Luis II de Baviera.
Rey de Baviera.
Casa Real Casa de Wittelsbach.
Luis de Wittelsbach, de su nombre Ludwig Otto Frederik Wilhelm, Nació el 7 de enero de 1845 en el Palacio de Nymphenburg, Baviera, fue un príncipe bávaro de la Casa de Wittelsbach y rey de Baviera de 1864 a 1886 bajo el nombre de Luis II de Baviera.
Luis y su hermano pequeño, Otto, durante su infancia.
Fue hijo del rey Maximiliano II de Baviera y de la princesa María de Prusia. A causa de su rango de heredero de la corona fue consentido inusitadamente en algunos aspectos, pero severamente controlado por sus preceptores y sujeto a un estricto régimen de estudio y ejercicios.
Retrato oficial del Rey Maximiliano II de Baviera (1811-1864); padre y predecesor de Luis II.
Retrato de María de Prusia, Reina consorte de Baviera (1825-1889); esposa de Maximiliano II y madre de los reyes Luis II y Otto I.
Algunos de sus biógrafos explican que mucho de su excéntrico comportamiento fue causado por la presión de haber crecido en la Familia Real. A pesar de todo, su juventud tuvo momentos felices, tales como las visitas al Castillo de Hohenschwangau y al lago Starnberg con su familia.
Su primer enamoramiento fue a sus 16 años. A sus 18, hizo entrar a su servicio a su joven amante, el Príncipe Pablo von Thurn und Taxis, con el cual pasaría 3 semanas a solas en las montañas bávaras, sin observar el protocolo que exigía que siempre estuviera presente alguien cerca del rey.
Los dos jóvenes cabalgaban juntos, leían poesía en voz alta y representaban escenas de las óperas románticas de Richard Wagner. Sin embargo, su relación se rompió cuando Paul se empezó a interesar en las mujeres. Paralelamente, había iniciado una amistad de por vida con su prima, la duquesa Isabel de Baviera, más conocida como Sissí. Ambos amaban la naturaleza y la poesía y en su mundo privado se llamaban «Águila» (Luis) y «Cisne» (Isabel).
Luis II de Baviera.
El rey Luis II de Baviera sucedió a su padre el rey Maximiliano II de Baviera en el año 1864, a la edad de 18 años. Tuvo siempre como ideal los reinados absolutos y quiso reconciliar a los estados alemanes. Pronto surgieron dos problemas; la expectativa de engendrar un heredero y las relaciones con Prusia. Estaba comprometido con la princesa Sofía, su prima y la hermana menor de Sissí. Después de posponer el enlace varias veces, Luis anuló el compromiso y Sofía se casó poco después con el duque de Alençon; posteriormente moriría en un incendio.
A pesar de su alianza con Austria contra Prusia en la Guerra de las Siete Semanas, aceptó un tratado de defensa mutua con los prusianos en 1867 después de ser derrotado. Como consecuencia de este tratado Baviera tuvo que ser aliada de Prusia en la Guerra Franco-prusiana. Otto von Bismarck persuadió a Luis de la idea de un imperio alemán, con lo que la independencia de Baviera estaba agotada.
Debido a la desilusión de gobernar en su época, Luis II se fue retirando cada vez más de la capital constitucional, Múnich, en que debía residir un número mínimo de meses al año, cumpliendo tan sólo el mínimo exigible, y haciendo que sus ministros se dirigieran al castillo de Neuschwanstein, donde residía habitualmente, para firmar las leyes propuestas por éstos.
A pesar de que ciertas películas hayan insinuado una relación amorosa entre Luis II y la emperatriz Sissi, esta es carente de fundamento y sin base real. Tenían una gran amistad, reforzada por su afición por la hípica, la música y la naturaleza y Sissí visitó en varias ocasiones a su primo el rey bávaro.
A través de su reinado, Luis tuvo una serie de enamoramientos con hombres apuestos, incluyendo su principal caballerizo de casa real Richard Hornig, la estrella de teatro húngara José Kainz y el cortesano Alfons Weber. En 1869, comenzó a llevar un diario en el cual registró sus pensamientos privados y habló de sus tentativas de suprimir sus deseos sexuales y mantenerse fiel a sus dogmas católicos. Los diarios originales de Ludwig se extraviaron durante la Segunda Guerra Mundial, y todo lo que queda hoy son copias de escritos hechos antes de la guerra. Estos escritos copiados del diario, junto con cartas privadas y otros documentos personales que han sobrevivido, sugieren que Luis luchó contra su homosexualidad.
Cruz en el lugar donde se encontró su cadáver en el lago de Starnberg.
Tumba de Luis II de Baviera en la Iglesia de San Miguel de Múnich.
Su vida excéntrica originó su declaración de incapacidad para gobernar (aunque a veces se ha sugerido que ésta no fue sino una estratagema familiar para arrebatarle el trono) y pasó sus últimos días bajo atención psiquiátrica. Su muerte se produjo en el lago de Starnberg el 13 de junio de 1886. Por la tarde-noche Luis pidió pasear con su médico-psiquiatra Gudden (quien le había diagnosticado una Esquizofrenia paranoide). Éste aceptó de buen grado y mandó a los guardias que no les siguiesen, ya que confiaba en Luis debido a su reciente recuperación. Los dos hombres nunca volvieron y fueron encontrados ahogados dentro del lago Starnberg a las 23.30. La muerte estuvo bajo sospecha de todos, de hecho, Luis era un gran nadador, y se dice que fueron dos hombres los que "amablemente" le acompañaron hasta el lago. No obstante, la otra versión de la historia dice que la propia construcción de Neuschwanstein (donde acabó viviendo al final de su vida, supervisando su edificación) desmonta la supuesta locura del gobernante, la cual no sería sino una distorsión de su figura a posteriori realizada por los que le robaron el trono. La construcción de este palacio, que Luis exigió que estuviera hecho de cabo a rabo por trabajadores bávaros, con materiales bávaros, sin apenas importaciones extranjeras, desarrolló una poderosa artesanía que hace que, hoy por hoy, Baviera siga siendo uno de los enclaves industriales más poderosos de Alemania, haciendo que en el año 2006, con una crisis económica y de empleo galopante en toda Alemania, Baviera sólo posea un 5% de trabajadores parados. En el lugar de su muerte se construyó una pequeña capilla en la que se realiza una ceremonia en recuerdo del rey cada 13 de junio. Su cuerpo fue enterrado en la Iglesia de San Miguel en Múnich mientras que su corazón se encuentra en la Iglesia de la Imagen Milagrosa de Altötting, como mandaba la tradición de los reyes bávaros.
Castillo de Neuschwanstein.
De estilo neogótico, es uno de los castillos más visitados de Alemania.
También es muy famoso y conocido porque fue elegido por Disney como modelo para el castillo de "La Bella Durmiente" (1959). En Disneyland Resort Paris - Eurodisney, hay una réplica.
encargó su construcción en 1866, en un principio era conocido como el nuevo Hohenschwangau, que hacía honor al lugar donde el rey había pasado gran parte de su infancia. cuando éste falleció, le cambiaron el nombre.
Su diseño se debe al arquitecto Christian Jank, al que Luis II le pidió que se construyera enteramente con materia prima bávara y por habitantes bávaros.
Este castillo fue su sueño y así se lo encargó al arquitecto, quería que se pareciera a los de los cuentos de hadas pero que por dentro tuviera todos los avances tecnológicos del momento.
Luis II dejó Múnich en 1884, instalándose de forma permanente en el castillo y así supervisaba su construcción. Desde una de las escaleras seguía los avances que se iban obteniendo.
Se decía que Ludwing se había gastado todos los fondos del reino para construirlo, pero en verdad lo hizo con su propio dinero.
El monarca no tomó medidas ante las amenazas por parte de la banca extranjera de embargar sus propiedades, por lo que fue incapacitado en 1886 y después murió ahogado en un lago cercano en extrañas circunstancias.
El Castillo de Neuschwanstein tiene 360 habitaciones, aunque sólo 14 están acabadas totalmente, el resto quedaron a mitad, porque al ser depuesto Ludwing como rey en 1886, se paralizó todo.
Las 14 habitaciones terminadas poseen un lujo que dícen que es "sin igual", con cuadros y tapices de escenas de óperas de Richard Wagner, del que el rey era admirador.
Sus descendientes vendieron el castillo al gobierno bávaro, pasando después al alemán. Se vendió por la misma cantidad que ingresa anualmente con los turistas que van a visitarlo.
Es una obra majestuosa y por ello fue una de las posibles nuevas maravillas del mundo, pero en su lugar quedó el "Cristo de Corcovado" de Brasil.
En el interior de este hermoso castillo, además de referencias a cuentos de Disney, también las hay de algunas leyendas y personajes medievales como Tristán e Isolda o Fernando el Católico.
Posee una completa red de luz eléctrica, una cocina que aprovechaba el calor siguiendo reglas elaboradas por Leonardo Da Vinci y el primer teléfono móvil de la historia con una cobertura de seis metros.
Las vistas y paisajes a los Alpes son únicos y desde la habitación del monarca se puede contemplar una cascada.
No se pueden realizar fotografías del interior del castillo, así que habrá que ir a verlo ¿no?
No hay duda de que por muy loco que estuviera Luis II hizo una obra majestuosa que la disfruta el resto del mundo.
Castillos bávaros.
Volcó sus mayores energías en paraísos artificiales, diseñando y construyendo tres grandiosos castillos siguiendo el estilo historicista imperante en la época: Linderhof, Neuschwanstein y Herrenchiemsee. En esto perpetuaba la tradición de su familia, que había construido grandes avenidas en Múnich, y castillos por toda Baviera. Contrariamente a lo que se piensa, Luis II gastó su fortuna familiar para la construcción de estos castillos, sin arruinar las arcas del Estado. En la construcción de los castillos fue ayudado por el diseñador de edificios Christian Jank.
Fue el gran mecenas de Richard Wagner, al que admiraba desde que era príncipe heredero. De hecho, el rechazo del pueblo y el gobierno de Baviera a los Wagner (debido, entre otras cosas, a sus continuas interferencias en política), le sumieron en la melancolía (Wagner acabó buscándose otro mecenas), y fueron un factor determinante en su alejamiento de la corte y de las responsabilidades de gobernante. Dicen que se trataba de probablemente del rey más cercano a los cuentos de hadas: de hecho, admiraba estos relatos desde su juventud, sus narraciones preferidas (y en las que se basaron sus palacios), fueron las leyendas tradicionales alemanas (Tristán e Isolda la que más), y su propio retrato en el momento de la coronación (la cual refleja la forma en que se presentó ante los bávaros) no andan muy lejos de la representación clásica de un príncipe azul. Según este punto de vista, Luis II, también llamado el rey Loco, deseaba vivir en un mundo de fantasía, y no en uno de verdad, y de ahí su búsqueda de refugio en los palacios de cuento de hadas que construyó. Impulsó la construcción del Teatro del Festival de Bayreuth.
Bruckner le dedicó su Séptima sinfonía, compuesta entre 1881 y 1883.
Carroza del rey Luis II de Baviera.
Carroza del rey Ludwig II de Baviera, restaurada en 1871.
Marstallmuseum. Palacio de Nymphenburg.
Detalle de la carroza del rey Ludwig II de Baviera.
Palacio real del rey Luis II de Bavaria. Construido entre 1866 hasta 1886, en lugar y sitio de un antiguo pabellon de caza del rey Maximiliano II de Baviera, padre de Luis. Se situa cerca del pueblo de Oberammergau, en Baviera
Fue el único palacio que el rey Luis pudo ver acabado.
Luis II hizo reproducir una versión propia del dormitorio de Luis XIV en Versalles en más de una ocasión, pues no solamente lo vemos en Herrenchiemsee sino también en Linderhof. Balaustrada y cama en altura incluidas, aunque primando el color azul en el caso del monarca bávaro.
Habitación (de gala) del rey Luis II de Baviera. La admiración que sentía Luis para el rey de Francia Luis XIV, hizo que quiso "copiarlo". El ejemplo mas conocido es la de la habitación de "gala" del rey, en LInderhof.
Otra foto de la habitación de Luis II, donde se puede apreciar el estilo "Versalles"
Magnifica araña candelabro esculpida en marfil.
Galería de los Espejos.
Detalle de una araña candelabro de porcelana de Meissen, y cristal.
Galeria de los Espejos.
Luis II de Baviera, como ya lo he mencionado era un ferviente admirador de Versalles.
Pintura en la habitación de gala del rey Luis II. La pintura se situa en frente el lecho del rey ..., y representa la ceremonia que consistía a vestir al rey Luis XIV de Francia cuando se levantaba. Llamada "la cérémonie du Lever". Y a la cual asistían los cortesanos de mas alto rango, y obre todo los miembros de la familia real francesa. Por ejemplo, si el hermano del rey, Monsieur, se encontraba allí, es el a quien daban la camisa, que Monsieur presentaba al rey.
He aquí, otro ejemplo de la admiración increíble de Luis II de Baviera hacia el rey galo. Ya en ciertos salones y habitaciones de Linderhof se pueden ver el emblema del astro solar (igual que L XCIV). En la habitación de gala de Luis por ejemplo, en la cabecera de su cama.
El Salón del Trono a pesar de haber quedado incompleto, es impresionante. El suelo es de mosaico y representa el círculo terrestre simbolizando la vida de los animales y las plantas. En el techo existe una araña que pesa 900 kg., está hecha de latón chapado en oro e incrustaciones de cristal teñido de bohemia.
Pabellón moro, en los jardines de Linderhof. Vista exterior.
Esta es la cama de Luis II, decorado todo con su color favorito, el azul. La bola que tiene enfrente de la cama servía de iluminación por la noche. Con tres velas que había en su interior, iluminaba toda la habitación en su color favorito
Escudo de Luis de Baviera.
5 comentarios:
te felicito por todos tus trabajos, tanto en este blog como en los demás.
gracias por hacernos pasar estos momentos tan entretenidos.¿quieres creer que me has tenido enganchada a tus páginas varias horas? gracias, de verdad
me parece interesantísimo todo lo que tienes publicado, y además de interés general por abarcar tantos aspectos y tantas facetas.. gracias por ello.
Es tal bueno como hacer el viaje y conocer estos hermosos lugares en persona. Sólo alguien que admira este arte como lo haces tú puede hacer un documental tan bueno. Mis sinceras felicitaciones.
Hola, desde hace días estoy prácticamente pegado a tu blog, tanto por los temas, soy un monárquico sin Rey al servicio de la Revolucion Bolivariana, como por se estilo tan ameno que tienes de contar las historias, me encanta tu blog, por cierto, el articulo sobre diademas es de Nobel, lo he leído tantas veces que casi que me lo se de memoria., bueno mujer, te envio un beso desde Caracas, Venezuela ¡¡¡¡
Hola, hac dias que estoy pegado a tu blog, me encanta tanto por los temas, soy un monarquico sin Rey al servicio de la Revolucion Bolivariana, como por ese estilo tan ameno que tienes al contar las historias.
Por cierto, tu articulo sobre ''Diademas'' es de Nobel, lo he leido tantas veces que casi que me lo se de memoria.
Bueno mujer, te envio mis felicitaciones y un beso desde Caracas, Venezuela ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
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