viernes, 1 de octubre de 2010

Elisabeth Amalie Eugenie von Witttelsbach. (Sissi)

     Perteneciente a la Casa de Wittelsbach  es una Casa Real europea y una dinastía alemana originaria de Baviera.    
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  Rosa roja Retrato de la Emperatriz Elisabeth  en1865.    
       Precioso traje,una creación del famoso modisto Worth.

  
Rosa roja Isabel Amalia Eugenia Duquesa en Baviera nació en la ciudad de Múnich, 24 de diciembre de 1837, más conocida como Sissi.        

Reina Consorte de Hungría, Bohemia,Croacia, Eslavonia, Dalmacia, Galicia,Lodomeria, e Iliria.
Elisabeth Amalie, conocida como Sissi, desde muy niña se caracterizó por su personalidad retraída, que casi no se podría llamar bonita, pero con un encanto peculiar,gusta la naturaleza, especialmente de los animales y las caminatas en los bosques cercanos.      

139_37475_1.jpgsissi muy jovencita                      Sissi de muy jovencita.
  Su padre, Maximiliano de Baviera, duque en Baviera, procedía de una rama menor de la Casa de Wittelsbach, la de Condes Palatinos de Zweibrücken-Birkenfeld-Gelnhausen, en ese momento "Duque en Baviera". En cambio su madre, Ludovica de Baviera, era hija del rey Maximiliano I de Baviera y, por tanto, princesa real de Baviera.
Educada, como sus hermanos, lejos de la Corte de Baviera, pasó la mayor parte de su infancia a caballo entre su ciudad natal y los salvajes parajes que rodeaban al castillo de Possenhofen, una construcción a orillas del lago de Starnberg que su padre había adquirido para residencia de verano y que pronto se convirtió en la residencia preferida por la familia ducal.Elisabeth Ludovika of Bavaria   
       Ludovika de Baviera, madre de la emperatriz.

 
Manteniendo la vieja costumbre germana de subdividir sus tierras y gracias a su abundante prole, esta familia se esparció por el sur de Alemania, formando ramas segundonas de la oficialmente reinante, de esta forma los condes palatinos de Zweinbrücken-Birkenfeld-Gelnhausen, se les concedió el titulo de Duques en Baviera en 1799 (no de Baviera, para no disminuir las atribuciones de la línea más antigua, cuyo jefe poseía entre sus títulos el de Duque de Baviera).
Para afianzar los lazos Los Wittelsbach fueron una de las familias más antiguas y poderosas de Alemania y de Europa, por siete siglos reinó en Baviera –territorio al sur de Alemania- ya sea como electores o como duques e incluso en la calidad de reyes. Como toda familia, vio nacer individuos inteligentes, valientes y poderosos, pero también su estirpe se caracterizó por dar al mundo los personajes más crueles, locos, ambiciosos y extravagantes que se tengaos que deberían unir a las dos familias, el rey Maximiliano I, casó a una de sus hijas menores, de nombre Ludovica (habida de su segundo matrimonio con una princesa de Baden) con el duque Maximiliano José en Baviera (1808-1888), lo que permitió a la familia mejorar su condición económica y acercarse aún más a la corte bávara.
                 EL DUQUE MAXIMILIANO DE BAVIERA (1808-1888), PADRE DE LA EMPERATRIZ SISSÍ.El duque Maximiliano de Baviera, padre de la emperatriz Sissi

Ludovica y  Maximiliano de Baviera, (padres de Sissi), un matrimonio de conveniencia que, contra lo que leímos de niñas y vimos en el cine, nunca fue un matrimonio bien avenido. Max engañaba continuamente a su mujer; es más, solía almorzar con sus hijos ilegítimos. No obstante, el matrimonio tuvo 8 hijos. Sissi no estaba destinada a ningún alto cargo y vivió una vida sencilla, en la naturaleza, atendida y educada directamente por su madre, a quien quiso mucho y a quien habría de añorar en Viena.
El matrimonio tuvo ocho hijos; Luis Guillermo, Elena, Elisabeth, Carlos Teodoro, María, Matilde, Sofía y Maximiliano; quienes emparentaron con la realeza y con la más alta aristocracia europea.

       
Sin embargo, el emperador se encandila con la particular belleza y sencillez de la pequeña Sissi, ésta que no ha sido preparada, a diferencia de su hermana, para desenvolverse en una corte y menos aún imperial, se halla cohibida con tan real pretensión, pero de pronto todo esta resuelto, no será Nené la próxima Emperatriz, sino su pequeña hermana Sissi.   
 
 
Elena de Baviera (Nené)                    Elena de Baviera, (Nene)
  1556-1555.aLa joven pareja imperial en 1858Castillo de Possenhofen, al lado del lago Starnberg.La Villa Imperial de Bad Ischl recuerd                 Villa Imperial de  Bad  Ischl.
En laVilla Imperial de  Bad  Ischl ( Kaiser Villa) fue donde se conocieron Francisco José y Elizabeth y donde Nené vio como desaparecían sus sueños.

Sin embargo, el emperador se encandila con la particular belleza y sencillez de la pequeña Sissi, ésta que no ha sido preparada, a diferencia de su hermana, para desenvolverse en una corte y menos aún imperial, se halla cohibida con tan real pretensión, pero de pronto todo esta resuelto, no será Nené la próxima Emperatriz, sino su pequeña hermana Sissi.   
 
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  La iglesia de los Agustinos donde se casó en abril de 1853, a los 16 años.
La iglesia de los Agustinos donde se casó en abril de 1853, a los 16 años.Hermanos 
Este cuadro de Stieler, pintor  de la corte de Munich, fue un regalo  de bodas para Sissi y representa a sus siete hermanos en la época  que Sissi contrajo matrimonio (1854) 

 
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Retrato ecuestre de la Duquesa Elisabeth en Baviera,  "Sissí", ante el castillo de Possenhofen, propiedad de sus padres y lugar de su infancia y adolescencia.
F.Jchrotzberc, L’Imperatore Francesco Giuseppe, 1856
Retrato oficial del Emperador Francisco-José I de Austria en 1853.

El día 18 de agosto de 1853, domingo y cumpleaños del emperador, entraba en la historia de Austria una muchacha de 15 años, nacida en el bávaro palacio de possenhofen: el emperador Francisco José I pidió la mano de su prima la duquesa Elizabeth de Baviera, y, como era de esperarse, le fue concedida.
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   Francisco José y Sissi recién comprometidos.
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       Paseando en calesa durante el tiempo de su compromiso.
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Invitación de boda de Elisabeth y Francisco José.
Medalla conmemorativa de su boda con Francisco José
  Medallas conmemorativas de su boda con Francisco José. 
Elisabeth debe abandonar su querida Baviera y su familia, para trasladarse a vivir al Palacio Imperial de Viena. 
El
24 de abril de 1854, Sissi y Francisco José se casaron en la Augustinerkirche de Viena, convirtiéndose así en la pareja más observada del mundo. Como ambos poseían un enorme encanto personal, la gente de todo el mundo los vigilaba como protagonistas de un hermoso cuento de hadas de la vida real.
No era tal: la emperatriz, que había entregado su vida rural sin preocupaciones por el estricto
protocolo de la corte vienesa, pronto comenzó a tener problemas. No era fácil adaptarse a la vida como esposa de un hombre que, si bien la amaba tiernamente, también gobernaba un imperio habitado por más de 50 millones de personas. Stieler_Archduchess_1832_thumb3
Retrato de Sofía Federica de Baviera (1805-1872), Archiduquesa de Austria y madre del Emperador Francisco-José I de Austria.
Su tía y suegra, la Archiduquesa Sofía, se convertirá en el peor calvario de la joven emperatriz, que deberá luchar contra el poder de la madre del monarca que ejerce una gran influencia en la corte y también en la vida del recién casado. Aunque Elisabeth no tiene ambiciones políticas, sino que al contrario prefiere hacer su vida en sus aposentos, alejada del protocolo y de la pompa imperial, debe enfrentarse a su suegra, que le exige conductas propias a tan alto rango.
Busto de madera de Sisí a los 12 años.          Busto de madera de Sissi a los 12 años.

    
Atrapada entre la melancolía y la etiqueta, Sissi comenzó a preocuparse por los pobres e indefensos, convirtiéndose en asidua colaboradora de hospitales y asilos, llevando adelante una importante tarea social, caso prácticamente inédito entre las mujeres nobles de esa época.
Poco a poco comenzó a acumular influencias en la corte y especialmente sobre su marido. Las ideas de Sissi eran avanzadas, progresistas y liberales, y su apoyo a la causa húngara fue determinante para que ese país alcanzara la igualdad política con Austria en
1867.
El matrimonio tuvo cuatro hijos, los primeros tres en rápida sucesión inmediatamente después de casarse:

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Rosa rojaSofía Federica Dorotea María Joseph. (1855-1857), archiduquesa de Austria fallecida a los dos años de edad aquejada de
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     Rosa rojaGisela de Austria (1856-1932), princesa de Baviera
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Rosa rojaRodolfo Francisco Carlos José (1858-1889), archiduque de Austria y Príncipe Heredero de la Corona.
 
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Rosa rojaMaría Valeria de Austria (1868-1924), archiduquesa de Austria-Toscana.
 
Otro punto que siempre atormentó a la joven emperatriz fueron los hijos, de su primer embarazo tuvo a una niña que llevó el nombre de Sofía (1855), en honor a su abuela, pensando que de esta forma podría acercarse más a ella, pero el resultado fue que la archiduquesa tomó como suya a la pequeña criatura, provocando profundas depresiones en Sissi. Le siguieron Gisela que nació un año después el  en 1856. El 12 de julio de 1858, en el palacio de Laxenberg, Elisabeth con tan solo 18 años da a luz al ansiado varón, que recibe el nombre de Rodolfo Franz Karl Joseph.Todos le fueron arrebatados por su suegra quien consideró que ella sabría educarlos mejor. Sólo se sintió plenamente madre cuando nació, en 1868, Maria Valeria, su hija adorada, de quien no habría de separarse mucho tiempo y a quien quiso entrañablemente.
La joven pareja imperial en 1858               La joven pareja Imperial en 1858.  
 
Elisabeth pasó a la historia por su encantadora belleza, por esa mirada profunda, escrutadora, por su personalidad tornadiza, en fin por sus un y mil atributos de su carácter y de su físico, pero pocos la describen con el profundo amor que sentía hacia su Hungría, ese país que fue para ella lo que nunca pudo ser Austria.
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Francisco-José I emperador de Austria, rey de  Hungria y rey de Bohemia, entre otros titulos desde el 2 de diciembre 1848 hasta su muerte. Su reinado de casi 68 años es el tercero más prolongado de la historia europea, despues de Luis XIV de Francia y Juan II de Liechtenstein                              
Al regreso de Italia deben emprender el viaje a Hungría, pero esta vez, Elisabeth, se queja de los cuidados de la Archiduquesa Sofía, juzgados excesivos y agobiantes hacia sus nietas, por lo tanto pide a su esposo que las pequeñas princesas las puedan acompañar; Francisco José acepta.

















                             
Durante un viaje a Hungría, la pareja imperial se llevó a sus hijas Sofía y Gisela. Ambas hermanas contrajeron diarrea. Mientras la pequeña Gisela se recuperó enseguida, Sofía fue empeorando hasta que finalmente murió el 29 de mayo de 1857. Tenía sólo 2 años. Luego se pensó que la causa de la muerte no fue la diarrea sino el tifus.

Archiduquesa Sofía Fedrica.
Archiduquesa Sofía Federica, primera hija de Francisco José y Sissi.
De ese viaje Sissi retendrá dos recuerdos,  lo encantadores que les resultan los húngaros y su tierra, cariño que se hace reciproco; y la trágica muerte de su hija mayor. 
250px-Benczur-andrassy_gyula A su alero los nacionalistas de Hungría tuvieron una protectora, a su alero también llegó a ser el primer presidente del gobierno húngaro y posteriormente ministro de relaciones exteriores (1871-79) el conde Gyula Andrássy, revolucionario del 48, a quien la emperatriz llegó a considerar su único amigo.
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       Con su traje de coronación como reina de Hungría
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                           La coronación en Budapest (1867)
La coronación en Budapest (1867)
El pueblo húngaro no reparó en obsequios y muestras de amor a su soberana, que les hablaba y entendía en su propia lengua, los hicieron coronar reyes de Hungría en 1867 y les regalaron el palacio de Gödöllö donde Sissi pasaría largas temporadas.
Palacio de Godollo, en Hungría, residencia de Sissi..               Palacio de Godollo,en Hungria , residencia de Sissi.
Hungría era el único nexo que tenia la emperatriz con la politica del imperio. Aunque ella nunca participó activamente en la toma de decisiones, siempre hacia ver sus puntos de vista a su esposo, observaciones que siempre tenían un tinte liberal, consecuencia de la corte y de la familia de la que provenía.
Godollo_palace1.JPGde hungria                                           Palacio Godollo.
Pero una vez apartado del poder su amigo Andrássy, Sissi se alejó completamente del consejo imperial.
Obviamente este triste acontecimiento, provocará cada vez mas fricciones entre suegra y nuera, acentuado por el desprecio de la madre del emperador que siente hacia todo lo húngaro. No se sabe si Sissi movida por sus sentimientos de amor hacia Hungría o por revancha hacia la archiduquesa Sofía, se empeña en aprender todo lo que pueda del pueblo húngaro, empezando por su lengua e historia.
Sissi fue también una mujer muy culta, que aprendió húngaro y griego ,para disfrutar de los clásicos, con tal afán que llegó a dominarlo. Estudiaba durante horas y contrató a un lector llamado Cristomanos que durante años le leyó obras clásicas en esta lengua y con el que sostenía charlas en griego, para practicar. Que admiró a Lord Byron, a Shakespeare (se indentificó muchísimo con la Titania de El sueño de una noche de verano), a Homero, a Esquilo y, sobre todo, a Heine, de quien recibió influencias a la hora de escribir sus dos poemarios Cantos del mar del Norte y Cantos de Invierno. La Emperatriz confió su obra al presidente de la Confederación Helvética para que fuese publicado al cabo de 60 años de su muerte. También confió la gran totalidad de su fortuna en la Banca Rothschild en Suiza para que sus allegados pudiesen vivir bien en el exilio. Tuvo una certera visión de futuro.
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Profundamente identificada con la causa húngara, Elizabeth (Sissi) aprendió con ahínco el húngaro hasta dominarlo por completo. Dominaba también el inglés y el francés, circunstancia que aprovechó para leer obras en estas lenguas directamente. Amaba la obra de Shakespeare y también la de Hegel.
Pocas veces posó Sissi para los pintores, pero lo hizo dos veces para Xavier Winterhalter en 1864 quien la pintó, en un retrato, con los cabellos sueltos -es el que presidió el despacho del Emperador- y, en otro, con el pelo recogido y un vestido de ensueño, que es el retrato oficial de Sissi.
Sissi_portrait_Winterhalter_jpg               Tenía un carácter obsesivo, en especial por su cabello.
Fanny Angerer fue su peluquera y hay que decir que no era una tarea fácil porque el pelo de Sissi caía como una cascada, de este modo Fanny estuvo más que bien pagada. Mientras la Emperatriz se sometía a las sesiones de lavado y peinado, aprendía húngaro.
Lo lavaba cada tres semanas, con una mezcla de coñac y huevo, y dedicaba un día entero a peinarlo.
"La cabellera, de color rubio oscuro, llega a los tobillos de la emperatriz, que se la hace teñir de un tono castaño para resaltar sus adornos florales. La operación, dada la extrema longitud de los cabellos, requiere una notable habilidad, que Fanny Angerer, por supuesto, poseía, y que es casi una insignificancia en comparación con la destreza que despliega para componer la elaboradísima corona de cabellos trenzados que ciñe la cabeza de la soberana" (Vals Negro).
89284788efSHZV_ph (1)  "El insomnio de la emperatriz va en aumento, y también sus crisis de angustia. La soberana lleva un ritmo de vida tan insano como extravagante. Se levanta a las cinco de la mañana, toma un baño de agua fría (que el médico considera contraproducente para sus dolores reumáticos), se hace dar un masaje y empieza sus ejercicios de gimnasia, que la dejan extenuada. Desayuna un zumo de frutas (...) y llega a la sesión de peinado con Fanny Angerer, que aprovecha para leer, escribir cartas o estudiar húngaro. Se viste con traje de esgrima o de montar, según el ejercicio por el que opte (...). Sigue la larga caminata con alguna de sus damas, la menos harta de esos paseos que se prolongan a veces durante tres y cuatro horas". 3115167521_d81372b41e
     Retrato del Emperador Francisco José I de Austria-Hungría.
Su maridito, como se firmaba en las cartas Francisco José, comenzó a notar esa perturbación en su mujer, junto con sus obsesión a montar
Y es que Sissi tuvo unas manías y unas características bien especiales: Pero Elisabeth tiene una forma de aislarse, una forma que ni todo el aparataje imperial podría combatir, es más bien un secreto, un placer culposo; escribe versos a hurtadillas. Si bien es cierto que no son composiciones que vayan a quedar en la retina de la prosa mundial, le permiten abstraerse, abstraerse de la soledad, de los recuerdos, de la ausencia de su imperial esposo, del desprecio -ya declarado- de su suegra, le permiten viajar y alejarse de ese frío y fastuoso palacio. Sin embargo, hay versos que denotan lo atribulada de su alma, y que sí son buenos, como por ejemplo uno que comenzaba así: "hace mucho tiempo que he muerto ya…" 1445zlx                                  Sissi y Francisco José
  Otro de los pocos placeres que tiene Elisabeth es montar a caballo, lo hace con tal entusiasmo, que sólo podría compararse al placer que siente escribiendo versos. Corre por los bosques y prados, sus camaristas, que por supuesto le son impuestas por la archiduquesa Sofía, se escandalizaron de esta actitud, y llegará a ser, incluso, asunto de estado; pero será una pasión que la acompañará por largos años, hasta cuando las fuerzas se lo permitan.
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Mandó instalar un gimnasio en Palacio para practicar anillas, coleccionaba fotos de mujeres hermosas, le gustaba la caza del zorro, era capaz de caminar horas y horas sin dar muestras de cansancio, tenía un pelo larguísimo que le ocasionó dolores de cabeza y de espalda y, sobre todo, se obstinó en mantener la misma figura toda la vida. Medía 1,72 cm, nunca sobrepasó los 50 kg y mantuvo 40 cm. de cintura.  
Apenas dormía o se sentaba. En realidad, es el primer caso documentado en la historia de anorexia neviosa, aunque, obviamente, no existía aun tal diagnóstico. El imperio andaba hecho un lío, con enfrentamientos e incluso guerras, pero la buena de Sissí, vivía consumida, ocupada sólo de caminar, montar a caballo y cuidar su larguísima melena hasta la obsesión. Ella, educada en principios liberales y democráticos, detestaba el Antiguo Régimen y los principios neoabsolutistas que representaba su marido, así que enfermaba a modo de reacción. No padecía enfermedad conocida alguna; más bien somatizó la injusticia, el dolor y el desequilibrio en el que vivía. Mejoraba cuando viajaba. De hecho, parece creíble que tuviera un amante en Madeira, isla que visitaba a menudo: el conde Imre de Hunyady, que "desapareció" misteriosamente.
Una vez muerta su suegra en 1872, Elisabeth sintió un gran alivio, a pesar de que ya no tenía el mismo rencor que en los primeros años de convivencia, es más, estuvo acompañándola en su lecho de muerte hasta el último minuto.
Según consta en diarios personales de sus camaristas y en las cartas que la emperatriz mantenía con su esposo, el año de 1885 se podría decir que fue uno de los más productivos en cuanto a viajes, ya que ese año pasó cuatro semanas paseando por diversas islas griegas.
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                                  Elisabeth 1837-1898.
Sin embargo la vida que llevaba la emperatriz en un momento tenia que pasarle la cuenta al cuerpo, comenzó a sufrir de fuertes dolores de huesos y a sentir que las fuerzas ya no eran las de antes; por el mismo motivo comienza una serie de viajes terapéuticos a Holanda, viajes que se harán una costumbre. De esta forma Francisco José ve como, sea con el pretexto que sea, su mujer tiene que, irremediablemente…, viajar.
Durante su matrimonio con el Emperador Francisco José.                Durante su matrimonio con Francisco José.
A la vez trata de relajar su hiperactividad y de mal humor se presenta en bailes y fiestas en aquellos tormentos que se han inventado para los reyes. En esa frase se puede apreciar lo tedioso que le resultaba la vida cortesana y las murmuraciones en Viena, que contadas veces al año veían en alguna actividad pública a su soberana.
Pero su perenne melancolía unida a cierta inquietud en el ánimo, hicieron que sus médicos le recomendasen hacer algún viaje a climas más templados. Ella obedeció y descubrió un mundo nuevo; literalmente. Primero fueron las costas de la isla griega de Corfú, después Italia y el Mediterráneo en general. Gustaba de viajar a esta reina, gustaba demasiado al parecer de la corte vienesa; pero Francisco José, que no veía nada extraño en estos viajes, la dejaba hacer.
Sin embargo estos se volvieron en un ir y venir constante, visitaba la familia en Baviera, en especial a su primo, el excéntrico rey Luis II, que profesaba hacia Sissi una devoción propia de alguien que construye palacios de ensueño en la punta de un cerro; de ahí se iba a Gödöllö, luego visita a su amiga, la reina de Rumania, con quien compartía su gusto por la literatura, después a Viena, después a Corfú, África, España, Italia, Francia, Suiza y un largo etcétera.
Luis II de Baviera.
Retrato del Rey Luis II de Baviera, según Ferdinand von Piloty en 1865.
Sus viajes a Inglaterra eran de antología, ya que el protocolo le exigía visitar a la Reina Victoria, pero Sissi tan poco dada a las formalidades, se excusaba con cualquier pretexto; estas excentricidades muchas veces valieron más de un dolor de cabeza a los embajadores, que debían dar las explicaciones de las extravagancias de su soberana. 

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          Retrato de Elisabeth "Sissí", Emperatriz de Austria-Hungría.      
     
   



Rodolfo de Habsburgo y Estefanía de Lieja, un matrimonio hecho por dinero y no por amor,

Rodolfo de Habsburgo y Estefanía de Lieja, un matrimonio hecho por dinero y no por amor.
                         
Hasta que los hechos toman ese rumbo indeseado, la muerte se presenta con más poder y más cercana aún. El 30 de enero de 1889 se suicida junto a su amante, Maria Vetsera, en su pabellón de caza de Mayerling, el príncipe Rodolfo a los 31 años de edad, dejando a una pequeña hija, Elisabeth Marie, de 5 años. cadaver de rodolfo hijo de sissi
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                           Sissi en el lecho de Rodolfo.
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               María Vetsera, amante del archiduque Rodolfo.
                          Tumba de María Vetsera.
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                               Tumba de María Vetsera.
Elisabeth sufre como nunca, reniega contra todo e incluso contra sus creencias, pero al rato se arrepiente, sin embargo maldice el día que conoció a Francisco José. Se sumerge en una profunda depresión y se vestirá hasta el día de su muerte de un riguroso negro en señal de duelo.
RUDOLF HABSBURG                         Rodolfo, príncipe heredero de Austria. 

                   Luto de la Emperatriz
                                   Luto de la emperatriz.
Pero su perenne melancolía unida a cierta inquietud en el ánimo, hicieron que sus médicos le recomendasen hacer algún viaje a climas más templados. Ella obedeció y descubrió un mundo nuevo; literalmente. En su vapor imperial, llamado Miramar, la Emperatriz recorrió el Mar Mediterráneo, siendo uno de sus lugares favoritos Cap Martin, en la Rivera Francesa, donde el turismo se había hecho constante a partir de la segunda mitad del siglo XIX. Pasaría algunas temporadas de verano en el Lago de Ginebra en Suiza, Ischl en Austria, y en Corfu, donde se construyó un palacio, el 2Aquilleón", en honor a Aquiles, uno de sus héroes griegos preferidos. Además, visitó otros países como Portugal, España, Marruecos, Argelia, Malta y Grecia, Turquía y Egipto, ya que los viajes se habían vuelto en algo común en su vida, aunque también en un escape de ella misma. Primero fueron las costas de la isla griega de Corfú, después Italia y el Mediterráneo en general. Gustaba de viajar a esta reina, gustaba demasiado al parecer de la corte vienesa; pero Francisco José, que no veía nada extraño en estos viajes, la dejaba hacer. el-Miramar-en-plena-navegacin5escalera de acceso al puente superior                          Escalera de acceso al puente superior. La emperatriz en la cubierta del Miramar, su sombrilla se recorta sobre el cielo La emperatriz en la cubierta del Miramar, su sombrilla se recorta sobre el cielo. Residencia de verano de Sissi.
                                Residencia de verano.
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Monumento de Isabel de Baviera (Sisi)
                         Monumento de Isabel de Babiera.
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El Palacio de Possenhofen (Schloß Possenhofen) se encuentra en la localidad de Possenhofen, en la orilla oeste del lago Starnberg, en Baviera (Alemania).
 
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El palacio fue construido en 1536 por Jakob Rosen Busch, siendo destruido durante la Guerra de los Treinta Años, reconstruyéndose posteriormente. Pasó de mano en mano, hasta que, en 1834, fue comprado por Maximiliano, duque de Baviera, padre de la emperatriz austrohúngara Isabel de Baviera. De este modo, el palacio es famoso hoy día como el lugar de retiro favorito de Sissi y su familia.
El palacio fue abandonado en 1920, habiendo tenido diversas funciones -orfanato, hospital, hasta tienda de reparación de motocicletas-, hasta que fue restaurado en la década de los 80.Elisabeth, después de la muerte de su hijo, se embarca en uno de sus viajes más extensos, se va a ver las obras de su palacio en Corfú y desde ahí decide seguir a África, para pasar de vuelta a Italia y volver a Viena; pero su estado de ánimo, hace recomendable que busque tranquilidad, palabra que tiene verdadero sentido viajando. Es por ello que vuelve a viajar a Corfú y desde ahí a Egipto, donde pasa unos días de sosiego.
Mientras tanto, su hija menor Valeria contraía matrimonio en Ischl el 31 de julio de 1890 con el archiduque Francisco Salvador, un pariente de su padre. Esto deja a Elisabeth en verdadera libertad de acción, pues ya no tiene a nadie a su cuidado La escalera principal del Achilleion
                      La escalera principal de Achilleion.

Estatuas en la terraza Achilleion                Estatuas en la terraza de Aquileon.
                        

  
Aquileon. El palacio que se hizo construir en las Islas griegas     Aquileon palacio que se hizo construir en las islas griegas.
Vista lateral del Palacio de Achillion
                           Vista lateral del palacio de Achillion.   
Residencia de verano de Sissi..
                          Achillion.Residencia de verano
El Palacio fue mandado construir por la Emperatriz Elizabeth de Austria, en el año de 1890.Un año después de la muerte de su hijo Rodolfo.
Quien lo convirtió en residencia de verano y refugio particular para huir de la tumultuosa corte de Viena.
corfu344                       Achillion.Residencia de verano
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Al entrar a palacio, una estatua de la Emperatriz Elizabeth da la bienvenida a los visitantes. El interior del palacio está lleno de colecciones de estatuas, mobiliarios, cuadros del siglo XIX y de objetos personales de la Emperatriz.
El tema principal del palacio fue el héroe de la Mitología Griega Aquiles del cual se desprende el nombre del palacio.
Como muchos de ustedes sabrán la emperatriz sissi tenia una fascinación por la cultura griega.
La emperatriz compró la propiedad a Petros Vrailas Armenis.
El palacio fue diseñado por el arquitecto italiano Raffaele Caritto. Ernst Herter famoso escultor alemán fue comisionado para construir las esculturas griegas que adornan la propiedad.
Morir de Aquiles (Achilleas thniskon) en los jardines de la Achilleion. Nota mirada de Aquiles hacia el cielo como si fuera a buscar ayuda de Olympus  su madre Tetis era una diosa                Morir de Aquiles en los jardines de Achilleion.

Una de las obras mas importantes que alberga el palacio es la escultura que muestra a Aquiles agonizante situada en los jardines.
En el palacio abundan esculturas y pinturas sobre Aquiles, tanto en los jardines como en el salón principal.
El estilo del palacio es pompeyano y tiene algunas similitudes con la residencia de la Familia Imperial Rusa en Crimea.
Los jardines del palacio proveen una majestuosa vista hacia las colinas cercanas y hacia el mar jónico.
Sissi visitó el palacio hasta 1898 año de su muerte.
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El Palacio Achilleion se encuentra en un colina del pueblo de Gastouri, a 10 kilómetros aproximadamente al sudoeste de la ciudad de Corfú.
EL ELEGANTE PERISTILO CON LA ESTATUA DE MARMOL DE ISABEL. OTRO SITIO PRECIOSO EN LOS JARDINES DEL AQUIELEONEl elegante Piristilo con la estatua de marmol de Isabel, otro sitio precioso en los jardines de Aquieleon hofburg-interior.jpg Palacio Imperial Hofburg ..                                                 Hoffburg 800px-Sisi_statue_in_Corfu_Achilleio
Al entrar a palacio, una estatua de la Emperatriz Elizabeth da la bienvenida a lo visitantes. 
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                     Gisela en su primera comunión.
             
 
  

           
39a10606139657983          De negro en Corfu                                     De negro en Corfu. La-escultura-de-Aquiles-encargada-po Aquiles como guardián del palacio en  los jardines de la Achilleion. El mira hacia el norte, Hacia la ciudad. La inscripción en griego que dice: Aquiles ΑΧΙΛΛΕΥΣ. Fue encargado por el Kaiser Guillermo II.  sissi-galeria1-a_thumb2 Esta imagen pertenece al palacio que mandó construir Sissi su dormitorio. Lejos de lo que se pudiese pensar, no tenia una cama de una Emperatriz; tenia esta cama que se desmontaba cuando recibía visitas. Imágenes del interior del palacio   HOFBURG.
 
OTRA-IMAGEN-DE-SU-DORMOTORIO_thumb2                    Otra perspectiva del dormitorio.
               
Dining-Room-at-Hofburg_thumb2 Fachada-principal-del-Palacio4
                               Palacio Hofburg.
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                         Baño de Sissi en Hofburg.
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                  Bidé de tocador propiedad de la emperatriz 
                   Sissí, y que se encontraba en su residencia
                     favorita en Corfú, el Castillo de Achilleon.
             La taza es de porcelana producida por el fabricante
                  checo Carl Knoll en Carlsbad, con decoración
              coloreada con oro. Año:1887-1890.Propiedad de Roca
     Su hijo, el malogrado Príncipe heredero Rudolf, también poseía uno. 
DETALLE DE SU ESCRITORIO
                                   Escritorio de Sissi.

                                
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Sus anillas para hacer gimnasia, la verdad que parece que no coincide mucho en esos tiempos
Maniquí en el Palacio de Hofburg, que representa a Sissi y su largo cabello.
Maniquí en el palacio de Hofburg, que representa Sissi y su largo cabello.
Habitacion  salón dormitorio de Sissi       Habitación salón dormitorio y pequeño gimnasio de Sissi.
ROPA QUE USABA EN SUS APOSENTOS PRIVADOS                     Ropa que usaba en sus aposentos privados.


En esta foto se puede apreciar En el espejo, se ve reflejado aparatos  de gimnasia que la Emperatriz empleaba en el cuidado obsesivo de su físico. Los tenía para escalar, barras, argollas, etc.
También sentada en la silla de su tocador le peinaban durante tres horas! su abundante y larga cabellera, mientras su lector de griego le leía textos clásicos.
Los departamentos de Isabel en el HofburgTocador de la emperatriz Elisabeth                           Tocador de la emperatriz
                                         Hofburg.
Interior del Palacio Gödöllö
                           Interior del palacio de Gödöllö.
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Comedor real en el palacio de Schönbrunn. Residencia de verano de Sissi.
Rudolf y Stephanie compartiendo un paseo por los famosos bosques de Viena junto a los emperadores, Franz Joseph y Elisabeth.Rodolfo y Estefanía compartiendo un paseo por los famosos bosques de Viena junto a los emperadores,Francisco José y Sissi.images-21 
             Palacio de Schönbrunn. Residencia de verano de Sissi.  
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                                        Capilla de Corfu.
La pequeña Sisí con su hermano favorito, Carlos Teodoro («Gackel») La pequeña Sissi con su hermano favorito, Carlos Teodoro.
                             
Los famosos zapatos de seda de Sissi                       Los famosos zapatos de seda de Sissi. HungariansilverSissi4
Retrato oficial de Elisabeth "Sissí", Emperatriz de Austria y Reina de Hungría (1837-1898).
Hizo su vida, buscó cosas que la hiciesen feliz y por eso fue incomprendida y tachada de rara, extraña,................., simplemente llevó una vida que hoy en día no sería extraña, pero que sí que lo fue en su época.´
De todas formas no creo que fuese feliz: no se casó locamente enamorada, sufrió con sus hijos, su marido aunque la respetase a su modo, le era infiel, era una incomprendida en la corte, no le gustaba el frio de Viena, prefería los sitios cálidos, prefería también el campo a los palacios........................ sus últimos años los pasó en silencio, discreta, sin dejarse ver, incluso ocultando su rostro que ya no era joven,....................... demasiados inconvenientes para llegar una vida placentera. Se refugió en la lectura y en los estudios, eso al menos le hacía dichosa y su vida era mas llevadera.
Se vio en un lugar que no deseaba y que por un capricho del destino o de Franz Joseph le tocó vivir. 

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     Con Rodolfo y Gisela. En la pared cuadro de la pequeña Sofía.  
Los Emperadores de Austria y sus hijos
                      Los emperadores de Austria y sus hijos. 
                
             Coronación de Reina de Hungría.                           Coronación de reina de hungria.
y aqui unos bellos retratos pintados de su majestad imperial...                                 Un bello retrato pintadoLa reina Isabel de Hungría (El día de su coronació             La reinaIsabel de Hungria, el día de su coronación.  
  
Maria Sofia de Baviera hermana de sissi                    María Sofíade Baviera hermana de sissi.  La-Emperatriz-en-la-etapa-del-compro
     Sissi prometida con una foto en la mano de Francisco José. 

                         
Meláncolica junto al lago Stanberg                       Meláncolica junto al lago Stanberg  sisi_portrait_2sissi (1)Sissi1 

Rudolf, Stephanie con Erzsi en brazos, Valerie, Franz Joseph y Elisabeth kaiserfamille.
Rudolf, Stephanie con Erzsi en brazos, Valerie, Franz Joseph y Elisabet.
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                            Alguna joya que encontré.

Entre esas piezas destacan la imponente parure de esmeraldas cuya diadema mandó Sissi a modificar al menos 3 veces.
La parure de rubíes que fue realizada con las piedras compradas a la duquesa de Angulema por su tío y que pertenecieron a su madre María Antonieta.
Por lo cual los rubíes que adornaron a una reina guillotinada, embellecieron si se puede aún más a una emperatriz asesinada.
Estas piezas con otras 16 son mandadas a retirar por la Kaiserin del tesoro de la corona, las acompañaba el diamante florentino y dadas en custodia a Bruno Steiner quien debía de cuidar de ellas hasta que les fuesen solicitadas por los emperadores.
Este hijo de la gran perra se fugó con las piezas y así un tesoro que perteneció por siglos a la más poderosa dinastía europea como las esmeraldas de la Gran María Teresa se diluyó en la nada.
Se dice que en los 80 la tiara de esmeraldas apareció intacta en los EE.UU.
La corona de reina de Hungría pieza llevada por Zita al exilio fue vendida para financiar la vuelta al trono que no pudo ser.
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aus20emeralds20215 estrella1 (605ba3cd028041dfad60bdc1f9f9dcbb) Estrella de diamantes que Sissi se colocaba por todo el cabello.
joyas de sissi
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Una pieza de plata del servicio 'Grand Vermeil'                 Una pieza de plata del servicio “Grand Vermeil”
                               
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Pieza del servicio que usaba la Emperatriz diariamente en Schönbrunn, decorada con algunos motivos vegetales.

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El servicio de postre de la manufactura inglesa Minton fue una de las piezas más fastuosas de la Exposición Universal de Londres del año 1851. El servicio de porcelana de 116 piezas fue premiado con la condecoración más alta por su preciosa estética. La reina inglesa Victoria compró el servicio y mandó parte de él, en señal de amistad, al emperador Francisco José.
No se utilizó nunca en la corte austríaca. La fragilidad del material hizo que este objeto de lujo fuese inservible.
Hofburg, Viena

Foto de la colección imperial de la vajilla de plata.
Foto de la colección imperial de la vajilla de plata. 
Hofburg. Viena.

Sopera. Colección imperial.

Vajilla colección imperial de Hofburg. Viena

Vajilla colección imperial de  Hofburg. Viena


Vajilla coleccion imperial de la Hoffburg. Viena
   
                Vajilla y colección real de los reyes de Baviera
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                           Cubiertoss  de  Schonbrunn                       
este dibujo muestra la visita que hicieron los zares Nicolas y Alejandra a austria en agosto de 1896 Este dibujo muestra la visita que hicieron los zares Nicolas y Alejandra a Austria en agosto de 1.896 elisabeth21z Rodolfo de joven hijo de sissi
                        Rodolfo de joven, hijo de Sissi.  
  
                                        Retrato de Sissi.
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                           Matilde Ludovica de Baviera. 
                             Matilde Ludovica de Babiera.
                   
Maximiliano, duque en Baviera                                   Maximiliano de Baviera.

Sissi_tras_abanico, velo azul no se dejaba fotografiar 40 años.jpgLa Emperatriz Sissi, muy celosa de su intimidad. La muerte de su hijo acentuaría sus fobias
Sissi tras el abanico, velo azul no se dejaba fotografiar era muy celosa de su intimidad. La muerte de su hijo acentuaría sus fobias.
SissibyAntonRomacko1880 (1) Especialmente-impresionante-es4
Especialmente impresionante es la carroza imperial, un magnífico carruaje barroco, con seis ventanas de cristal veneciano, pinturas alegóricas en sus portezuelas y pasamanería de oro y seda. En ese fascinante vehículo fue conducida Elisabeth a su coronación en Budapest como reina de Hungría.
erzsebetkiralineWGBG_G_297_015                              Silla de montar de Sissi. sissiportraitAmazon5                                      De amazona. sissi43 sissiovalport1  
Ludwig hermano de Sissi y su esposa morganática Henrietta Mendel.
 
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Sofía Carlota de Wittelsbach
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Fotografía de Sissí aka Elisabeth, Emperatriz de Austria y Reina de Hungría en 1869. 


El poco tiempo que la emperatriz pasaba en Viena trajo como consecuencia que de la vida de sus hijos se enteraba por terceras personas. En 1875 asiste a la boda de su hija Gisela, quien contrajo nupcias con un príncipe de Baviera llamado Leopoldo.
De Rodolfo es poco, o casi nada, lo que sabe. El joven que tiene una vida independiente, vida que incluye una pequeña corte, es de carácter débil y de una endeblez psíquica notoria, incluso más tarde se tornaría enfermizo a causa de una enfermedad que padeció en 1886.
Vajilla y cristaleria imperial hoffburg. Viena                           Vajilla y cristalería imperial  Hoffburg. Rudolf y Stephanie compartiendo un paseo por los famosos bosques de Viena junto a los emperadores, Franz Joseph y Elisabeth.
Rodolfo y Estephanie (esposa de Rodolfo) compartiendo un Paseo por los famosos bosques de Viena junto a los emperadores Francisco  José y Elisabeth.
El periodo que comprende entre 1882 y 1885, la emperatriz lo dedica única y exclusivamente a viajar. Pero ese periodo de intranquilidad y desasosiego se rompe con una perturbadora noticia, su primo y amigo, el rey Luis II de Baviera ha muerto ahogado en un lago, dos días después de que lo depusieran y encerraban debido a su locura.
Este hecho la marcó fuertemente, ya que la manera en que murió el desgraciado monarca, parece advertirle que por sus venas corre la misma sangre esquizofrénica del difunto. Teme por sus nervios, teme por los hijos que tiene y principalmente teme por el futuro del imperio.
                               Gisela y Rudol                                      Gisela y Rodolfo.
                                  
franz karl de Austria padre de francisco jose 

               Franz Kar de Austria, padre de Francisco José. 
  

          
Sin embargo estos se volvieron en un ir y venir constante, visitaba la familia en Baviera, en especial a su primo, el excéntrico rey Luis II, que profesaba hacia Sissi una devoción propia de alguien que construye palacios de ensueño en la punta de un cerro; de ahí se iba a Gödöllö, luego visita a su amiga, la reina de Rumania, con quien compartía su gusto por la literatura, después a Viena, después a Corfú, África, España, Italia, Francia, Suiza y un largo etcétera. 

valeria                                 Valeria hija de Sissi.
Mientras tanto, su hija menor Valeria contraía matrimonio en Ischl el 31 de julio de 1890 con el archiduque Francisco Salvador, un pariente de su padre. Esto deja a Elisabeth en verdadera libertad de acción, pues ya no tiene a nadie a su cuidado. Una de las alegrías de la emperatriz en este tiempo (que ya contaba con cincuenta y siete años) es el nacimiento de su primera bisnieta, hija de su nieta la princesa Augusta.Esta foto pertenece a las famosa serie de fotos en la ventana, pero es una de las pocas en que la emperatriz aparece de frente.
  Esta foto pertenece a la famosa serie de fotos en la ventana, pero es una de las pocas en que la emperatriz aparece de frente.
Empress_Elisabeth_of_Austria,_1864     Browncoat           Corfu_Achilleion_chapel_autocorrected                                Capilla en Corfú. 
                       
 Con su vestido de polison                                     En la época del polison.OldSissi                                      Sissi con su perro.
Así pasó estos años la emperatriz: nada más llegar a Austria, ya emprendía un nuevo viaje. El 16 de julio de 1898, Sissi se despidió de su esposo en Ischl, sería la última vez que Francisco José la vería con vida. Se dirigiría a Munich, luego a Alemania y por último a Suiza
El 9 de septiembre la emperatriz llegó a Ginebra y fue de visita a una finca de los barones de Rothschild, donde pasa el día, de regreso al hotel, mira extasiada la vista que tiene al hermoso lago. El día 10 desea embarcarse hacia Caux y junto a su camarista, la condesa Sztáray, se dirigen al embarcadero; a la salida del hotel, un hombre se abalanza sobre ella haciéndola caer, el individuo huye, Sissi se pone de pie y todos corren a verla, pero ella calmadamente les dice que esta bien y que no se preocupen, se sube al vapor y al estar allí cae inconsciente. La emperatriz ni siquiera se percató, pero el hombre le había clavado acertadamente un estilete en el corazón, lo que provocó su muerte minutos más tarde.
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                         La última fotografía antes de su muerte.
Monumento a Sissi en el lugar donde fue asesinada en Ginebra,Suiza, a orillas del lago Leman.  Monumento a Sissi en el lugar donde fue asesinada en Ginebra, Suiza, a orillas del lago Leman.
sissi-asesinada-por-Lucheni4           Asesinato de la Emperatriz Elisabeth de Austria.
El magnicida se llamaba Luigi Luccheni, un obrero de origen italiano y que, según sus propias declaraciones, lo hizo en pos de la lucha contra los ricos y poderosos. Luccheni era un anarquista que ya estaba fichado por la policía, pero que no se consideraba peligroso.
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Ficha policial de Luigi Lucheni.
                        Ficha policial de Luigi Lucheni.
Como en Suiza no existía la pena de muerte el hombre fue condenado a cadena perpétua, pero terminaría ahorcándose en 1910, drama que se sumó a los del fusilamiento de su hermano Maximiliano en México, en 1867, y el suicidio de su hijo Rodolfo junto con su amante, María Vetsera, en el palacio de Mayerling. Otra tragedia familiar marcó el principio del fin del imperio: en el año 1914, su sobrino y heredero, el archiduque Francisco Fernando, y su esposa, Sophie Chotek, fueron asesinados en Sarajevo por un nacionalista serbio. El atentado llevó a Francisco José a declarar la guerra a Serbia con el apoyo de Alemania, lo que determinó que se accionara el dispositivo de alianzas que mantenía en Europa la paz armada y estallase la Primera Guerra Mundial.
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Este es el vestido que llevaba el día que la asesinaron.

Se ve la marca del estilete.

El ataúd está lleno de flores llegadas de todo el mundo.


           El ataúd está lleno de flores llegadas de todo el mundo.
 

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                           Octavilla de su fallecimiento.
Medalla húngara que conmemora la muerte de su amada reina Ersébet.Medalla húngara que conmemora la muerte de su amada reina Elisabet.
                        
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                               Funeral de Sissi.
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                La car
roza fúnebre de Sissi.                                           
Sissi  fue sepultado en Viena, en la Cripta Imperial de la Iglesia de los Capuchinos, justo donde no hubiera querido estar nunca y no en su palacio de Corfú, donde deseaba recibir sepultura.
 
El ataúd está lleno de flores llegadas de todo el mundo. Se celebró siguiendo el ceremonial del entierro de un miembro de la familia Imperial de los HabsburgoTumba del Emperador Francisco José, su esposa Sissi y su primogénito Rodolfo.
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Y éste es un retrato mínimo de una mujer que sigue encandilando y atrayendo a quienes se acercan a ella.
Sobre Sissí se han hecho películas, leyendas y diferentes mitos, pero lo que se puede confirmar es que Sissí ha pasado a la historia como una de las reinas europeas más carismáticas y más inteligentes. 
   
 
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  En la  Actualidad el palacio donde vivió  Sissi.     
  Vista de noche, en la zona comercial más exclusiva de Viena. La cúpula que vemos al fondo es el palacio imperial de Sissi, y alrededor se apiñan los nombres más famosos de la moda universal: Louis Vuitton, Cartier, Armani, Ferragamo, Dolce & Gabanna, Chanel, Gianfranco Ferré, Tiffany´s, Gucci...


Estatua-de-Emperatriz-Sissi                      Estatua de la Emperatriz Sissi.

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viernes, 24 de septiembre de 2010

Tronos reales.

 

alt Trono del Rey Christian VI de Dinamarca y de Noruega, realizado en plata maciza en 1740 (Museo del Castillo de Rosenborg, Copenhague, Dinamarca).
alt Trono de la Zarina Elisabeth I Petrovna, Emperatriz de Rusia (Palacio de Invierno, San Petersburgo, Rusia), realizado en madera tallada y dorada con láminas de oro en 1742.
alt Trono del Zar Pablo I Petrovich, Emperador de Rusia (Museo del Hermitage, San Petersburgo, Rusia) realizado en plata sobredorada entre 1796-1797.
alt Trono Partenopeo de Fernando I, Rey de las Dos-Sicilias (Palacio Real de Caserta, Nápoles, fines s.XVIII e inicios del s.XIX).
alt Trono del Rey Guillermo II de los Países-Bajos (1ª mitad siglo XIX).

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Hugo Capeto.

                                       Rey de Francia.
                                Dinastías de los Capetos.
hugo capeto
Hugo Capeto (940-996) fue rey de Francia en una de las épocas más convulsas de la historia del occidente europeo. Era hijo de Hugo el Grande, conde de París, perteneciente a la familia de los robertinos, destacados miembros de la aristocracia franca, especialmente por sus defensas de París frente a los normandos. Casó en el año 968 con Adelaida de Aquitania, con la que tuvo tres hijas y un hijo: Gisela, Edwige, Roberto y Adelaida, por orden de nacimiento. El apellido Capeto le viene por utilizar una capa distintiva que lo diferenciase de otros nobles franceses.
El año 888 había asistido al destronamiento del último emperador carolingio, Carlos el Gordo, en un ambiente de absoluta descomposición y atomización del imperio carolingio en cientos de principados, ducados y condados, resultado de la anarquía feudal que se venía viviendo con los últimos representantes de la dinastía, cuyo poder se había vaciado hasta convertirse en meramente simbólico.
A partir de esa fecha, se va a producir en la Francia occidental una pugna por el poder entre la familia carolingia, apoyada en el prestigio de su nombre, y la robertina, cuyos éxitos en la defensa de París ante las incursiones vikingas le habían atraído no pocas simpatías entre las aristocracias locales. Pero en el año 898, un descendiente de los carolingios, Carlos el Simple, logra recuperar la corona imperial a la muerte de Eudes, hasta su encierro en un castillo en 923 (y muerte en 929). En adelante, sus descendientes apenas lograron controlar pequeños territorios en los que ejercían como reyes, aunque el alcance de su poder era mínimo.
Luis IV (920-954), Lotario (941-986) y Luis V (986-987) serían los últimos soberanos carolingios del país galo. A la muerte de Luis V sin descendencia, la alta nobleza del reino escogió a Hugo Capeto, duque de Ile de France desde 960, de la familia Robertina a la sazón, como rey de Francia occidental (la Francia oriental era la actual Alemania, en poder de los otónidas).
El duque Hugo había demostrado su valor como hombre de armas durante la incursión contra París de Otón II, y un hábil diplomático en sus relaciones con sus vecinos, los Otones. Aunque sus patrimonios eran más bien escasos y su poder centralizador nulo, lo que lo convertía, una vez elevado al trono (987), en una figura de prestigio pero más simbólica que otra cosa. Los problemas derivados del desorden político y la inexistente autoridad regia eran inabarcables por el nuevo rey francés. No obstante, la dinastía Capeta supo aprovechar una serie de factores que favorecieron su fortalecimiento a lo largo de los siglos:
-En primer lugar, la conversión de la monarquía en hereditaria, aunque se mantuvo el ceremonial electivo, básicamente se trasladaba la potestas de padre a hijos, como hizo el propio Hugo Capeto con su hijo, Roberto II (996-1031), al que designó como heredero poco después de su entronización.
-La continuidad de la dinastía, que no se vio truncada por falta de descendencia como otras anteriores y posteriores, pues de hecho perduró hasta el siglo XIV.
-Las posesiones patrimoniales de los Capetos, insertas en el corazón de Francia, protegidas de incursiones y de fuerte crecimiento urbano y económico en los siglos siguientes ofrecerán una plataforma excelente para la reconstrucción del poder monárquico y el surgimiento de la monarquía nacional francesa, desde el siglo XII.
-La alianza con la iglesia, que normalmente deploraba los enfrentamientos entre la nobleza y que servía de soporte principal a los reyes en un período en que su poder está muy erosionado. Mediante la conformidad del clero pudo hacer efectiva la ley sucesoria hereditaria que recaía en su hijo Roberto.
Durante los nueve años de reinado de Hugo Capeto, el rey francés hubo de superar una conjura para destronarle por parte del obispo de Laón y Odón I de Blois (durante el año 993), que fueron descubiertos, capturados y finalmente liberados, y no pocos problemas con la Santa Sede por cuestión de la elección y destitución de obispos, motivados especialmente por el enfrentamiento con Carlos de Lorena (descendiente carolingio).
Su muerte se produjo en París, en el año 996.


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sábado, 18 de septiembre de 2010

Jaime de Borbón y Battenberg.


                       Infante de España y Duque de Segovia.
                               Casa real de Borbón.

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Jaime Leopoldo Isabelino Enrique Alejandro Alberto Alfonso Víctor Acacio Pedro Pablo María de Borbón y Battenberg.

Segundo de los hijos del rey Alfonso XIII y Victoria Eugenia, nació el 23 de junio de 1908 en el Palacio Real de la Granja de San Ildefonso (Segovia). Su bautizo se realizó en el Salón del Trono del Palacio de La Granja a cargo del patriarca de las Indias Occidentales y los padrinos fueron la infanta Isabel de Borbón y Borbón y el príncipe Leopoldo, regente de Baviera, representado por el infante Fernando de Baviera.
Jaime era sordo y casi mudo como consecuencia de una intervención quirúrgica por una doble mastoiditis cuando contaba cuatro años de edad.

Durante gran parte de su vida luchó contra su grave limitación, ayudado por unas monjitas que le enseñaron a leer en los labios. Su carácter se forjó así, desde niño, en la adversidad. Tenía un gran corazón, era afable y cariñoso, adoraba a su madre y a su hermano mayor, temía a su autoritario padre, y se dejaba influir por quienes le rodeaban, haciéndose así en extremo dependiente, lo que sin duda fue el peor de sus defectos y la causa de su perdición.

La vida del infante don Jaime de Borbón y Battenberg, tío carnal del Rey Juan Carlos I y padre del duque de Cádiz.  De joven, representó a su padre, el rey Alfonso XIII, en numerosos, actos oficiales, recorriendo algunas ciudades del país junto al dictador Miguel Primo de Rivera.

Por Real Decreto de 2 de febrero de 1931, su padre le concedió el Collar de la Real Orden de Isabel la Católica. El 2 de marzo de 1931 fue nombrado Comendador Mayor vacante en la Orden de Calatrava. Tuvo que abandonar España siendo muy joven al proclamarse en 1931 la II República.

Tras la renuncia de su hermano mayor Alfonso, en 1933, se convirtió en príncipe de Asturias y heredero de su padre al trono. Pero la ilusión le duró tan sólo diez días, hasta que varios conspicuos monárquicos –José Calvo Sotelo, entre ellos–, alentado por su propio padre, le convenció para que renunciara a la Corona de España en la habitación de un hotel de Fontainebleau, alegando que era incapaz incluso de mantener una conversación telefónica. Don Jaime dio ejemplo de sumisión, estampando su firma en el documento que le entregaron, sin notario presente que diese fe del acto.

-¡A cambio te daré protección económica toda la vida! -le dijo.
Al renunciar a sus derechos sucesorios su hermano Alfonso para casarse con una mujer que no pertenecía a la realeza, su padre también le pidió a Jaime que hiciese lo mismo; éste aceptó la petición paterna y renunció el 23 de junio de 1933. Alfonso XIII no lo consideraba capacitado, al ser sordo, para poder ocupar el trono en caso de que la monarquía se restaurase en España. Desde entonces utilizó el título de duque de Segovia. En 1941, los legitimistas franceses consideraron a Jaime jefe de la Casa de Borbón y pretendiente al trono de Francia. Sus partidarios le conocieron como Enrique VI de Francia y Navarra.

Aún así, en el ámbito estrictamente dinástico, Alfonso XIII demostró no tenerlas todas consigo cuando urdió un matrimonio morganático para su hijo, después de que renunciase en Fontainebleau.
Fue así como el infante se desposó con Emmanuella de Dampierre hija del notable francés Roger de Dampierre y Carrabyo y de su primera esposa, la princesa italiana Donna Vittria Ruspoli y Curtis.

Emmanuela Dampierre , la cual le abandonaría para contraer segundas nupcias con Antonio Sozzani, antiguo amigo suyo. Poco después, don Jaime se unió a la prusiana Carlota Tiedermann, que le llevaría a la ruina económica y supuestamente lo mató dándole un botellazo en la cabeza.

Según José Maria Zavala, historiador, escribe un articulo en el diario La Razón , cuenta que :

Una Grande de España le contó todo mientras componía la única biografía del infante publicada hasta la fecha, «Don Jaime, el trágico Borbón» (La Esfera de los Libros,2006).

A finales de los años setenta, la infanta María Cristina de Borbón y Battenberg, hermana del infortunado, se sinceró con un noble caballero en un momento dado que su segunda mujer Carlota Tiedemann Habia matado a don Jaime

–Ella... ella le mató [sentenció de nuevo].

–¿Cómo supo eso?

–Me lo contó la hermana del pobre don Jaime.

–¿Cuál de las dos?

–Cristina de Borbón y Battenberg. Fui a verla una tarde de verano, a finales de los setenta, a su coqueto pisito de la calle Velázquez, donde la infanta se instalaba dos veces al año (en junio y en diciembre) antes de regresar otra vez a Turín. Pasaba temporadas en Madrid desde el fallecimiento de su marido, Enrico Marone, dueño de la empresa Cinzano, a finales de los sesenta...

«¿El infante, asesinado por su segunda mujer?

Y bien, ¿qué le dijo la infanta aquella tarde?

–Sí, claro [dijo atenuando la voz]. Fue horrible: me dijo que Carlota Tiedemann le sacudió un botellazo en la cabeza a don Jaime y que luego éste se desplomó en la calle golpeándose de nuevo.

–Seguro que ella estaba ebria

–Sí; habían bebido los dos. Discutieron... y ella le propinó el botellazo. Luego, cogió a don Jaime, que residía en Lausana desde la muerte de la reina Victoria Eugenia, en un chalecito que él llamaba «Chemin Primerose» [Camino primoroso], lo metió en un coche y se lo llevó lejos de allí, abandonándole a la puerta de una clínica en Saint-Gall, en la Suiza oriental.

–¿Ahí quedó todo?, ¿nadie reclamó una investigación?

Él simplemente dijo, haciendo una mueca de cinismo: «La Familia Real, precisamente no. Estas cosas, en la corona se tapan».

En el momento del fallecimiento se encontraban junto a su padre Alfonso y Gonzalo de Borbón Dampierre, acompañados de Carmen Martínez-Bordiú y la infanta Cristina. El cadáver de don Jaime fue trasladado al hospital cantonal de Lausana para ser embalsamado, tarea que ocupó todo el viernes, 21 de marzo. El hotel Royal de Lausana acogió a la Familia Real española hasta el momento del entierro, celebrado a las dos de la tarde del día 24 en el pequeño cementerio del bosque de Vaud. Casualidades del destino: la regia familia había aguardado seis años atrás, en el mismo hotel, la muerte de la reina Victoria Eugenia. Como el fin de semana no se celebraban servicios funerarios en Lausana, el cuerpo del infante tuvo que ser instalado en una capilla ardiente en la funeraria de San Roque, hasta la celebración de los funerales en la recoleta iglesia del Sagrado Corazón de Ouchy.

 

Emanuela Dampierre
                                   Emanuela Dampierre.
Tuvieron dos hijos:
Rosa rojaAlfonso de Borbón Dampierre, duque de Cádiz (1936–1989).
Rosa rojaGonzalo de Borbón Dampierre, duque de Aquitania (1937-2000).

 
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                       Alfonso de Borbón Dampierre
gonzalo                        Gonzalo de Borbón Dampierre


El 15 de enero de 1941, Alfonso XIII abdicó a favor de su hijo Juan y un mes más tarde, el 28 de febrero, el Rey moría en Roma. A su muerte, los legitimistas franceses consideraron a su hijo Jaime jefe de la Casa de Borbón y pretendiente al trono de Francia. El aceptó estos apoyos y se hizo llamar duque de Anjou, además, como primogénito, tomó los títulos carlistas, y sus partidarios lo conocieron como Jaime IV de España y como Enrique VI de Francia y Navarra.
Huyendo de los peligros de la guerra, su hermano Juan se trasladó a Lausana, Suiza, con su esposa María de las Mercedes de Borbón y Orleans, princesa de las Dos Sicilias, y con sus hijos Juan Carlos, Pilar, Margarita que era ciega y Alfonsito, el menor.
1364727794_0 Juan de Borbón su esposa e hijos, Alfonsito, Juan Carlos,Pilar y Margarita.
Allí alquilaron una villa llamada Les Rocailles, que estaba a pasos del hotel Royal donde vivían sus sobrinos Alfonso y Gonzalo de Borbón y Dampierre, y donde la reina Victoria Eugenia había comprado la vecina Vielle Fontaine. En los jardines sus nietos se reunían a jugar.
Según el biógrafo Juan Antonio Pérez Mateos, en su libro La infancia desconocida de un rey, Alfonso de Borbón y Dampierre, recordaría aquellos años diciendo:
"Allí organizábamos concursos hípicos sin caballo. Nosotros hacíamos de caballo y de jinete a la par. De mi primo Juan Carlos recuerdo que -tendría 4 ó 5 años- le hicieron un uniforme de cadete. Era nuestra envidia el uniforme con las botas".
La situación de Alfonso y de su hermano Gonzalo era desoladora. Sus padres no se llevaban bien. Según reconocería su propia madre en su biografía Memorias de Emmanuela Dampierre, escrita por Begoña Aranguren, ella era una esposa decepcionada por las infidelidades de su marido y vivía con resentimiento por la renuncia de Jaime al trono, que privó a su hijo Alfonso de ostentar algún día la Corona de España. 
En 1945, Emmanuela abandonó al duque de Segovia. Fue injusto el peregrinaje a que fueron sometidos sus dos adolescentes hijos por colegios, internados y hoteles de Italia y Suiza. Un allegado diría:
-Alfonso y Gonzalo no tenían un hogar al cual poder llamar suyo.
En 1947, Jaime y Emmanuela finalmente se divorciaron en Bucarest.
Ese mismo año se produjo el primer encuentro de Juan de Borbón y Battenberg, con el general Franco a bordo del yate Azor. Juan se hizo acompañar por su hermano Jaime, ya que ambos deseaban tratar con Franco el tipo de educación que sería conveniente darles a sus hijos, basándose en la aprobación de la Ley de Sucesión efectuada el 26 de julio. Esta ley afirmaba que España era un reino y preveía que una persona de sangre real, mayor de 30 años, podía convertirse en jefe de Estado a título de Rey.
En dicha reunión, Franco decidió que los hijos del conde de Barcelona, Juan Carlos y Alfonsito, estudiasen en España. Jaime reclamó lo mismo para sus hijos, pero el  Generalísimo le denegó la petición.
Entonces Alfonso y Gonzalo de Borbón y Dampierre fueron internados en el Instituto Montana en el cantón suizo de Zug, quedando bajo la protección de la reina Victoria Eugenia. La abuela los adoraba y ellos la llamaban Guenguen. Alfonso guardaría imborrables recuerdos de ella y en su libro Las memorias de Alfonso de Borbón, en colaboración con Marc Dem, diría:
"Guenguen me prodigaba una ternura que yo correspondía. Era una mujer admirable, alegre, hacía reinar la felicidad a su alrededor. Aprendí mucho de ella, en particular la tolerancia hacia las personas, quienesquiera que fuesen. Se tomaba la vida por el lado bueno. ?Acuérdate', me repetía, ?que no existe la felicidad en este mundo. Pero hay momentos felices. Lo que cuenta es saber apreciarlos y sacar provecho de ellos".
 Reina-Victoria-Eugenia-brazalete--644x390                             Reina Victoria Eugenia.
Emmanuela se casó en Viena con Antonio Sozzani, un empresario italiano. Mientras Jaime contraía matrimonio en 1949, en Innsbruck, con Charlotte Tiedemann, una cantante de ópera prusiana, divorciada. Aunque España no reconocería nunca dicho matrimonio, Charlotte se hacía llamar condesa de Segovia. A raíz de esta unión, Alfonso y Gonzalo estarían tres años sin ver a su padre, que tampoco les enviaba dinero y hasta llegó a renunciar a la patria potestad.
Charlotte Tiedemann comenzó a promover la causa dinástica de su esposo. Se esmeró en enseñarle a hablar un poco mejor, porque cada vez él se expresaba con mayor dificultad. Entonces ella le servía de intérprete.
El 6 de diciembre de 1949, Jaime de Borbón hizo varías declaraciones y dirigió numerosas cartas a jefes de Estado, anunciando que anulaba su renuncia a los derechos de sucesión al trono de España y oponiéndose a que su hermano Juan de Borbón fuese considerado el jefe de la Casa Real. A partir de entonces, continuaría la polémica sobre su reivindicación.
En unas vacaciones de Semana Santa, Jaime intentó recuperar la custodia de sus hijos, y estos tuvieron que quedarse en el internado a disposición de un juez de menores, mientras sus compañeros se marchaban a reunirse con sus familiares.
Alfonso y Gonzalo dijeron al juez:
-Preferimos continuar bajo la custodia de nuestra madre.
El juez así lo dispuso.
Alfonso combatía su tristeza dedicándose a los deportes. Jugaba fútbol, baloncesto, béisbol, corría y esquiaba en las pistas de nieve de los Alpes, actividad que le apasionaba. El siempre participaba en las olimpiadas colegiales veraniegas e invernales con buenos rendimientos.
En el verano de 1953, Alfonso y Gonzalo fueron invitados por el conde de Barcelona a su Villa Giralda, en la ciudad portuguesa de Estoril, al oeste de Lisboa, donde su tío estaba residiendo permanentemente con su familia. Allí compartieron con sus primos.
-¡Se siente lindo estar de nuevo con ustedes! -confesó Alfonso.
En 1954, Alfonso y Gonzalo habían terminado sus bachilleratos y en septiembre, Franco permitió que ellos pudiesen estudiar en España. Su oferta tenía un trasfondo: persuadir al conde de Barcelona de que si no mantenía a su hijo Juan Carlos estudiando en España, elegiría al sobrino como sucesor al trono, pues el Conde se había llevado en el invierno a Juan Carlos a Estoril. El Conde envió a su hijo de nuevo a España.
Alfonso y Gonzalo Borbón y Dampierre pasaron en Madrid unos días y después fueron trasladados a la Universidad de Deusto, en Bilbao, donde Alfonso estudiaría Derecho, y Gonzalo, Economía.           
Ellos comprobaron que no se les dio el tratamiento que les correspondía y Alfonso se quejó a su abuela, Victoria Eugenia.
-En España nos han hecho un gran vacío -le dijo con tristeza.
Los únicos aristócratas que acogieron a los hermanos Borbón y Dampierre, y a petición de la Reina, fueron el marqués de Rivadulla y más tarde la marquesa de Arriluce, que les presentó a sus hijas.
En 1956, Alfonso hizo una petición a Fuentes de Villavicencio, segundo jefe de la Casa Civil de Franco.
-Por favor, concértenos a mi hermano y a mí una entrevista con el Generalísimo, al que nunca hemos visto y deseamos conocer.
Franco recibió a los jóvenes en el Palacio Real de El Pardo, pero aclaró a Alfonso que no había decidido nada acerca de quién sería llamado a la cabeza del Estado por la Ley de Sucesión.
El 29 de marzo, Jueves Santo, Juan Carlos, que tenía 18 años, estaba de vacaciones en Estoril, y se le disparó accidentalmente un revólver mientras jugaba con su hermano menor, Alfonsito, causándole la muerte. Fue una tragedia para toda la familia.
Don Juan y su hijo el infante Alfonsito                Don Juan y su hijo el infante Alfonsito.
Mientras tanto, Alfonso y su hermano Gonzalo se trasladaron a Madrid para continuar sus estudios, instalándose en el Colegio Mayor San Pablo.
En 1958, Alfonso se licenció en Derecho, pero después realizó estudios de Ciencias Políticas y Económicas. Por consejo de Franco comenzó a trabajar en el Banco Exterior en 1959.
El 14 de mayo de 1962, su primo Juan Carlos se casó con la princesa Sofía de Grecia, en Atenas. Alfonso fue invitado como testigo, y allí se sintió humillado, porque lo sentaron en cuarta fila. Pero a la real boda habían asistido los soberanos reinantes de seis países como Grecia, Holanda, Noruega, Dinamarca, Liechtenstein y Mónaco.
descarga (5)                  Enlace  Juan Carlos y Sofía de Grecia.
Alfonso especuló en programas televisivos franceses con la posibilidad de ser rey de España argumentando:
"Hay tres condiciones: tener sangre real, tener 30 años y ser español; obviamente yo cumplo esos requisitos".
Sus ambiciones tenían origen en la retractación de la renuncia de su padre al trono y en que el 3 de mayo de 1964, este había comenzado a usar el título de duque de Madrid, como jefe de una rama del carlismo.
En abril de 1969 falleció la reina Victoria Eugenia. Alfonso confesaría:
"Fue el primer gran dolor de mi vida. La última frase que ella me dirigió, en inglés, fue: ?Alfonso, darling, I love you too much' (Alfonso, querido, te quiero mucho)' ".
Franco se había mantenido sin pronunciarse mientras la Reina vivía, pero ahora estaba a punto de hacerlo. Juan de Borbón, siendo hijo y nieto de rey, esperaba en Estoril ser un día rey, pero aunque estaba en contacto con Franco, las relaciones entre ellos no eran muy cordiales y eso determinaría el salto en la línea de sucesión.
Juan Carlos era leal a su padre, pero él  y Franco lo tenían puesto en una posición embarazosa. El Príncipe sabía que llegado el momento, tendría que desplazar a su padre, porque el Generalísimo así lo quería.
Mientras tanto, Alfonso de Borbón y Dampierre actuaba como conspirador contra el heredero y el hijo del heredero, porque decía que la renuncia que había hecho su padre a sus derechos sucesorios, nunca podría extenderse a unos hijos que entonces no existían. Finalmente, en julio de 1969, Franco se pronunció y nombró al príncipe Juan Carlos como su sucesor a título de Rey, lo cual implicaba la restauración de la monarquía en España. Esto desató un gran conflicto dentro de la casa real de Borbón.
El biógrafo José María Zavala, autor del libro Dos infantes y un destino, cuenta que a la mañana siguiente, Juan Carlos llamó a Alfonso de Borbón y Dampierre. Al llegar su primo, lo abrazó y le dio la noticia:
-El Generalísimo me dijo ayer que decidió nombrarme su sucesor a la cabeza del Estado, con el título de rey de España.
-Pues bien, querido primo, te felicito de todo corazón.
Juan Carlos lo invitó a él y a su hermano Gonzalo para que asistiesen como testigos al acto de aceptación.
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Franco nombró a Alfonso de Borbón y Dampierre embajador de España en Suecia. Alfonso tenía 33 años y llegó a Estocolmo a ocupar su cargo en enero de 1970.
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En septiembre de 1971, el doctor Cristóbal Martínez Bordiú, marqués de Villaverde, fue invitado a un congreso médico en Estocolmo, acompañándolo su esposa Carmen Franco Polo, hija del general Franco y de Carmen Polo y Martínez Valdés, y la hija de ambos, de 20 años, María del Carmen Martínez-Bordiú y Franco.

Antigua fotografia original de la Boda de Carmen Franco Polo con Cristóbal Martínez-Bordíu, Enlace de Carmen Franco Polo y Cristóbal Martínez Bordiú.
La hija de Franco                               Carmen Franco Polo.
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Alfonso no permitió que se alojaran en otro lugar que no fuera la embajada. La bella joven lo impactó tanto, que él diría:
-De pronto, en la noche polar, la vi aparecer como un rayo de sol español. 
María del Carmen había nacido en El Pardo, el 26 de febrero de 1951, y allí había transcurrido su infancia mimada como una princesa. Ella estudió la primaria en el palacio, con profesores privados. Luego cursó el bachillerato en el colegio de Santa María de las Nieves, en Somosaguas. Era la nieta primogénita del Generalísimo y la preferida, por lo que la apodaban "la nietísima".
Alfonso y ella recordaron que se habían visto antes en algunas ocasiones.
-No olvido el día que cumpliste 13 años y te llevé unos bombones -le dijo él.
-Y yo recuerdo que más tarde coincidimos en un cine de Lausana -le respondió ella.
Alfonso acompañó a María del Carmen a dar un tour por Suecia y Finlandia. Ella tenía que regresar a España porque trabajaba como secretaria de dirección en la línea aérea Iberia. Los dos se comprometieron con el beneplácito de ambas familias.
Alfonso y María del Carmen salían a diario en las primeras páginas de los periódicos.
La familia de la novia le encargó a Salvador Dalí un retrato ecuestre de ella como regalo a Alfonso.
RETRATO EQUESTRE DE MARIA DEL CARMEN MARTÍNEZ-BORDIU Y FRANCO Retrato de Carmen Martínez Bordiú del pintor Salvador Dalí.
-Quiero que las últimas pinceladas de mi óleo, Dalí se las dé en el Museo del Prado ante Las Meninas de Velázquez -dijo María del Carmen.
En la foto, la petición de mano de Carmen Martínez-Bordiú,          Petición de mano de Carmen Martínez Bordiú y Alfonso de Borbón.
María del Carmen y Alfonso contrajeron matrimonio el 8 de marzo de 1972, en la capilla de El Pardo. Los padrinos de la boda fueron Franco y doña Emmanuela de Dampierre, y entre los testigos figuraban los entonces príncipes Juan Carlos y Sofía.
franco07a                       Franco y Carmen Martínez Bordiú.

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Mil invitados asistieron a la boda. Entre ellos estaban Rainiero y Grace de Mónaco, los reyes de Grecia, Víctor Emmanuel y María Gabriela de Saboya, Henry Ford II, David Niven...
Alfonso no tenía ningún título y Franco presionó a Juan Carlos para que le otorgase el de príncipe de Borbón. Pero él le hizo ver que en la casa real española solo podía haber un príncipe, que era el de Asturias, y encontró una salida honrosa para todos.
El 20 de noviembre, Franco firmaba un decreto mediante el cual se le otorgaba a Alfonso de Borbón y Dampierre, a petición del príncipe Juan Carlos, el título de duque de Cádiz con el tratamiento de Su Alteza Real para él y sus descendientes. S.A.R. María del Carmen Martínez-Bordiú estaba embarazada de 8 meses y dos días después daba a luz a Francisco "Fran", su primer hijo. En abril de 1974 nacería el segundo hijo, Luis Alfonso.

Tras una agonizante enfermedad, el general Franco falleció en Madrid, el 20 de noviembre de 1975. Juan Carlos heredó la jefatura del Estado y, en contra de lo planeado por Franco, la democracia se reinstauró a su muerte, en un proceso conocido como Transición Española.
En  1976, María del Carmen conoció en Bari, Italia, al anticuario francés Jean-Marie Rossi, 20 años mayor que ella.
En 1980, por amor, tomó una terrible decisión: abandonar a sus hijos e irse a París. Fran, que tenía 7 años, y Luis Alfonso, 5, quedaron muy afectados. El duque de Cádiz declararía que ella se fue "porque nuestra unión había dejado de divertirle".

Según cuenta el biógrafo Jaime Peñafiel en su libro Mis bodas reales, lo más cruel fue que María del Carmen eligió para hacerlo el mismo día en que estrenaban su chalet de Puerta de Hierro, el sueño de toda la vida de Alfonso, quien desde niño sólo había conocido internados y hoteles.
Durante una cena en casa de unos amigos, el Duque había conocido en 1973 a Mirta Miller, una actriz argentina de las mayores exponentes del cine español del año 75. Pero a partir de 1980, a raíz de su ruptura matrimonial, comenzaron a tener una discreta relación de casi nueve años.
IntheClawsoftheCIA 1981-6-b                                         Mirta Miller.

En el 2004, ella describiría su romance con el duque de Cádiz en el libro Mirta: La mujer que no quiso ser Borbón, escrito por Horacio Otheguy:
"Nunca quise casarme con él, solo quise vivir libremente una historia de amor".
En 1982 fue sentenciado el divorcio de María del Carmen y Alfonso. A él le fue concedida la custodia de sus hijos, a los que se entregaría en cuerpo y alma.
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El 5 de febrero de 1984, cuando Alfonso regresaba de esquiar con sus hijos y la "seño" Manuela (quien cuidaba a los niños), se llevó un pare en un cruce y su auto chocó contra un camión en una carretera al sur de Navarra. De inmediato los llevaron al Hospital de Navarra en Pamplona. Luis Alfonso y Manuela estaban heridos. Fran tenía muerte cerebral y sobrevivió hasta el día 7, en que falleció de un paro cardíaco. Tenía 11 años de edad. Alfonso no pudo ir al entierro de su hijo porque estuvo en coma 12 días.
Fue un gran golpe del que no se recuperó nunca. Un tribunal condenó al Duque a seis meses y un día de prisión por imprudencia temeraria con resultado de muerte, y la custodia de su hijo Luis Alfonso fue confiada a la madre. En la apelación, el Tribunal Supremo le redujo la pena a cuatro meses, y en mayo de aquel mismo año recuperaba la custodia de su hijo Luis Alfonso.
María del Carmen estaba embarazada y el 11 de diciembre de ese año contrajo matrimonio con Jean-Marie. Su hija Cynthia nació en abril de 1985.
Alfonso era un excelente esquiador. En 1959 había sido campeón de España en cuatro especialidades, y representó al país en los campeonatos universitarios de Suiza en 1962 y en la entonces Checoslovaquia, en 1983.
En la biografía El Borbón non grato (La vida silenciada y la muerte violenta del duque de Cádiz), el escritor José María Zavala, cuestiona si la muerte de Alfonso de Borbón, duque de Cádiz, fue un accidente...



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lunes, 13 de septiembre de 2010

Fernando VII de España.

                                    Rey de España.
                                Casa real de Borbón.
o_Fernando_VII Retrato de Fernando VII con uniforme de capitán general, por Vicente López Portaña ( Museo del Prado (Madrid).

Fernando VII de Borbón (San Lorenzo de El Escorial, 14 de octubre de 1784 - Madrid, 29 de septiembre de 1833), llamado el Deseado o el Rey Felón, fue rey de España en 1808 y, tras la expulsión del rey intruso José Bonaparte, reinó nuevamente desde 1813 hasta su muerte, exceptuando un breve intervalo en 1823, en que fue destituido por el Consejo de Regencia.
Hijo y sucesor de Carlos IV y de María Luisa de Parma, pocos monarcas disfrutaron de tanta confianza y popularidad iniciales por parte del pueblo español. Sin embargo, pronto se reveló como un soberano absolutista, y uno de los que menos satisfizo los deseos de sus súbditos, que lo consideraban sin escrúpulos, vengativo y traicionero. Rodeado de una camarilla de aduladores, su política se orientó en buena medida a su propia supervivencia.
Fernando VII ha merecido a los historiadores un unánime juicio negativo, pasando a los anales de la historia de España como el Rey Felón. Si bien no se le puedan achacar personalmente muchos de los males de su reinado, ha sido el monarca español peor tratado por la historiografía, que desde el siglo XIX ha repetido sin sentido crítico una serie de descalificaciones sobre el personaje. La Historia más reciente ha ido remitiendo las críticas y los juicios, aunque sigue siendo difícil encontrar algún estudio en que la figura del monarca no sea tratada de manera negativa.

 

Fernando de Borbón vino al mundo en vida de su abuelo Carlos III. Fue el noveno de los catorce hijos que tuvieron el príncipe Carlos, futuro Carlos IV, y María Luisa de Parma. De sus trece hermanos, ocho murieron antes de 1800. Tras la subida al trono de su padre en 1788, Fernando fue reconocido como príncipe de Asturias por las Cortes en un acto celebrado en el Monasterio de San Jerónimo de Madrid el 23 de septiembre de 1789.
Desde muy pronto, su formación fue encomendada al padre Felípe Scio, religioso de la Orden de San José de Calasanz, hombre modesto, culto e inteligente. Sin embargo, en 1795 es nombrado obispo de Sigüenza, y su puesto pasa a ser ocupado por el obispo de Orihuela, Francisco Javier Cabrera, que a su vez sería sustituido por el canónigo Juan Escóiquiz. Influido por éste, creció aborreciendo a su madre y al favorito de ésta, Manuel Godoy.
Ya desde muy joven, Fernando había conspirado en contra de sus padres los reyes y de Godoy, alentado por su preceptor. En torno al joven Príncipe de Asturias se había formado un núcleo opositor formado por miembros de la alta nobleza, llamados posteriormente "La Camarilla", que perseguían la caída de Godoy. En 1807 se llevó a cabo la primera conspiración. Debido a una delación, el motín fue descubierto y Fernando juzgado en lo que se denomina Proceso de El Escorial. El príncipe denunció a todos sus colaboradores y pidió perdón a sus padres. El tribunal, en manos de partidarios de la conspiración absolvió a todos los implicados.
Poco después, en marzo de 1808, ante la presencia de tropas francesas en España (dudosamente respaldadas por el tratado de Fontainebleau), la corte se trasladó a Aranjuez, como parte de un plan de Godoy para trasladar a la familia real a América si la intervención francesa así lo requiriese. El día 17, el pueblo, instigado por los partidarios de Fernando, asaltó el palacio del Príncipe de la Paz. Aunque Carlos IV se las arregló para salvar la vida de su favorito, fue obligado a abdicar en favor de su hijo el día 19. Estos hechos son los que se conocen como Motín de Aranjuez. Era la segunda vez en la historia de España que un rey era destronado por su propio hijo, tras la de Alfonso X por Sancho IV.
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                       .
Fernando volvió a la corte, donde fue aclamado por el pueblo de Madrid. Sin embargo, las tropas francesas al mando del general Murat habían ocupado Madrid el día anterior (23 de marzo).
El depuesto rey y su esposa se pusieron bajo la protección de Napoleón y fueron custodiados por las tropas de Murat. Al mismo tiempo, Napoleón propuso al rey Fernando a reunirse con él, a lo que el rey accedió con la esperanza de que el emperador le reconociese y respaldase como rey de España. En un principio debía celebrarse en Madrid pero Napoleón, aduciendo asuntos imprevistos de gran urgencia, fue fijando lugares más al Norte, para acortar el tiempo de viaje desde Francia: la Granja de San Ildefonso, Burgos, San Sebastián... Finalmente Fernando VII acudió a Bayona. El 20 de abril pasó la frontera. Aunque él aún no lo sabía, acababa de caer prisionero: fue el inicio de un exilio que duraría seis años. Una prisión disimulada, en un palacio y con la promesa, siempre postergada, de entregarle grandes cantidades de dinero, pero de cuyas inmediaciones no podía salir. Carlos IV había abdicado en Fernando VII a cambio de la liberación de Godoy, y Napoleón le había invitado también a Bayona, con la excusa de conseguir que Fernando VII le permitiese volver a España y recuperar su fortuna, que le había incautado. Ante la perspectiva de reunirse con su favorito e interceder a su favor, los reyes padres solicitaron acudir también a dicha reunión. Escoltados por tropas francesas, llegaron a Bayona el 30 de abril. Dos días más tarde, en Madrid, el pueblo se levantaría en armas contra los franceses, dando lugar a los hechos del 2 de mayo de 1808, que marcan el comienzo de la Guerra de la Independencia Española.
Entretanto, la situación en Bayona estaba adquiriendo tintes grotescos. Napoleón impidió la llegada de Godoy hasta que todo estuvo consumado, de forma que no pudiese aconsejar a la familia real española, que demostró ser sumamente torpe. A Fernando VII le dijo que la renuncia al trono de su padre, producida tras el motín de Aranjuez, era nula ya que se había hecho bajo coacción, por lo que le exigió que le devolviese su trono. Su propia madre, en su presencia, le había pedido a Napoleón que lo fusilase, por lo que le había hecho a Godoy a ella y a su esposo. A Carlos IV, Napoleón le obligó a cederle sus derechos al trono, a cambio de asilo en Francia para él, su mujer y su favorito Godoy, así como una sustancial pensión (30 millones de reales anuales). Como éste ya había abdicado consideró que no cedía nada. Cuando llegaron a Bayona las noticias del levantamiento de Madrid y de su represión, Napoleón y Carlos IV presionaron a Fernando VII para que reconociese a su padre como rey legítimo. A cambio recibiría un castillo y una pensión anual de cuatro millones de reales, que nunca recibió en su totalidad, aceptó, el 6 de mayo de 1808, ignorando que su padre ya había renunciado en favor de Bonaparte, por tanto, los derechos a la corona de España, recayeron en Napoleón, los cuales fueron otorgados a su hermano José, que reinaría en España como José I Bonaparte. Todo este acto de traspasos de la corona española se conoce como Abdicaciones de Bayona.
Estas abdicaciones no constituyeron únicamente un cambio dinástico. En una proclama a los españoles el 25 de mayo, Napoleón declaró que España se encontraba frente a un cambio de régimen, con los beneficios de una Constitución sin necesidad de una revolución previa. A continuación, Napoleón convocó en Bayona una asamblea de notables españoles, la Junta española de Bayona. Aunque la asamblea fue un fracaso para Napoleón (sólo acudieron 75 de los 150 notables previstos), en nueve sesiones debatieron el proyecto preparado por éste y, con escasas rectificaciones, aprobaron en julio de 1808 la Constitución de Bayona, la primera de España.
Mientras tanto, Fernando VII vio cómo el emperador ni siquiera se molestaba en cumplir su acuerdo e internó al antiguo soberano, junto con su hermano Carlos María Isidro y su tío Antonio Pascual, en el castillo de Valençay, propiedad de Charles Maurice de Talleyrand, Príncipe de Benevento, antiguo obispo, entonces Ministro de Asuntos Exteriores de Napoleón, con el que tramó el golpe de Estado que lo llevó al poder. Allí los recibió el 10 de mayo. Valençay era una propiedad rústica junto a un pueblo de unos 2.000 habitantes, aislada en el centro de Francia, a unos 300 kilómetros de París. Fernando permanecería en Valençay hasta el final de la Guerra de la Independencia. Sin embargo, sus condiciones de cautiverio no fueron muy severas; el Rey y su hermano recibían clases de baile y música, salían a montar o a pescar y organizaban bailes y cenas. Disponían de una buena biblioteca, pero el infante don Antonio Pascual puso todos los impedimentos posibles para que no leyeran libros franceses que pudieran ejercer una mala influencia sobre sus jóvenes sobrinos. A partir del 1 de septiembre de ese año, sin embargo, la marcha de Talleyrand y la negativa de Bonaparte a cumplir lo estipulado con respecto a sufragar sus gastos, hicieron que su tren de vida fuera cada vez más austero, reduciéndose la servidumbre al mínimo.
Creyendo que nada se podía hacer frente al poderío de Francia, Fernando pretendió unir sus intereses a los de Bonaparte, y mantuvo una correspondencia servil con el corso, hasta el punto de que éste, en su destierro de Santa Helena, recordaba así la actuación del monarca español:
"No cesaba Fernando de pedirme una esposa de mi elección: me escribía espontáneamente para cumplimentarme siempre que yo conseguía alguna victoria; expidió proclamas a los españoles para que se sometiesen, y reconoció a José, lo que quizás se habrá considerado hijo de la fuerza, sin serlo; pero además me pidió su gran banda, me ofreció a su hermano don Carlos para mandar los regimientos españoles que iban a Rusia, cosas todas que de ningún modo tenía precisión de hacer. En fin, me instó vivamente para que le dejase ir a mi Corte de París, y si yo no me presté a un espectáculo que hubiera llamado la atención de Europa, probando de esta manera toda la estabilidad de mi poder, fue porque la gravedad de las circunstancias me llamaba fuera del Imperio y mis frecuentes ausencias de la capital no me proporcionaban ocasión."
Su humillación servil le llegó al punto de organizar una fastuosa fiesta con brindis, banquete, concierto, iluminación especial y un solemne Te Deum con ocasión de la boda de Bonaparte con María Luisa de Austria en 1810. Cuando el corso reprodujo la correspondencia que le enviaba Fernando en Le Moniteur, para que todos, en especial los españoles, vieran su actuación, éste se apresuró a agradecer con desvergüenza a su Emperador que hubiese hecho público de tal modo el amor que le profesaba.
Sin embargo, la condición de prisionero de Napoleón creó en Fernando el mito del Deseado, víctima inocente de la tiranía napoleónica. El 11 de agosto, el Consejo de Castilla invalidó las abdicaciones de Bayona, y el 24 de agosto se proclamó rey in absentia a Fernando VII en Madrid. Las Cortes de Cádiz, que redactaron y aprobaron la Constitución de 1812 no cuestionaron en ningún momento la persona del monarca y lo declararon como único y legítimo rey de la Nación española.
Siguiendo el ejemplo de las Cortes de Cádiz, se organizaron Juntas de Gobierno provisionales en la mayoría de las ciudades de los territorios en América, las cuales comenzaron por desconocer la autoridad napoleónica para, posteriormente, aprovechar la situación y declarar su independencia total del Imperio Español, dando inicio así a las Guerras de Independencia Hispanoamericana.
 
FRANCISCO DE GOYA. Fernando VII con manto real. (h. 1815) 206 x 145 cm
Retrato de Fernando VII. Francisco de Goya. Museo Municipal de Bellas Artes, Santander, (España)
En julio de 1812, el duque de Wellington, al frente de un ejército anglo hispano y operando desde Portugal, derrotó a los franceses en Arapiles, expulsándoles de Andalucía y amenazando Madrid. Si bien los franceses contraatacaron, una nueva retirada de tropas franceses de España tras la catastrófica campaña de Rusia a comienzos de 1813 permitió a las tropas aliadas expulsar ya definitivamente a José Bonaparte de Madrid y derrotar a los franceses en Vitoria y San Marcial. José Bonaparte dejó el país, y Napoleón se aprestó a defender su frontera sur hasta poder negociar una salida.
Fernando, al ver que por fin la estrella de Bonaparte empezaba a declinar, se negó arrogantemente a tratar con el gobernante de Francia sin el consentimiento de la nación española y la Regencia. Pero temiendo que hubiera un brote revolucionario en España, se avino a negociar. Por el Tratado de Valençay del 11 de diciembre de 1813, Napoleón reconoció a Fernando VII como Rey, recuperando así su trono y todos los territorios y propiedades de la Corona y sus súbditos antes de 1808, tanto en territorio nacional como en el extranjero; a cambio se avenía a la paz con Francia, el desalojo de los británicos y su neutralidad en lo que quedaba de guerra. También acordó el perdón de los partidarios de José I, los afrancesados.
Aunque el tratado no fue ratificado por la Regencia, Fernando VII fue liberado y regresó a España el 14 de marzo de 1814. Respecto a la Constitución de 1812. De acuerdo con los decretos de las Cortes, "no se reconocería por libre al Rey, ni por tanto, se le prestaría obediencia hasta que  preste el juramento prescrito por el artículo 173 de la Constitución". Fernando VII se negó a seguir el camino marcado por la Regencia y entró en Valencia el 16 de abril. Allí le esperaban un representante de la Regencia con el texto de la Constitución y un diputado absolutista con un manifiesto absolutista firmado por 69 diputados. Era el llamado Manifiesto de los Persas, rechazando las Cortes liberales. El 17 de abril, el general Elío invitó al monarca a recobrar sus derechos, poniendo sus tropas a disposición del monarca y realizando el que es probablemente el primer pronunciamiento de la historia de España.
El 4 de mayo de 1814, Fernando VII promulgó un decreto que restablecía la Monarquía absoluta y declaraba nulo y sin efecto alguno toda la obra de las Cortes de Cádiz aquella Constitución y aquellos decretos nulos y de ningún valor ni efecto, ahora ni en tiempo alguno, como si no hubiesen pasado jamás tales actos y se quitasen de en medio del tiempo). El 5 de mayo, Fernando VII salió de Valencia y emprendió una marcha triunfal hacia Madrid. El entusiasmo popular ante el retorno del Deseado fue inmenso. El régimen constitucional no fue capaz de oponer resistencia, y las Cortes fueron disueltas el 10 de mayo de aquel año.
 Restauración absolutista en España
Fernando VII (Fco. Elías Vallejo) MRABASF 01
Busto oficial de Fernando VII, por F. Elías (Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Madrid).
Durante la primera etapa del reinado, entre los años 1814 y 1820, el rey restableció el absolutismo anterior siguiendo la estela de la restauración borbónica en Francia. La tarea que aguardaba a Fernando era extremadamente compleja. Habría tenido que contar con unos ministros excepcionalmente capaces para poner orden en un país devastado por seis años de guerra, pero apenas contó con un par de estadistas de cierta talla. La inestabilidad del gobierno fue constante, y los fracasos a la hora de resolver adecuadamente los problemas determinaron los continuos cambios ministeriales.
Fue un periodo de persecución de los liberales, los cuales, apoyados por el Ejército, la burguesía y organizaciones secretas como la masonería, intentaron sublevarse varias veces para restablecer la Constitución. Por otra parte, a pesar de que Fernando VII había prometido respetar a los afrancesados, nada más llegar procedió a desterrar a todos aquellos que habían ocupado cargos de cualquier tipo en la administración de José I.
Por la Real Cédula del 1 de agosto de 1824 prohibió para siempre en España e Indias las sociedades de francmasones y otras cualesquiera secretas.
Durante el período desaparecieron la prensa libre, las diputaciones y ayuntamientos constitucionales y se cerraron las Universidades. Se restableció la organización gremial y se devolvieron las propiedades confiscadas a la Iglesia.
En enero de 1820 estalló una sublevación entre las fuerzas expedicionarias que debían partir para América para garantizar la permanencia de las colonias en manos de España. Aunque este pronunciamiento, encabezado por Rafael de Riego, no tuvo el éxito necesario, el gobierno tampoco fue capaz de sofocarlo y poco después, una sucesión de sublevaciones comenzó en Galicia y se extendió por toda España. Fernando VII se vio obligado a jurar la Constitución en Madrid el 10 de marzo de 1820, con la histórica frase:
«Marchemos francamente, y yo el primero, por la senda constitucional».
Comenzó así el Trienio Liberal o Constitucional.
Durante el Trienio, se propusieron medidas en contra del absolutismo y se suprimen la Inquisición y los señoríos. Sin embargo, aunque el rey aparentaba acatar el régimen constitucional, conspiraba secretamente para restablecer el absolutismo (Regencia de Urgel; sublevación de la Guardia Real en julio de 1822, sofocada por la Milicia Urbana de Madrid). Finalmente, la intervención del ejército francés de los Cien Mil Hijos de San Luis, bajo los auspicios de la Santa Alianza, restableció la monarquía absoluta en España (octubre de 1823). Se eliminaron todos los cambios del Trienio liberal; por ejemplo, se restablecieron los privilegios de los señoríos y mayorazgos, con la única excepción de la supresión de la Inquisición.
Se inició así su última época de reinado, la llamada Década Ominosa (1823-1833), en la que se produjo una durísima represión de los elementos liberales, acompañada del cierre de periódicos y universidades al tiempo que se registraron levantamientos absolutistas instigados por el clero y por los partidarios del infante Carlos María Isidro, hermano de Fernando, que se perfilaba como sucesor. Al tiempo, se consumó la práctica desaparición del Imperio español. En un proceso paralelo al de la Península tras la invasión francesa, la mayor parte de los territorios americanos (con la excepción de Cuba y Puerto Rico) declararon su independencia y comenzaron un tortuoso camino hacia repúblicas liberales (Santo Domingo fue ocupada por Haití). Sólo las islas caribeñas, junto con Filipinas, las Marianas, las Carolinas y las Palaos, en el Pacífico, permanecían bajo el dominio de España.
En 1829 una expedición partió desde Cuba con la intención de reconquistar México al mando del almirante Isidro Barradas. La empresa acabó finalmente derrotada por las tropas mexicanas.
El 31 de marzo de 1830 Fernando promulgó la Pragmática Sanción, aprobada el 30 de septiembre de 1789, bajo Carlos IV pero que no se había hecho efectiva por razones de política exterior. La Pragmática establecía que si el rey no tenía heredero varón, heredaría la hija mayor. Esto excluía, en la práctica, al infante Don Carlos María Isidro de la sucesión, por cuanto ya fuese niño o niña quien naciese sería el heredero directo del rey. De esta forma, su hija Isabel (la futura Isabel II), nacida poco después, se veía reconocida como heredera de la corona, con gran disgusto de los partidarios de don Carlos, el hermano del rey.
En 1832, hallándose el rey enfermo de gravedad en La Granja, cortesanos partidarios del infante consiguieron que Fernando VII firmara un Decreto derogando la Pragmática. Con la mejoría de salud del Rey, el Gobierno de Francisco Cea Bermúdez, la puso de nuevo en vigor. Tras ello, Don Carlos marchó a Portugal. Entre tanto, María Cristina, nombrada regente durante la grave enfermedad del rey (la heredera Isabel apenas tenía tres años en ese momento), inició un acercamiento hacia los liberales y concedió una amplia amnistía para los liberales exiliados, prefigurando el viraje político hacia el liberalismo que se produciría a la muerte del rey. Fernando murió en 1833 sin hijos varones, había tenido otra hija la infanta Luisa Fernanda. El infante don Carlos, junto a otros realistas que consideraban que el legítimo heredero era el hermano del rey y no su hija primogénita, se sublevaron y empezó la Primera Guerra Carlista. Con ello hizo su aparición el carlismo.
La macrostomia genital de un Rey
En la política, al contrario, se quedó corto en sus esfuerzos por redimirse de sus numerosos errores. Fernando VII –un declarado misógino y un hombre muy conservador– jamás imaginó que iba a pasar los últimos años de su vida luchando por situar a una mujer en el trono con la ayuda de los liberales, pero su incapacidad para dejar un descendiente varón le obligó a conformarse con defender los derechos de las dos hijas que tuvo con su sobrina. ¿Por qué con su última esposa sí había podido tener hijos? ¿Es que acaso sufría algún tipo de impotencia o problema de fertilidad que malogró sus matrimonios anteriores? Ciertamente «el Rey Felón» tuvo que lidiar con una anomalía en su sistema reproductivo: padecía macrostomia genital, es decir, las dimensiones de su miembro viril eran muy superiores a la media.
«El Rey Fernando VII tenía el miembro viril de dimensiones mayores que de ordinario, a lo que atribuyese el no haber tenido sucesión en sus tres primeras mujeres», escribió un médico de la época sobre el problema genital del Rey, que el escritor francés Prosper Mérimée describió como «fino como una barra de lacre en su base, tan gordo como el puño en su extremidad». Lo que debía ser un asunto estrictamente privado trascendió a la política a causa de las dificultades que registraron las tres primeras esposas en sus relaciones sexuales con el Rey. La primera de ellas, su prima María Antonia de Nápoles, contrajo matrimonio con el entonces Príncipe de Asturias en 1802, de 17 años, pero no pudo consumarse hasta un año después, posiblemente a causa del retraso en el desarrollo hormonal de Fernando y su falta de educación sexual. La Princesa, a la que su esposo repugnaba y a la que el clima de Madrid no le sentaba bien, sufrió dos abortos antes de fallecer debido a una tuberculosis en 1806, aunque las malas lenguas acusaron a Manuel Godoy, favorito y primer ministro de Carlos IV, de haberla envenenado.
Las relaciones entre María Antonia de Nápoles y Fernando VII fueron bastante dificultosas –según desprende la correspondencia de la joven a su madre María Carolina de Austria– como también lo serían en el segundo matrimonio. En 1816, el ya Rey de España se casó con su sobrina María Isabel de Braganza, Infanta de Portugal, que nunca gozó de mucha popularidad entre el pueblo y a la que su marido humilló frecuentemente con sus notorias salidas nocturnas por Madrid. Así y todo, María Isabel de Braganza dio a luz a una hija que vivió poco más de cuatro meses. Un año después, estando de nuevo embarazada, falleció en dramáticas circunstancias junto al bebé. Según el cronista Wenceslao Ramírez de Villaurrutia, «hallándose en avanzado estado de gestación y suponiéndola muerta, los médicos procedieron a extraer el feto, momento en el que la infortunada madre profirió un agudo grito de dolor que demostraba que todavía estaba viva».
El problema de Fernando VII con las mujeres que derivó en una crisis sucesoria
              Retrato de María Josefa Amalia de Sajonia
La siguiente experiencia matrimonial de Fernando VII alcanzó la categoría de traumática por la juventud de la joven. La elegida fue otra de las sobrinas del Rey, María Josefa Amalia de Sajonia, de 15 años de edad, que fue obligada a casarse en 1819 con un hombre veinte años mayor que ella. Educada en un convento por la ausencia de su madre, la puritana Reina quedó asustada en su noche de boda por la brusquedad del Rey hasta el punto de que se negó a tener relaciones sexuales con su marido. Incluso se vio obligada a mediar la Santa Sede para que la joven Reina, a la que nadie había instruido previamente en aquellas tareas, aceptara como bueno y no pecaminoso el obligado débito conyugal. Sin haber quedado embarazada en los diez años que duró su matrimonio, María Josefa Amalia falleció prematuramente de fiebres graves en el Palacio Real de Aranjuez en 1829.
Isabel II, la heredera que odiaban los carlistas
Alcanzada la madurez, Fernando VII se encontraba sin descendencia y con la incipiente amenaza de su hermano Carlos María Isidro de Borbón rondando la Corona. Así, se casó con otra de sus sobrinas, María Cristina de las Dos Sicilia, quien, conocedora de la trayectoria de su marido, reclamó la construcción de un artefacto para mitigar la macrostomia genital del Rey. La solución llegó a través de una almohadilla perforada en el centro de pocos centímetros de espesor por donde Fernando introducía su miembro durante el coito.
Los «carlistas» consiguieron que Fernando VII, gravemente enfermo en 1832, anulara la Pragmática
Los frutos de este matrimonio y de la normalización de la vida sexual del Monarca gracias al artefacto fueron Isabel II (1830-1904), futura Reina de España, y Luisa Fernanda, que se casaría con el duque de Montpensier. No obstante, Felipe V, el primer Borbón en España, había establecido en 1713 un reglamento para limitar el reinado de mujeres a casos excepcionales. Frente a la tradición de la monarquía castellana, luego heredada por los Austrias, de que las mujeres tenían derecho a reinar si no había otro hijo varón, Felipe V restringió las posibilidades a que no hubiera herederos varones en la línea principal (hijos) ni en la lateral (hermanos y sobrinos). Para evitar que la Corona pasara a manos de su hermano, Fernando VII hizo pública una Pragmática aprobada en 1789 por Carlos IV, pero que nunca había salido a la luz, que garantizaba que Isabel II tuviera derechos legítimos de sucesión.
El problema de Fernando VII con las mujeres que derivó en una crisis sucesoria
                                Fotografía de Isabel II
La publicación de la Pragmática causó gran consternación entre los ultra absolutistas partidarios del infante Carlos María Isidro, hermano del Rey y su heredero según la Ley de 1713. Los «carlistas» consiguieron con sus protestas que Fernando VII, gravemente enfermo en el verano de 1832, anulara la Pragmática. Sin embargo, una vez recuperado, el Rey anuló la derogación el 31 de diciembre de ese mismo año. Asimismo, a la muerte de Fernando VII el siguiente año tras haber sufrido violentos ataques de gota, Carlos María Isidro y sus partidarios se negaron a reconocer a Isabel primero como Princesa de Asturias y, más tarde, como Reina. Fue el inicio de la Primera Guerra Carlista.
Fernando VII contrajo matrimonio en cuatro ocasiones:
Las cuatro esposas de Fernando VII.
Rosa rojaEn 1802 casó con su prima María Antonia de las Dos Sicilias (1784-1806), hija de Fernando I de las Dos Sicilias y María Carolina de Austria. María Antonia sufrió dos abortos, y no hubo descendencia.
Rosa rojaEn 1816 Fernando casó en segundas nupcias con su sobrina Isabel de Braganza, Infanta de Portugal (1797-1818), hija de su hermana mayor Carlota Joaquina y Juan VI de Portugal. Murió por una cesárea mal practicada, que causó también la muerte a su única hija.
Rosa rojaEn 1819 casó por tercera vez con María Josefa de Sajonia (1803-1829), hija de Maximiliano de Sajonia y Carolina de Borbón-Parma. No tuvieron descendencia.
Rosa rojaFinalmente, en 1829, casó con otra de sus sobrinas, María Cristina de las Dos Sicilias (1806–1878), hija de su hermana menor María Isabel de Borbón y Francisco I de las Dos Sicilias. Tuvieron dos hijas:
Rosa rojaIsabel II (1830-1904), reina de España (1833-1868).
Rosa rojaLuisa Fernanda (1832-1897), infanta de España, casada con el duque de Montpensier.

 

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martes, 7 de septiembre de 2010

Arturo Tudor.

Arturo Tudor.
Único retrato original que queda del Príncipe Arturo de Gales.
Arturo Tudor (20 de septiembre de 1486 – 2 de abril de 1502) fue el hijo mayor de Enrique VII de Inglaterra. Enrique llamó Arturo a su hijo mayor en honor del Rey Arturo, en parte como un símbolo de sus esperanzas de renacimiento de la grandeza de Inglaterra, y en parte para enfatizar la relación de la familia Tudor con Gales.
Arturo, hijo de Enrique y de la Reina Isabel de York, nace en Winchester el 19 ó 20 de septiembre de 1486, y nunca tuvo buena salud aunque las esperanzas de una dinastía Tudor se depositaron en él. Desde el momento de su nacimiento fue Duque de Cornualles y fue nombrado Príncipe de Gales y Conde de Chester el 29 de noviembre de 1489.
A la edad de dos años, se arregló su matrimonio con la princesa española Catalina de Aragón. Se casaron en noviembre de 1501, y partieron hacia Ludlow en la frontera con Gales, donde Arturo residía en calidad de príncipe de Gales y presidente del Consejo de Gales y las Marcas. La siguiente primavera, Arturo murió de fiebre, posiblemente por las húmedas condiciones del tiempo. Recientes investigaciones han especulado sobre la posibilidad de que la muerte de Arturo se debiera a un brote de hantavirus entre los roedores de Gales. La cuestión de si su matrimonio con Catalina se consumó o no tuvo un importante efecto posterior en la historia de Gran Bretaña.
Arturo fue enterrado en la Catedral de Worcester. Su hermano menor, Enrique, heredó sus títulos, accediendo posteriormente al trono como Enrique VIII de Inglaterra. Tiempo después, una dispensa papal permitió a Enrique casarse con la viuda de su hermano, Catalina. Los motivos que argumentó posteriormente para su divorcio fueron las circunstancias de su previo matrimonio con Arturo.

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https://youtu.be/vLN1rLKh85o
 
Plantilla creada por maria basada en la minima de blogger.