, la princesa heredera Margarita, obtuvo de niña. También recibió antiguas joyas de su abuela, pero el regalo más querido fue el que recibió de su padre, el príncipe heredero Gustavo Adolfo: un gran broche con forma de margarita hecha de platino, diamantes en forma de rosa, recuerdo de la princesa heredera Margarita. Ese mismo broche lo lució la reina Margarita en su boda.
El rey Gustavo V organizó un banquete de gala en el Palacio Real para el Rey belga y la Reina junto a los recién casados, los asistentes a la boda y otros invitados. La novia agradeció los ciudadanos suecos sus regalos de boda por radio, siendo esta la primera vez que un miembro de la realeza daba un discurso a través de este medio de comunicación.

Margarita es la hija mayor del príncipe Federico y de la princesa Ingrid de Suecia.

Ingrid de Suecia se convirtió en Reina de Dinamarca el 20 de abril de 1947 cuando su esposo asumió el trono. Por entonces, la pareja real tenía, además de Margarita, otras dos hijas: Benedicta, hoy princesa de Berleburg, y Ana María, reina de Grecia. y fue la reina madre de Dinamarca durante 28 años hasta su fallecimiento en Fredensborg.

Se casó con Federico, príncipe heredero de Dinamarca el , el 24 de mayo de 1935. Fruto de este matrimonio nacieron tres hijas:

Red roseMargarita de Dinamarca y Suecia (1940), posteriormente Margarita II de Dinamarca.

Red roseBenedicta de Dinamarca y Suecia (1944), posteriormente princesa consorte de Sayn-Wittgenstein-Berleburg.

 Red roseAna María de Dinamarca y Suecia (1946), posteriormente reina consorte Ana María de Grecia.

 

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domingo, 7 de febrero de 2016

Victoria Luisa de Prusia.

            Casa real de Hohenzollern (de nacimiento)
                  Casa de Hannover (por matrimonio)

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La princesa Victoria Luisa de Prusia;Nació 13 de septiembre de 1892 en el Palacio de Mármol, Potsdam,Prusia, Imperio alemán,  fue una princesa europea, duquesa de Brunswick. Hija del Emperador Guillermo II de Alemania y su esposa Augusta Victoria de Schleswig-Holstein, fue la única mujer entre los siete hijos del emperador y además fue la última en fallecer. Fue la abuela materna de la Reina de España, así como de sus hermanos Constantino II de Grecia e Irene de Grecia.

El Káiser Guillermo II con la pequeña Victoria Luisa su única hija.

El kaiser Guillermo II con la pequeña Victoria Luisa su unica hija.

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                                 Victoria Augusta (madre)

En 1912 llegó a la corte de su padre el Príncipe Ernesto Augusto, heredero de la Casa de Hannover, quien pidió su mano. La boda se celebra el 24 de mayo de 1913 con toda pompa en Berlín.

Ernesto Augusto III de Hannover

                          Ernesto Augusto III de Hanover.

Esta unión puso fin a las desavenencias entre las casas de Hanover y de Hohenzollern que comenzaron en 1866 después de la anexión del Reino de Hannover al Reino de Prusia luego de la guerra austro-prusiana.

Cabe anotar que esta boda fue uno de los últimos grandes eventos sociales de la realeza europea realizados antes de laPrimera Guerra Mundial; contó con la presencia del Rey Jorge V del Reino Unido y del zar Nicolás II de Rusia.

Su madre, la Emperatriz Augusta, quedó muy afectada ante la separación de su hija única.

Tras su muerte, fue enterrada en el mausoleo de los reyes de Hanóver, en el Herrenhauser Garten, junto a su marido, que había fallecido en 1953. Su hija Federica murió tan sólo dos meses después que ella.

Vivió lo suficiente para ver cómo su nieta Sofía subió al trono para convertirse en Reina de España.

Victoria Luisa y Ernesto Augusto III de Hannover tuvieron cinco hijos:

Red roseErnesto Augusto IV, Príncipe de Hannover 1914, padre de Ernesto de Hannover, el ex esposo de Carolina de Mónaco.

Red roseJorge Guillermo 1915, casado con Sofía de Grecia y Dinamarca.

Red roseFederica 1917, Reina de los helenos como esposa de Pablo I de Grecia, madre de la reina Sofía de España.

Red roseCristián Óscar 1919, casado en 1963 con Mireille Dutry.

Red roseWelfo Enrique 1923, casado en 1960 con la princesa Alejandra de Ysenburg y Büdingen.

Fallecimiento 11 de diciembre de 1980 (88 años)

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miércoles, 20 de enero de 2016

Isabel I de Rusia.

                                 Casa real Románov

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                   Emperatriz y autócrata de Toda Rusia

Isabel era la segunda hija del emperador Pedro I de Rusia y de Catalina I de Rusia. Sus padres se casaron en secreto en la catedral de la Santa Trinidad de San Petersburgo en noviembre de 1707. La ceremonia pública tuvo lugar en febrero de 1712. Fue nombrada zarevna el 6 de marzo de 1711 y zarévich el 23 de diciembre de 1721.

Pedro I el Grande

                                   Pedro el Grande

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                                Catalina I de Rusia

De los doce hijos de Pedro y Catalina (cinco niños y siete niñas), sólo dos, Ana Petrovna e Isabel Petrovna sobrevivieron a la infancia. Ana Petrovna estuvo prometida al duque de Holstein-Gottorp, sobrino del fallecido rey Carlos XII de Suecia, antiguo adversario de su padre. Pedro intentó también encontrar un buen pretendiente para Isabel en la corte real francesa cuando visitó el país. Su intención era casar a su segunda hija con el joven Luis XV de Francia, pero los Borbones rechazaron la oferta. Isabel fue prometida al príncipe Carlos Augusto de Holstein-Gottorp. Políticamente era una alianza útil, sin embargo, pocos días antes del compromiso, Carlos Augusto murió y, hasta la muerte de Pedro, no se había concretado plan alguno de matrimonio para Isabel.

 

Elizaveta Petrovna Románova, hija de Pedro el Grande: en 1742 y, debido a motivos políticos complejos, Elizaveta tuvo que ser coronada emperatriz de Rusia en un apuro.

Ella tuvo que viajar, en medio de la resina Hest invierno, los casi 1.000 kilometros de Moscú a San Petersburgo en tan sólo tres días (cuando dicho viaje duraba normalmente por lo menos siete días). Ella viajó en un grande, Trineo de invierno, junto con dos de sus doncellas e hicieron el viaje en sólo tres días! El trineo sería única parada para cambiar los caballos extenuados por otros nuevos. La operación tuvo que ser hecho en exactamente tres minutos. Elizaveta y sus doncellas tenían que comer, dormir y usar como un orinal de oro dentro del trineo.

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Lo hicieron. Y, a las puertas de Moscú, cambiaron su vulgar trineo por un carruaje dorado. Elizaveta Mención Moscú como una emperatriz verdad!

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Subió al trono tras la revuelta militar que derribó al zar Iván VI de Rusia. Realizó numerosas reformas: abolió la pena de muerte, estableció el Senado, creó un Consejo político supremo, suprimió las aduanas internas, fundó la Universidad de Moscú y la Academia Imperial de las Artes y reorganizó el comercio interior. También amplió los poderes de la nobleza (restringidos porPedro I de Rusia), lo que hizo empeorar las condiciones de vida del campesinado.

Bajo el reinado de Isabel, la francófila corte rusa fue una de las más bellas de toda Europa. Los extranjeros se quedaban sorprendidos con el lujo de los bailes suntuosos y de máscaras. La zarina se enorgullecía de sus habilidades como bailarina y usaba los vestidos más elegantes. Emitió decretos que regulaban los estilos de ropa y adornos usados por los cortesanos. Nadie estaba autorizado a llevar el mismo peinado que la soberana. Isabel poseía quince mil vestidos de baile, varios miles de pares de zapatos así como un número ilimitado de medias de seda.

Su vanidad no tenía límites, una vez en un baile la reina llevaba una rosa en el pelo, mientras bailaba vió como una invitada poseía también el mismo adorno. Paró el baile, se acercó a ella, la abofeteó y le cortó la rosa y todo el cabello de alrededor. Luego siguió bailando tan pancha.

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                  Vestido de de Isabel II de Rusia.

A pesar de su amor por la corte, Isabel era profundamente religiosa. Visitaba conventos e iglesias y pasaba muchas horas en la iglesia. Cuando fue llamada a firmar una ley de desacralización de las tierras de la iglesia, ella dijo: «Hagan lo que quieran después de mi muerte. Yo no voy a firmar esto.»Todos los libros extranjeros que llegaban tenían que ser aprobados por el censor de la iglesia. Vasili Kliuchevski la llamó «la amable e inteligente, pero desordenada mujer rusa» que combinaba «las nuevas tendencias europeas con devotas tradiciones nacionales.

En política exterior, apoyó militarmente a María Teresa I de Austria, durante la Guerra de Sucesión austriaca. Durante la Guerra de los Siete Años, integró una coalición con Austria, España, Francia, Sajonia y Suecia contra Federico II de Prusia y sus aliados,Inglaterra, Portugal y Hanóver. Su alianza con María Teresa favoreció a Austria en su disputa con Prusia por la supremacía sobre los Estados alemanes y por el dominio de Silesia. Bajo su mando, el poderío ruso infligió grandes pérdidas al ejército prusiano. Sin embargo, su muerte en 1762 haría cambiar el curso del conflicto y dio lugar al milagro de la Casa de Brandenburgo.

 

Isabel fue una niña inteligente pero que no fue brillante intelectualmente porque su educación formal fue imperfecta e inconstante. Su padre la adoraba pues veía en ella una especie de «réplica femenina» de sí mismo, tanto a nivel físico como de temperamento.No obstante, Pedro no tenía tiempo disponible para dedicarse a su formación y su madre era demasiado sencilla e iletrada para supervisar sus estudios. Isabel tuvo una preceptora francesa y hablaba de forma fluida italiano, alemán y francés, además de ser una excelente bailarina y amazona. De hecho, se considera que ella estuvo en el origen de la célebre francofilia rusa, frente a la conocida germanofilia de su padre Pedro el Grande. Desde la infancia, encandilaba a todos por su belleza y su vivacidad y fue conocida como la mayor belleza del Imperio ruso. Cuando el imponente Pedro el Grande murió, su esposa Catalina I asumió el trono para así, dando un golpe de Estado frente a aquellos que anhelaban ascender al nieto de Pedro, hijo del zarévich Alexis Petróvich, el futuro zar Pedro II. Pero Catalina se convirtió en zarina por derecho propio. Y en aquellos años, Isabel y su hermana mayor Ana Petrovna continuaron gozando de la dulzura de la vida palaciega que habían conocido al nacer. Por aquellos años, la zarina buscó el casamiento de su hija Isabel con el joven monarca francés, Luis XV, pero la Europa de aquel momento ya no miró a la Rusia posterior a Pedro I con los mismos ojos. Catalina I sufrió la humillación de ver cómo sus hijas eran ignoradas en las listas de posibles pretendientas para los grandes herederos de las distintas casas reales europeas. Cuando Catalina murió en 1727, Isabel se sometió a los designios del nuevo heredero, el inestable niño, Pedro II, su medio sobrino.

Mientras Aleksandr Ménshikov estuvo en el poder, Isabel fue tratada con generosidad y distinción por parte del gobierno de su "medio sobrino", el adolescente Pedro II. El zar-niño siempre sintió un enorme cariño hacia su tía, con la que compartía muchas veladas campestres alejados de la asfixiante Corte. Sin embargo, los Dolgorúkov, una antigua familia boyarda, tenían un profundo resentimiento hacia Ménshikov. Pedro II se alió con el príncipe Iván Dolgorúkov que, contando con el apoyo de dos miembros más de su familia en el Consejo Supremo del Estado, creó el ambiente ideal para un golpe exitoso. Ménshikov fue preso, despojado de todos sus honores y propiedades y exiliado en Siberia donde murió en noviembre de 1729. Los Dolgorúkov odiaban la memoria de Pedro I y prácticamente desterraron a su hija de la corte.

Con la muerte de aquel niño-zar, Isabel perdió otro vínculo con los miembros de su estirpe Románov. Además, la subida al trono de su prima, la emperatriz Ana Ioánnovna, no ayudó a estabilizar la vida de Isabel. Por aquellos años, ninguna corte real o casa noble deEuropa podría permitir que un hijo cortejara a Isabel, pues podría ser interpretado como un acto de hostilidad hacia la soberana.Casarse con un plebeyo era impensable, pues le costaría no sólo el título sino sus derechos a las propiedades y al trono. La princesa se convirtió en amante de Alekséi Shubin, un guapo sargento del Regimiento Semiónovski. A Shubin le arrancaron la lengua y fue desterrado a Siberia por orden de la emperatriz Ana Ioánnovna, con lo que Isabel, en represalia, se involucró con un cochero e incluso con un camarero.

Finalmente, encontró consuelo en un joven cosaco ucraniano, con una bella voz de bajo, que un noble había llevado a San Petersburgo para integrar el coro de una iglesia. Isabel lo contrató para su propio coro, su nombre era Alekséi Razumovski, un hombre bueno y sencillo, pero perturbado por la ambición.Isabel se dedicó a él lo cual dio origen a la leyenda de que se hubieran casado en secreto  Más tarde, Razumovski sería conocido como el Emperador de la Noche («Ночной император») e Isabel (ya emperatriz) lo haría príncipe y mariscal de campo. El emperador austríaco lo nombraría también conde del Sacro Imperio Romano Germánico.

Durante los tortuosos años de la emperatriz Ana Ioánnovna, Isabel vivió inmersa en el desconcierto, ante aquella tiránica mujer, obesa y envejecida, que veía a la bella princesa danzando en las fiestas organizadas en la Corte imperial. El temor a ser ejecutada por traición revoloteó sobre la cabeza de Isabel durante aquellos años, llevándola cada vez más a la obsesión de verse apresada o sometida al terrible knut (látigo). Así que cuando la zarina murió y convirtió a su sobrina, Ana Leopóldovna, en regente del niño-zar Iván VI, Isabel se planteó la cuestión más ardua que revoloteaba en su cabeza: asumir el trono de su padre.

Con 33 años, pocos conocimientos y ninguna experiencia en los asuntos de Estado, se convirtió en la cabeza de un gran imperio en uno de los periodos más críticos de su existencia. Su proclamación como Emperatriz Isabel I, mostró por qué los reinados anteriores llevaron a Rusia a la ruina: «El pueblo ruso gemía bajo los enemigos de la fe cristiana, pero ella, lo libró de la degradante opresión extranjera.

Rusia estaba dominada por consejeros alemanes e Isabel exilió a los más impopulares, entre ellos Heinrich Ostermann, Burkhard von Munnich e Carl Gustav Lowenwolde. Isabel se autocoronó en la catedral de la Dormición el 25 de abril de 1742.

Por suerte, tanto para ella como para Rusia, incluso con todos sus defectos (como tardar meses en firmar documentos), había heredado algo del tino paterno en relación a los asuntos de gobierno. Su juicio agudo y su tacto diplomático también recordaban a Pedro el Grande. Las considerables reformas introducidas por su padre no habían ejercido una influencia en el pensamiento de las clases dominantes. Isabel sentó las bases de las reformas que posteriormente acabaría Catalina II.

Como soberana soltera y sin hijos, era obligatorio que Isabel encontrara un heredero legítimo que asegurara la continuidad de los Románov. Finalmente, eligió a su sobrino Pedro aunque ella era consciente de que el depuesto Iván VI, a quien había apresado y aislado en la fortaleza de Schlisselburg aún representaba un gran peligro para su trono. Ella temía un golpe de Estado en favor de Iván y empezó a destruir documentos, monedas y cualquier otra cosa que pudiera hacer recordar al depuesto zar.También emitió una orden que determinaba la ejecución inmediata de Iván en caso de que intentara fugarse. Catalina II revalidó la orden y, cuando el intento de fuga se produjo, Iván fue asesinado y enterrado en secreto dentro de la propia fortaleza.

El joven Pedro había perdido a su madre, la gran duquesa Ana Petrovna, a los tres meses y el padre a los 11. Isabel invitó a su sobrino a San Petersburgo, donde fue proclamado heredero el 17 de noviembre de 1742. Asimismo, se nombraron tutores rusos para cuidar de la educación del futuro zar. Ansiosa por ver el futuro de la dinastía asegurado, Isabel escogió a la princesa Sofía Federica de Anhalt como prometida de su sobrino. Al convertirse a la fe ortodoxa, Sofía recibió el nombre de Catalina, en homenaje a la madre de Isabel. La boda se celebró el 21 de agosto de 1745 y el heredero, el futuro Pablo I nació el 20 de septiembre de 1754. Existen especulaciones sobre la verdadera paternidad de Pablo I pues se sugiere que no era hijo de Pedro III sino de un joven oficial llamado Serguéi Saltykov con quien Catalina había tenido una relación con el consentimiento de Isabel.

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                    Sofia Federica Augusta di Anhalt

Aun así, Pedro nunca tuvo dudas de su paternidad pues tampoco tuvo mucho interés en esta. Sin embargo, Isabel tenía un gran interés en el niño hasta el punto de alejar a Pablo de su madre para actuar, ella misma, como madre del heredero. La emperatriz ordenó a la partera que cogiera al joven Pablo y la siguiera. Catalina no vio a su hijo durante más de un mes y sólo tuvo un breve contacto con él en el bautismo. Seis meses después, Isabel permitió que Catalina viese a su hijo de nuevo. El niño se había convertido en una competencia del Estado o, en un sentido más amplio, en una propiedad del Estado

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                  Coronación de Pedro III de Rusia 1761.

El gran suceso de los últimos años de reinado fue la Guerra de los Siete Años. Isabel consideraba que el Tratado de Westminster, del 17 de enero de 1756 (por el que Gran Bretaña se alió con Prusia con el único objetivo de defender el Electorado de Hanóver) como totalmente subversiva a las convenciones anteriores entre Gran Bretaña y Rusia. Además, la oposición de Isabel a Prusia también residía en la antipatía personal que la zarina sentía por Federico II de Prusia. El 1 de mayo de 1757, Rusia se adhirió al Tratado de Versalles y se alió con Francia y Austria contra Prusia. El 17 de mayo, el Ejército ruso, con 85 000 hombres, avanzó hacia Königsberg.

Ni la grave enfermedad de la zarina, que empezó con un desmayo en Tsárskoye Seló el 19 de septiembre de 1757, ni la caída de Bestúzhev el 14 de febrero de 1758, ni las intrigas de varios poderes extranjeros en San Petersburgo interfirieron en el progreso de la guerra y en la aplastante derrota prusiana en la batalla de Kunersdorf el 12 de agosto de 1759. Finalmente, llevó a Federico al borde de la ruina.

El 21 de mayo de 1760 se firmó un nuevo acuerdo entre rusos y austriacos, que nunca se comunicó a la corte, que garantizaba Prusia Oriental a Rusia, como indemnización por los gastos de la guerra. El fracaso de la campaña de 1760, conducida por el inepto conde Aleksandr Buturlín, hizo que la corte de Versalles, la noche del 22 de enero de 1761, presentase un documento en la corte de San Petersburgo que informaba que el rey de Francia, en virtud de las condiciones de sus dominios, deseaba la paz.

Simultáneamente, Isabel envió una carta secreta a Luis XV donde le proponía la firma de una nueva alianza más explícita que los tratados anteriores pero sin el conocimiento de Austria. El objetivo de Isabel en esa maravillosa negociación era reconciliar a Francia y a Gran Bretaña a cambio del empeño de todas las fuerzas francesas en la guerra alemana. Este proyecto naufragó debido a la gran envidia que sentía Luis XV por la creciente influencia rusa en Europa Oriental y su miedo a ofender a la Sublime Puerta. Finalmente se fijó una fecha para el inicio de las negociaciones de paz y, mientras tanto, la guerra contra Prusia debía continuar con determinación. En 1760, una columna ligera rusa ocupó Berlín. Las victorias rusas colocaron a Prusia en serio peligro.

La campaña de 1761 fue casi tan frustrante como la del año anterior. Federico fue hábil actuando a la defensiva y la captura de la fortaleza de Kołobrzeg el día de navidad de 1761, la única victoria rusa. Sin embargo, Federico estaba pasando grandes apuros. El 6 de enero de 1762, escribió al conde Carlos Guilherme von Finckenstein: «Tenemos que pasar ahora en preservar para mi sobrino algún pedazo de mi territorio que consigamos salvar de la avidez de nuestros enemigos.» Quince días después, sin embargo, escribió al príncipe Fernando de Brunswick: «El cielo comenzó a clarear. Valor, querido amigo. Acabo de recibir una gran noticia.» La gran noticia que acababa de recibir pasó a la historia como el Milagro de la Casa de Brandenburgo, la muerte de la zarina Isabel I el 5 de enero de 1762.

 

A finales de 1750, la salud de Isabel empezó a desmejorar. Pasó a sufrir una serie de mareos y se negó a tomar los medicamentos prescritos, pero prohibió la palabra «muerte» en su presencia. Al saber que estaba muriendo, Isabel usó sus últimas fuerzas para confesarse, rezar con su confesor la oración de los moribundos y despedirse de las pocas personas que deseaba tener junto a ella, incluyendo a Pedro y Catalina y los condes Alekséi y Kirill Razumovski. Finalmente, el 5 de enero de 1762, la zarina murió. Fue sepultada en la Catedral de San Pedro y San Pablo de San Petersburgo el 3 de febrero de 1762, tras seis semanas de ritos fúnebres.

 

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https://youtu.be/vLN1rLKh85o
 
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