Boda Magdalena de Suecia y Chris o´Neil.
El diseñador italiano creó un diseño de organza en seda plisada con encaje de Chantilly en color marfil, según la descripción dada por la Casa Real sueca, si bien a la vista resulta más blanco que marfil. En la parte superior del cuerpo y en las pequeñas mangas, el encaje tomaba protagonismo mientras que el escote barco se pronunciaba un poco más en la espalda. Pequeños pliegues verticales se abrían en la falda lo que hacía resalta la cintura yel bajo estaba rematado con un amplio volante. El vestido concluía con una cola de cuatro metros cubierta por un velo también de organza de seda rematado con pequeño encaje de flor de azahar y point d'esprit. 
La diadema favorita de la princesa Magdalena sujetaba el velo que en todo momento dejó su rostro descubierto. Se le denomina la diadema del rey Gustavo, ya que fue un regalo de su padre, el rey Carlos Gustavo, a la reina Silvia por su décimo aniversario en 1986. Alrededor de la diadema, la princesa llevaba pequeñas flores de mirto blanco del palacio de Ulriksdal, siguiendo la tradición de las damas de la familia real sueca que siempre llevan flores de este mirto en su ramo de novia o en su pelo. Los zapatos de la novia, por su parte, llevaban el mismo bordado que su velo. 
La princesa Magdalena y Christopher O'Neill. Foto: Ewa-Marie Rundquist, Casa Real sueca. 
Los novios con los padres de la novia, los reyes Carlos Gustavo y Silvia, y la madre del novio, Eva O'Neill. Después posaron con sus familiares más cercanos. 
Los novios posan con los niños que actuaron como pajes y damitas de honor en la ceremonia. Las gemelas Annais y Chloe Sommerlath, sobrinas de la reina Silvia, los sobrinos del novio, Jasper D'Abo y Luis y Chiara Abensperg, además de Lillie van Horn, hija de una de las mejores amigas de Magdalena Foto: Ewa-Marie Rundquist, Casa Real sueca. 
En primera fila de izquierda a derecha, las damitas de honor Annais Sommerlath, Lillie von Horn y Chloe Sommerlath, los novios, y los sobrinos del novio, Jasper D'Abo y Luis y Chiara Abensperg und Traun. En segunda fila, de izquierda a derecha, el príncipe Carlos Felipe, los príncipes Victoria y Daniel, los reyes Silvia y Carlos Gustavo de Suecia, Eva María O'Neill, Henry y Tatjana d'Abo, los condes Ernst y Natascha Abensperg und Traun. En la tercera fila, la princesa Benedicta, Andreas de Sajonia-Coburgo y Gotha, la princesa Christina Magnuson, Walther L. Sommerlath, Karen O'Neill, Anna Lisa O'Neill y Stefanie O'Neill. En la última fila, el barón Niclas Silfverschiöld la princesa Désirée, la baronesa Silfverschiöld, el cónsul general Tord Magnuson, Ingrid Sommerlath, la princesa Margarita, la princesa Birgitta, Ralf de Toledo Sommerlath y Charlotte de Toledo Sommerlath. Foto: Ewa-Marie Rundquist, Casa Real sueca
La princesa Estelle enamoró a todos a su llegada. En brazos de su mamá, Victoria de Suecia, que estaba radiante con un precioso vestido de color maquillaje y espectaculares joyas, la pequeña acaparó todos los flashes con un vestidito de color blanco y flores en la cintura en tonos marrones. 
Luis de Medina, conde de San Martín de Hoyos, muy elegante de frac. El hijo menor de Naty Abascal llegó a la capilla del Palacio Real de Estocolmo con una atractiva acompañante que llevaba un elaborado y original vestido en tono maquillaje con detalles plateados. 
Joaquín y Marie de Dinamarca, elegantísima con un precioso vestido en tonos rosas digno de una princesa de cuento de hadas, los príncipes Pablo y Marie Chantal de Grecia, que no pasó desapercibida al ser la única invitada que eligió el color blanco, y los Condes de Wessex. 
Una de las primeras en llegar ha sido Sofia Hellqvist, novia del príncipe Carlos Felipe de Suecia, que ha llegado sola y ha causado sensación con un elegante diseño de color lavanda, llamativos pendientes dorados con forma de laurel y un romántico recogido bajo a un lado. 
Reyes, príncipes y princesas, además de autoridades y muchos familiares y amigos de la pareja, desfilaron por la alfombra azul. 
Dos de las mejores amigas de la novia, Louise Gottlieb y Katarina Von Horn. Ambas se decantaron por tonos claros para el gran día de Magdalena. La primera eligió un diseño crema con superposición de encaje a juego con sus complementos, mientras que la segunda lució un vestido asimétrico de color naranja pastel con detalles de pedrería plateados en la cintura. 
Karl-Johan Persson, CEO de la firma H&M, y su mujer Leonie, muy elegante con un vestido asimétrico de color aguamarina. 
Al igual que sucedió en la cena previa de anoche, Gela Nash, mujer de John Taylor, bajista de Duran Duran, no pasó desapercibida en su desfile por la alfombra azul y acaparó todas las miradas con un original vestido negro con una larga cola. 
Ellen Stendhal y su marido, Jan Dinkelspiel, grandes amigos de las princesas Victoria y Magdalena de Suecia, y Andrea Engsall, que también apostó por el encaje y los colores pastel. 
A la izquierda, Emma Pernald, ex novia del príncipe Carlos Felipe, que acudió con su pareja, Tomas Jonson. 
La cantante Marie Fredriksson, más conocida por formar parte del grupo Roxette, fue una de las encargadas de poner música a la ceremonia religiosa. 
Imagen del interior de la capilla donde aparecen todos los miembros de las Familias Reales que han vivido con los novios este día tan especial.
Magdalena de Suecia y Chris O'Neill despiden su soltería con una cena de gala y rodeados de amigos
Los novios salieron a saludar desde uno de los balcones del hotel a los numerosos ciudadanos que se acercaron a los alrededores para mostrarles su cariño y además ver en directo el desfile de elegancia por la alfombra roja de todos los invitados. 
La Familia Real y la familia de Christopher O'Neill en la cena en el Grand Hôtel.
La familia O'Neill. A la izquierda, la madre del novio, Eva O'Neill, junto al príncipe Carlos Felipe y a la derecha, dos de las hermanastras de Chis O'Neill, la condesa Natascha Abensperg und Traun y Tatjana d'Abo.
Sofia Hellqvist, novia del príncipe Carlos Felipe de Suecia, llegó junto a la amiga de Magdalena de Suecia, Louise Gottlieb. Minutos más tarde hizo su entrada en el hotel otra de las mejores amigas de la novia, Katarina von Horn, junto a su marido Robert. Este posado da por zanjados los rumores que aseguraban que Sofía se había molestado con Magdalena porque no la había elegido para que fuera de sus damas de honor en la boda. Sin embargo, fue la propia novia del hijo de los Reyes la que desmintió que hubieran mantenido discusión alguna sobre este tema, asegurando que había sido todo un invento de los medios. "Siempre me he sentido acogida y muy bien tratada por la familia de Carlos Felipe. Es triste el drama que se han inventado los medios porque no ha habido nada de eso. Magdalena y yo mantenemos una buena relación", aseguró.
Marie Chantal de Grecia, que lució para la ocasión un vestido gris de largo asimétrico (más corto por delante que por detrás) con bordado floral y adornos de pedrería, volvió a proclamarse como una de las invitadas de la realeza más elegantes en esta cena previa a la Boda Real de Magdalena de Suecia. Theodora de Grecia, la princesa del séptimo arte, lució un vestido entallado con adornos de encaje de color frambuesa en esta primera velada nupcial. Los príncipes Manuel y Anna de Bavaria, que brilló con un vestido gris tornasolado con cinturón joya
Joaquín y Marie de Dinamarca, que apostó por la sencillez para esta primera velada nupcial, volvieron a reunirse con sus parientes de las Casas Reales de Europa; Charlene de Mónaco, que vivió en la Boda Real de Victoria de Suecia su puesta de largo con la realeza europea como novia del príncipe Alberto, vuelve al país escandinavo convertida en Princesa de Mónaco y representando a la Familia Principesca en una de la grandes citas reales del año; Marta Luisa de Noruega, que desde que iniciara una nueva vida en Londres lejos de la Corte Real noruega aparece fundamentalmente en los grandes acontecimientos de la gran familia real europea, llegó del brazo de su marido, Ari Behn, luciendo para la ocasión un vestido verde pastel con cuerpo entallado y falda de gasa.
Tras los príncipes herederos, llegaron los Reyes Carlos Gustavo y Silvia de Suecia, que estaba elegantísima con un llamativo vestido de color coral con detalles de pedrería y volantes en la falda. Después, los ciudadanos apostados en los alrededores del hotel, principalmente el sector femenino, se revolucionaron al ver bajarse del coche al príncipe Carlos Felipe, que estaba tan atractivo como siempre e impecable con un esmoquin y pajarita.
Los Reyes de Suecia y la princesa Magdalena, radiante con un vestido entallado cuajado de paillettes, del brazo de su prometido, Chis O'Neill, que ha declarado estar ansioso por casarse con la Princesa, aunque comienza a sentirse algo nervioso
Nicolás y Tatiana de Grecia, radiante con un vestido azul tornasolado con superposición de gasa en negro y escote de palabra de honor, fueron de los pocos invitados de la realeza que desfilaron por la alfombra roja del Grand Hôtel de Estocolmo, ya que la mayoría se hospedan en este mismo hotel y accedieron desde el interior a los salones donde se celebraba la cena de gala. Guillermo y Stéphanie de Luxemburgo, que lució para su puesta de largo internacional como Princesa tras su reciente Boda Real un elegante vestido azul grisáceo de inspiración griega con escote asimétrico, fueron otra de las parejas de la realeza que se dejó ver a su llegada a la primera velada nupcial de Magdalena de Suecia.
Entre los primeros invitados que han llegado al Grand Hôtel de Estocolmo se encontraba, como era de esperar, la hermana de la novia, la princesa Victoria, que desfiló por la alfombra roja junto a su marido, el príncipe Daniel. La heredera, feliz y muy sonriente, eligió para la ocasión un elegante diseño con paillettes en tonos plateados y una pronunciada abertura que dejaba al descubierto sus sandalias a juego con el vestido. En cuanto al peinado, Victoria apostó por un recogido alto.
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