* Alfonso de Borbón y Dampierre.
Casa real de Borbón.
Alfonso de Borbón y de Dampierre, duque de Anjou y duque de Cádiz.
Don Alfonso de Borbón, Duque de Cádiz, con la Gran Cruz de la Real y Distinguida Orden Civil Americana de Isabel la Católica.
Alfonso Jaime Marcelino Manuel Víctor María de Borbón y Dampierre, duque de Cádiz (Roma, 20 de abril de 1936 - Beaver Creek, Colorado, 30 de enero de 1989), hijo de Jaime de Borbón y Battenberg, y de Emmanuella de Dampierre; fue nieto de Alfonso XIII de España. Fue pretendiente legitimista al trono de Francia entre el 14 de marzo de 1975, (fecha de la muerte de su padre) y su muerte.
Su padre, Jaime de Borbón, renunció en 1933 a los derechos de sucesión al trono de España para él y sus descendientes por su limitación física, ya que era sordomudo,( se dice también, que solo era sordo por una operación chapuza) y por expresa orden del rey Alfonso XIII de España, su padre, que en aquel entonces ya se encontraba en el exilio debido a la proclamación en 1931 de la Segunda República Española. Además, Jaime de Borbón contrajo matrimonio, algunos años después, con Emmanuelle de Dampierre, hija de Roger de Dampierre, duque de San Lorenzo y vizconde de Dampierre (1892-1975) y de la princesa italiana Donna Vittoria Ruspoli, de los príncipes de Poggio-Suasa (1892-1982), una mujer que, aunque de familia noble, no pertenecía a la realeza, un requisito para no quedar excluido de la línea de sucesión, que estuvo vigente en la monarquía española desde el reinado de Carlos III.
Jaime Enrique VI su primera esposa Emanuela de Dampierre,( sus padres.)
Alfonso de Borbón sólo tuvo un hermano, Gonzalo de Borbón y Dampierre (1937- 2000), con quien tuvo muy buena relación. Sus padres se separaron muy pronto, y el infante Jaime se volvió a casar, esta vez con una cantante prusiana; mientras tanto, Emmanuella de Dampierre se casó con un empresario milanés. Los dos hermanos Borbón y Dampierre estudiaron en un internado suizo. Solían ir a Lausana para visitar a su abuela, la reina Victoria Eugenia de Battenberg, que les profesaba verdadero afecto. Alfonso, que hasta los 17 años no hablaba español y solamente entendía italiano y francés, contrató a un profesor particular que le daba clases de español en las horas de refrigerio de su internado.
Alfonso XIII nunca consideró a sus nietos Alfonso y Gonzalo miembros de la línea sucesoria debido a la renuncia de su padre. En 1954, tras el permiso del general Franco, volvieron los hermanos a España. Para el joven Alfonso no era la primera vez que pisaba suelo español, ya que unos años antes mientras navegaba con sus amigos por el Mediterráneo desde la costa francesa, una tormenta les obligó a anclarse en una isla cercana, que por casualidad resultó ser Palma de Mallorca, donde él nunca había estado debido al exilio. Alfonso comentó posteriormente que, comparado con Italia y Francia, España le pareció un país muy pobre.
Primero residió en Bilbao, donde estudió Derecho en la Universidad de Deusto. Luego continuó cursando en Valladolid y en Madrid. En plena carrera universitaria, pudo cumplir el servicio militar en un Colegio Militar de Valladolid y como anécdota, cierto general de dicho colegio protestó esa inscripción del joven Alfonso, aduciendo que era italiano y debía volver al país de su nacimiento, Italia.
Vida Pública Francisco Franco designó en 1969 al primo de Alfonso, Juan Carlos de Borbón y Borbón como sucesor en la Jefatura de Estado. Años antes, Alfonso de Borbón había especulado en la televisión francesa con la posibilidad de ser rey de España. -"Hay tres condiciones: tener sangre real, tener 30 años y ser español, y obviamente yo cumplo esos requisitos", dijo entonces. Estas especulaciones tuvieron su origen posiblemente cuando su padre, Jaime de Borbón y Battenberg, se retractó de su renuncia al trono y se autoproclamó Jefe de la Casa Real de los Borbones en sus ramas española y francesa, así como duque de Anjou. Cuando Franco designó al futuro Juan Carlos I como su sucesor, nombró a Alfonso de Borbón y Dampierre embajador de España en Suecia.
Fue allí donde se encontró con su futura esposa, María del Carmen Martínez-Bordiú y Franco. Su suegro, el marqués de Villaverde, Cristóbal Martínez-Bordiú, la llevó a un acto al que Alfonso de Borbón le había invitado.
Entre otros cargos, fue Presidente del Instituto de Cultura Hispánica (actual AECID), realizando diferentes viajes oficiales por Latinoamérica. Igualmente fue Presidente de la Federación Española de Esquí y del Comité Olímpico Español y Consejero de CAMPSA y Asesa.
Matrimonio e hijos En 1971, Alfonso de Borbón y Dampierre hizo formal pedido de mano a los padres de Carmen Martínez-Bordiú en Palacio del Pardo, Madrid. En mayo de 1972 se casaron en una capilla de dicho palacio madrileño.
Para asistir a este acontecimiento, llegó el padre de Alfonso, Jaime de Borbón y Battenberg a Madrid por primera vez en 40 años desde su salida al exilio y rompió en llanto, según cuenta su otro hijo, Gonzalo, quien lo recibió en el Aeropuerto de Barajas. Después de que Alfonso de Borbón y Dampierre contrajese matrimonio con Carmen Martínez-Bordiú en mayo de 1972, los rumores de una posible alteración de la línea sucesoria reaparecieron. El matrimonio recibió el ducado de Cádiz. Algunos familiares y personas del entorno de Francisco Franco y Jaime de Borbón querían que esta unión significase que Alfonso fuese designado sucesor de Franco a título de rey, en lugar de su primo Juan Carlos. Franco sentía verdadera aversión hacia el padre de Juan Carlos, Juan de Borbón y Battenberg, y desde algunos sectores se especulaba que dicho cambio tendría lugar.
Sin embargo, el Generalísimo no alteró los planes de sucesión de la Jefatura del Estado previstos desde 1969 y Juan Carlos de Borbón fue proclamado Rey de España, tras su muerte, el 20 de noviembre de 1975.
Tras la boda Borbón-Martínez-Bordíu, los recién casados se trasladaron a Estocolmo, donde Alfonso siguió desempeñando las labores de embajador durante todo su mandato. Estando en Suecia, el matrimonio anunció que estaban esperando su primer hijo: Francisco de Borbón y Martínez-Bordíu que nació en Madrid en noviembre de 1972. Tuvo como padrinos a su bisabuelo Francisco Franco, y a su bisabuela, Vittoria Ruspoli. Casi dos años después, en 1974 nació Luis Alfonso de Borbón y Martínez-Bordiú.
Jaime de Borbón y Battenberg ( SU padre ).
En marzo de 1975 muere en Suiza Jaime de Borbón y Battenberg, quien pudo estar dos veces en su patria en los últimos años de su vida y solamente conoció a su primer nieto, Francisco, cuando éste fue bautizado poco después de su nacimiento. El duque de Cádiz y su hermano pudieron llegar a tiempo a un hospital suizo, donde se encontraba internado su padre, que aún estaba consciente, luego cayó en coma y moriría pocos días después.
En 1979 Alfonso y Carmen se separaron. En 1982 Alfonso de Borbón y Carmen Martínez-Bordiú se divorciaron.
Dos años después de su divorcio, el domingo 5 de febrero de 1984, cinco minutos antes de las ocho de la tarde, conduciendo un turismo Citroën CX 25 GTI, sufrió un terrible accidente automovilístico al chocar, rebasada una señal de STOP, contra un camión Pegaso en el cruce del ramal de salida de la autopista A15 (hoy AP15) con la carretera comarcal C-101 (hoy N-113) en el término de Corella (Navarra) cerca de Cintruénigo, cuando volvía de esquiar en la estación de Astún y, como consecuencia, su hijo mayor, Francisco de Asís, falleció en el hospital en Pamplona, el 7 de febrero de 1984 a los 11 años de edad, al no poder recuperarse de las gravísimas heridas sufridas. En el automóvil viajaba también su hijo menor, Luis Alfonso, y la institutriz de los niños, doña Manuela Sánchez Prat. Fueron trasladados al Hospital de Navarra, en Pamplona. Alfonso de Borbón y Dampierre no pudo estar en el entierro de su hijo al estar su propia vida en peligro. El nieto de Alfonso XIII sufrió un gran impacto psicológico a consecuencia de estos hechos.
En sus últimos tiempos, tuvo una relación con la actriz argentina Mirta Miller, que publicó posteriormente un libro acerca de su relación con Alfonso de Borbón. La profesión de ella, así como su participación en diversos filmes en la época de la transición, causaron cierta polémica entre los legitimistas, que veían la relación como inadecuada.
Alfonso Alfonso de Borbón y Dampierre murió trágicamente el 30 de enero de 1989 en un misterioso accidente de esquí en Beaver Creek, Colorado. Había viajado a Estados Unidos para disfrutar de su deporte favorito, el esquí, durante la celebración de los Campeonatos del Mundo. Los hechos transcurrieron de esta manera: Alfonso de Borbón se encontraba inspeccionando las pistas de Beaver Creek después de la celebración de unas pruebas de esquí femenino. Se encontró a su amigo Tony Sailer, campeón de esquí austriaco y bajaron juntos por las pistas. Al llegar a la meta, Sailer se paró al ver un cable demasiado bajo y fue a avisar del peligro a los esquiadores. Sin embargo, Alfonso de Borbón pasó por la izquierda de Sailer y resultó guillotinado por el cable. La muerte de Alfonso fue instantánea. El cadáver fu repatriado y enterrado en el las Descalzas Reales, donde descansan también los restos de su hijo Francisco. Desde el 2000, también descansan en dicha capilla los restos del hermano de Alfonso, Gonzalo de Borbón, fallecido en Lausana, Suiza.
Nota del autor: Como se ve hay Varias opiniones de como fue el accidente,pero yo personalmente me inclino a pensar que la segunda versión es la verdadera. si se fijan bien en las dos versiones, que son contradictorias, supuestamente a alguien le interesaba que pasara la segunda parte.
Alfonso de Borbón en la Entrega de Medallas de la Final de la Copa del Mundo del año 1977, en Sierra Nevada, Granada, España.
Alfonso de Borbón era un veterano y experto esquiador. Sin embargo, falleció mientras se deslizaba por una pista de la estación invernal de Beaver Creek, en las Montañas Rocosas, Colorado, Estados Unidos, el 30 de enero de 1989. Desde entonces, muchos se preguntan si al duque de Cádiz le llegó la hora o bien alguien adelantó su reloj con intención de quitárselo de en medio.
En aquellos días se estaban realizando los preparativos para los Campeonatos Mundiales de esquí, en La estación invernal de Beaver Creek, en Colorado.
El diseñador de la carrera, Bernhard Russi, acababa de descender por la misma pista delante de Alfonso de Borbón, y ningún obstáculo se interpuso en su camino; nada le ocurrió.
Pero cuando el duque de Cádiz se lanzó a la pista de slalom, pendiente abajo, al llegar al final de la pista de descenso, de repente su cuerpo chocó contra un cable de acero de 4 milímetros de grosor, justamente a la altura precisa y exacta de su cuello.
El terrible impacto segó su arteria carótida, le produjo graves heridas en su cuello y le causó una fractura en la base del cráneo.
Incomprensiblemente, a pesar de la presencia de autoridades y responsables en la zona de la pista, el cuerpo de Alfonso de Borbón permaneció 40 minutos tirado en el suelo, con vida, pero sin atención médica ni socorro de ningún tipo, que hubiera sido determinante.
Antes de ser recogido de la nieve, se le hicieron 18 fotografías, mientras permanecía tirado en el suelo. Sorprendentemente, le fueron sustraídos su reloj Rolex y 1000 dólares que tenía en su cartera.
A las 15:56 h, Alfonso de Borbón fue recogido de la pista. Después de 2 horas de ocurrido el trágico "accidente", fue ingresado en el Centro Médico del Valle del Vail, que tan solo se encontraba a 16 kilómetros de las pistas de esquí.
Cuando el duque de Cádiz fue ingresado en la Clínica, todavía tenía pulso cardiaco. Pero a las 16:48 h, de aquél fatídico lunes, 30 de enero de 1989, los médicos certificaron la muerte del heredero legítimo al trono de Francia.
Trasladado el cuerpo a la funeraria de la localidad de Idaho Spring, que está situada a unos 40 kilómetros de Vail, los médicos que practicaron la autopsia, declararon que el duque de Cádiz presentaba una herida muy cortante, con un corte en el cuello de 180º, en forma de semicírculo, pero que el cable no llegó a decapitarle completamente.
Existe una extraña contradicción, porque por un lado la investigación oficial señaló que la muerte de Alfonso se debió a un "accidente involuntario". Sin embargo, el informe policial del sheriff de Beaver Creek, en Eagle County, especifica que la muerte de Alfonso está calificada como "homicidio".
El esquiador español Francisco Fernández Ochoa, que se encontraba aquellos días en Colorado, acompañando al equipo de esquí español, manifestó su sorpresa y conmoción, comentando que el duque de Cádiz no se arriesgaba tontamente, sino que era un esquiador muy bueno.
Misteriosamente, el empleado de la estación de esquí que retiró el cable del cuerpo de Alfonso de Borbón, Daniel Conway, desapareció de Beaver Creek y nunca más volvió a ser visto en aquella localidad.
Y extrañamente, al parecer, la policía destruyó todas las fotografías que fueron realizadas al duque de Cádiz mientras permaneció en el suelo de la pista. Un extraño comportamiento policial que, cuando menos, llama la atención.
La prensa de Denver publicó al día siguiente las fotografías de Alfonso de Borbón en primera página, recordando al "Príncipe sin Suerte", al que le fueron negadas dos coronas, que fue abandonado por su mujer, perdió a uno de sus hijos en un accidente de automóvil, y que sufrió una muerte trágica.
Se ha especulado en algunos medios con que la muerte de Alfonso de Borbón coincidió en una época en la que éste estaba reafirmando los derechos dinásticos de su familia, se entiende que hacia España. Sin embargo, la cuestión dinástica se resolvió por completo en España en 1969, y en 1989 no había ya ningún tipo de tiranteces ni disputas borbónicas por el Trono de España.
Sin embargo, es evidente que la firma de la muerte del desdichado Borbón, mediante guillotina, tiene forma francesa, o al menos trae el recuerdo de los métodos expeditivos que las sociedades secretas inspiraron en la Revolución Francesa de 1789, con los que los monarcas, autoridades y muchos otros personajes relevantes de la Francia del momento fueron cruelmente guillotinados.
El socialista Francois Mitterrand, un individuo de oscuro perfil que por cierto estuvo involucrado en infinidad de asuntos sucios relacionados con los servicios secretos.
Tradicionalmente la población de Francia ha estado dividida entre los que añoran la monarquía y entre los que defienden la República. Pero en los últimos años cada vez más franceses reclaman la vuelta de la Monarquía. Por eso todas las miradas francesas están puestas últimamente en un hombre: el hijo de Alfonso de Borbón, Luis Alfonso de Borbón.
Alfonso de Borbón y de Dampierre fue considerado por algunos sectores (muy minoritarios) del legitimismo francés como cabeza de la Casa real francesa con el nombre de Alfonso II de Francia, al ser el supuesto descendiente más directo por línea paterna de Hugo Capeto y, por tanto, heredero de los antiguos reyes franceses según el derecho del Antiguo Régimen. Sin embargo, estas pretensiones jamás han obtenido ningún reconocimiento ni validez oficial, e incluso su misma base ha sido cuestionada debido a la explícita renuncia de derechos del padre de Alfonso, para sí y para sus descendientes.
Desde la muerte de Alfonso, su hijo Luis Alfonso, es considerado por algunos monárquicos franceses como Luis XX de Francia, virtual rey de dicho país, y titular de los ducados de Anjou, Borbón y Touraine, aunque oficialmente no se le reconocen tales distinciones, ni ninguna otra ya que en España tampoco posee ningún título nobiliario.
Enmanuela Dampierre,Gonzalo y Alfonso de Borbón.
Mirta Miller.
Enmanuela Dempirre ( su madre)
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